Los asesores de Sánchez, divididos ante el debate: choque frontal vs. perfil presidencial

"El presidente del Gobierno tiene que ser una persona decente y usted no lo es". El duro ataque de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy copó todos los titulares de aquel cara a cara de 2015. "Hasta aquí hemos llegado, señor Sánchez", contestó un Rajoy entre incrédulo y visiblemente molesto. El candidato socialista había cruzado una delgada línea, la que separa la contienda política del ataque personal. Meses después, en una entrevista en la cadena Cope, reconocía que se había equivocado y que quizás debería haber utilizado otra expresión.

Aquellas elecciones, PP y PSOE perdieron más de cinco millones de votos. El bipartidismo había implosionado ante la irrupción de Podemos y Ciudadanos. Fue imposible armar una mayoría. El 26 de mayo de 2016 se repetían las elecciones por primera vez en la historia. El presidente había preparado aquella intervención con un veterano de la comunicación política, José Miguel Contreras, que formaba parte de su núcleo de confianza, al que volvió tras la remodelación de hace dos años junto con el otro Miguel, Barroso, consejero de Prisa y ex secretario de Estado de Comunicación con José Luis Rodríguez Zapatero.

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Mañana Sánchez se volverá a enfrentar a otro gallego. Como en aquella ocasión, llega con las encuestas en contra. Salvo el CIS de Félix Tezanos, ningún sondeo le da opciones de ganar los próximos comicios, pero él confía en su resiliencia. Se siente seguro en el cuerpo a cuerpo con Alberto Núñez Feijóo. Desde su equipo no dudan en alardear de que "le tiene cogida la medida". Ciertamente, el presidente del Gobierno se mueve bien en los platós, su pasado como tertuliano le ha dado unas tablas de las que carece su oponente. Es consciente de que el debate en Atresmedia es su principal baza para frenar a Feijóo y lleva días preparándolo.

Él mismo ha subido una imagen en Twitter en la que se le ve con su equipo trabajando en los debates electorales. Aparece en una mesa flanqueado por las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Rivera. También está el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el de la Seguridad Social, José Luis Escrivá. Completan el grupo los "hombres del presidente": su jefe de Gabinete, Óscar López, el secretario general de Asuntos Económicos, Manuel De la Rocha, y el director de la Oficina de Estrategia, Diego Rubio. En paralelo, según han manifestado fuentes socialistas, el presidente ha confiado su campaña a "Los Migueles". La experiencia les avala. Contreras, de 65 años, y Barroso, de 70, han estado detrás de los cara a cara más determinantes de nuestro país. Desde el famoso de Felipe González con José María Aznar a los de José Luis Rodríguez Zapatero de 2008.

El trabajo en paralelo de los dos grupos ha hecho surgir ciertas discrepancias sobre cómo debe enfocar Sánchez su cita televisiva con Feijóo. Según han manifestado a El Confidencial, 'Los Migueles' apuestan por que Sánchez sea "contundente" y "salga a por todas" contra el líder del PP. En este marco se estaría barajando que el socialista recurriese a la ya conocida fotografía de Feijóo en un barco junto al narcotraficante Marcial Dorado. Los hombres de Moncloa, principalmente Manuel De la Rocha y Diego Rubio apuestan, junto con Óscar López, por ir a una versión más "institucional".

Quieren un Sánchez que haga gala de los logros de su Gobierno y que sea percibido por los españoles como una persona "cercana". Argumentan que debe contrarrestar el cartel de "soberbio" que se le ha colocado ante la opinión pública por parte de los medios conservadores. En el partido se sienten más cómodos con esta tesis. Tanto Barroso como Contreras tienen sonados enemigos en las filas socialistas que les acusan de "tener secuestrado al presidente". Recuerdan el fracaso que supuso que Miguel Sebastián utilizase una imagen de Alberto Ruiz Gallardón con una mujer en el debate televisivo de las elecciones a la Alcaldía de Madrid de 2007.

En los territorios se les señala directamente como los responsables de la debacle en las municipales y autonómicas del 28 de mayo. Sánchez no comparte este análisis y, según fuentes monclovitas, cambia continuamente las fichas y los argumentos después de haber consultado con ellos. De hecho, les han llegado a atribuir la decisión del adelanto electoral. Ellos se mantienen en un segundo plano, al margen de los que les colocan detrás de todas las conspiraciones. Hasta el último momento habrá intercambio de ideas y hasta la noche del lunes no se sabrá quién se ha impuesto. De una forma u otra, Sánchez sacará la carta de la corrupción. Con o sin fotografía.

De una forma u otra, Sánchez sacará la carta de la corrupción. Con o sin fotografía

En el cuartel general del PP dan por descontado que habrá "juego sucio". A diferencia de Sánchez, el gallego sí está haciendo mítines porque, según los populares, "él sí puede pasear por la calle". Hoy espera congregar a más de 12.000 personas en la plaza de toros de Pontevedra. No ha suspendido su agenda y aprovecha los trayectos para repasar con su equipo los temas que puedan surgir en el cara a cara. Ha solicitado "numerosa documentación", destacan sus escuderos, entre los que una vez más están Marta Varela, directora de gabinete, y Mar Sánchez, responsable del área de Proyección de Imagen y mano derecha de Feijóo.

El mismo lunes será cuando desde su despacho de Génova se concentre para no fallar. Su hándicap son los "errores de bulto" de algunas de sus intervenciones. Los socialistas han incidido en que "no está preparado para gobernar España", aprovechando desde sus equivocaciones en el manejo de algunos datos hasta su pronunciación en inglés con aquella ya famosa sonada referencia a Bruce Springsteen. En el partido hay miedo a que el "exceso de confianza" juegue en contra. Aconsejan que Feijóo tenga un perfil de "hombre de Estado" y rebata las "mentiras" de Sánchez sin arriesgar. El contrincante es peligroso. Feijóo puede consultar a Rajoy, que le acompañará hoy en Pontevedra. El expresidente tiene un máster en Sánchez.