El juez propone juzgar por terrorismo al acusado de enviar cartas explosivas a Sánchez y la embajada de Ucrania

La Audiencia Nacional ha propuesto juzgar por terrorismo y empleo de artefactos explosivos a Pompeyo González, el jubilado de 74 años que fue detenido como presunto autor del envío de cartas con material incendiario a seis objetivos en noviembre de 2022: el palacio de la Moncloa, el Ministerio de Defensa, el aeropuerto militar de Torrejón de Ardoz en Madrid, una empresa de armamento en Aragón y las embajadas de Estados Unidos y Ucrania. En el caso de esta última, un vigilante de seguridad resultó herido por la explosión del artefacto.

El magistrado José Luis Calama apunta a que no hay indicios de que pertenezca ni colabore con una banda o un grupo terrorista organizado, pero considera que cabe imputarle estos delitos porque los envíos se produjeron durante la guerra de Ucrania y los artefactos estaban preparados para explosionar.

TE PUEDE INTERESAR

La AN deja en libertad al hombre acusado de enviar las cartas explosivas a Sánchez y la embajada de Ucrania

Europa Press

“En el ánimo de dicho procesado está presente tanto el objetivo de alterar la paz pública, transmitiendo el mensaje de que nos encontramos ante unas acciones efectuadas por personas vinculadas a Rusia (...), como obligar a los poderes públicos de nuestro país a abstenerse del apoyo mostrado a favor de Ucrania frente a la agresión rusa”, explica en su auto.

La principal hipótesis de los investigadores se centra en su "autoadoctrinamiento" por canales tradicionales. El juez destaca para ello sus búsquedas en páginas web prorrusas o medios estatales de Moscú como Russia Today o Sputnik News, además de otras relacionadas con armas y contenido sobre química.

Los indicios que acorralan a González

La operación contra González se bautizó como Konvert, que significa 'sobre' en ucraniano y ruso. Antes de su detención en Miranda de Ebro (Burgos) el pasado enero, la Policía Nacional siguió sus pasos durante cerca de dos semanas para ver si detectaban algún colaborador o dinamizador de sus acciones. Las vigilancias no les llevaron hasta ningún otro sospechoso, pero vieron cómo González se desprendía de objetos que podrían ser claves para demostrar su culpabilidad y procedieron a su arresto.

“El informe de ADN de la Comisaría General de Policía Científica (…) constata que el ADN extraído de los vestigios abandonados por Pompeyo González Pascual coincide con el perfil genético recogido en los sellos y en las diferentes partes internas de los artefactos explosivos”, explica el juez.

TE PUEDE INTERESAR

La Policía detiene a un funcionario jubilado de Vitoria por las cartas incendiarias a las embajadas y Moncloa

Alejandro Requeijo Beatriz Parera

Entre junio y noviembre, González compró, además, "un kilo de nitrato potásico puro, cable con mecha, interruptores, filamentos de cobre y bombillas incandescentes", así como "toda clase de tornillería" y "brocas de precisión". Este material coincide con el hallado tanto en su vivienda como en los paquetes incendiarios, que incluían "postas de plomo a modo de metralla para aumentar la potencialidad lesiva".

Otro de los indicios se basa en que los sobres utilizados para los envíos conducen a página web entre cuyos clientes figura González y que algunos de los matasellos que figuraban en los mismos se corresponden con el centro de tratamiento automatizado de Valladolid. Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de este centro ponen de manifiesto su procesamiento en el mismo y, al rastrear los camiones de reparto, sus rutas llevan hasta diferentes buzones de Miranda de Ebro.

Como avanzó El Confidencial en diciembre de 2022, el paquete incendiario que se envió a la embajada de Ucrania no presentaba remitente, pero sí un sello horizontal con una tirada de 135.000 unidades. Esta es otra de las líneas de investigación que ha seguido la policía, pues las dos únicas expendedurías donde se podían comprar estos sellos se encuentran en Burgos.