La abogada de Daniel Sancho: "Estoy convencida de que no estaba solo, aquí hay algo más"

La familia de Daniel Sancho ha contratado los servicios de un despacho de abogados español para que se coordine con el letrado tailandés que le asiste desde su arresto por matar y descuartizar a un cirujano colombiano en el país asiático. En declaraciones a El Confidencial, la abogada española Carmen Balfagón ha avanzado su impresión de que el acusado estaba acompañado en el momento de los hechos y por ello es necesario seguir investigando. "Estoy convencida de que [Daniel Sancho] no estaba solo, aquí hay algo más".

Este despacho con sede en Madrid va a ejercer la defensa letrada de Daniel Sancho en acompañamiento del letrado local Anan, titulado para trabajar en Tailandia. Es el abogado que atendió a los medios de comunicación a la salida de la cárcel, en la que pudo entrevistarse con el hijo del actor Rodolfo Sancho. "La información que tenemos de esta misma mañana es que la policía sigue investigando", afirma Balfagón, quien niega que las autoridades hayan concluido ya que se trató de un homicidio premeditado. "Está en la cárcel porque ha confesado unos hechos y ha indicado dónde estaban los restos, con eso es suficiente para el juez", añade.

TE PUEDE INTERESAR

Asesinato macabro en la isla de los excesos: así fue el crimen confesado por Daniel Sancho

Javier Brandoli. Sudeste Asiático

Por el momento, no han tenido acceso a las actuaciones de la causa ni a las declaraciones prestadas por Daniel Sancho. Será en el momento en el que reciban los documentos que obran en poder de la policía cuando puedan articular una estrategia en colaboración con el letrado local: "Tenemos que ver si cuestiones que en España podrían servir como atenuante se pueden aplicar según el Código Penal de Tailandia, algo como, por ejemplo, una defensa de una situación de miedo insuperable". Algo similar sucederá cuando haya que decidir qué pruebas solicitar: "Es el abogado local el que conoce qué recorrido o utilidad puede tener solicitar ciertas diligencias".

La abogada insiste en saber cuáles fueron las motivaciones que llevaron a Daniel Sancho a llevar a cabo los hechos. Reitera que todavía falta conocer detalles relevantes del caso, como el resultado de la inspección que realizó la policía en la habitación en la que se produjo el presunto asesinato y el posterior descuartizamiento. Alega que en ese informe pueden aparecer restos biológicos de más personas. "Quiero conocer la inspección ocular, no sabemos qué motivaciones tuvo. Si lo ha hecho, hay que saber por qué", dice.

Lo que se ha conocido por los medios de comunicación locales es que Daniel Sancho, de 29 años, acabó con la vida de Edwin Arrieta Arteaga, un cirujano de 44 años al que conocía previamente y con el que acordó verse a Tailandia. Tras acabar con su vida, presuntamente le descuartizó y distribuyó los restos por distintos puntos. Previamente, había acudido a una tienda a comprar bolsas de basura, guantes, un cuchillo y artículos de limpieza, siempre según los medios locales que difundieron imágenes de la compra.

TE PUEDE INTERESAR

La hermana de Edwin Arrieta pide la pena máxima para Daniel Sancho: "No le extraditen, que pague en Tailandia"

El Confidencial

Trabajadores de un vertedero ubicado en la isla en la que se hallaban Sancho y Arrieta encontraron unas bolsas con restos humanos y un tique de compra del establecimiento en el que hizo la compra el presunto asesino. En un inicio, el español acudió a la comisaría a denunciar la desaparición de su acompañante y dijo no saber su paradero. Finalmente, una vez la policía recabó las primeras pruebas, confesó los hechos, pero los enmarcó en una pelea en la que Edwin Arrieta se dio un fuerte golpe fortuito en la cabeza tras una pelea entre ambos.

La legislación tailandesa es severa a la hora de castigar estos crímenes. Puede ser desde la cadena perpetua a la pena de muerte. Abogados con experiencia en tratar hechos similares en la Justicia tailandesa advierten de que en el Código Penal local (sección 286) también existe el homicidio imprudente, que encaja con la versión ofrecida por Sancho y que está castigado con hasta siete años de prisión. Las mismas fuentes advierten de que solo el hecho de haber descuartizado el cadáver ya aumentaría el posible castigo a imponer, aunque la muerte hubiese sido accidental.