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El policía abatido en Burgos fue detenido por trapicheo de droga y estuvo de baja psicológica
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500 kilómetros de huida

El policía abatido en Burgos fue detenido por trapicheo de droga y estuvo de baja psicológica

Aprovechó una visita para realizar un trámite sobre su situación laboral en su comisaría de A Coruña para robar el arma a un compañero. Tras una persecución, abrió fuego para evitar su arresto

Foto: Uno de los coches de la Guardia Civil involucrado en un tiroteo. (EFE/Santi Otero)
Uno de los coches de la Guardia Civil involucrado en un tiroteo. (EFE/Santi Otero)

El policía Óscar P. C., abatido este miércoles en una gasolinera de Burgos por la Guardia Civil, no atravesaba su mejor momento. Había sido detenido por trapichear con drogas y, a sus 46 años, acababa de pasar a la segunda actividad, según fuentes policiales. Es una especie de prejubilación dentro de la Policía, un destino a puestos de menor actividad que, en condiciones normales, se alcanza más adelante. Pero este policía había presentado una merma en sus condiciones psicofísicas tras haber atravesado una baja psicológica. Ha muerto tras una huida que se extendió a lo largo de 500 kilómetros, desde A Coruña hasta Villagonzalo Pedernales (Burgos).

Estaba destinado en la comisaría de Coruña sur. Allí acudió el martes para hacer un trámite burocrático relacionado con su segunda actividad. Ese mismo día, el armario del arsenal de las dependencias policiales apareció forzado y faltaba un arma en su interior. Según las fuentes consultadas, en ese momento, ya todos sus compañeros pensaron en él como posible autor del robo. Su muerte ha confirmado las sospechas. El agente fallecido había aprovechado la vista a su comisaría para acudir al lugar en el que sabía que estaban las armas y sustrajo la de uno de sus compañeros que se dio cuenta de que faltaba poco después. Por ese motivo, la Policía armó un dispositivo para detenerle.

Disparos en el túnel de Tardajos

El momento clave de este suceso se produjo esta madrugada en el túnel del municipio burgalés de Tardajos. Se trata de un punto bajo la montaña de 180 metros de longitud en el kilómetro 156 de la autovía A-231 León-Burgos. La Guardia Civil seguía el recorrido de este policía nacional que conducía un Opel Astra, su vehículo particular. Al detectar su recorrido, había Guardia Civil y Policía Nacional a ambos lados del túnel esperando para arrestarle. En ese punto, la Guardia Civil procedió a darle el alto, pero él se bajó del auto y abrió fuego contra los agentes del Instituto Armado. Las fuentes policiales consultadas indican que estaba nervioso y que comenzó a proferir gritos.

Foto: El aviso de la Policía Nacional sobre las fechas de caducidad de los DNI (iStock)

Tras efectuar disparos, se introdujo de nuevo en el coche y emprendió la marcha. Perseguido por las fuerzas de seguridad, tan solo le dio para llegar hasta la localidad de Villagonzalo de Pedernales. Eso son apenas 11 kilómetros desde el túnel, unos 10 minutos a ritmo normal. En una gasolinera del citado pueblo de Burgos, se protagonizó un tiroteo con los agentes que le acabó costando la vida.

placeholder Gasolinera en la localidad burgalesa de Villagonzalo Pedernales. (EFE/Santi Otero)
Gasolinera en la localidad burgalesa de Villagonzalo Pedernales. (EFE/Santi Otero)

Fuentes policiales recuerdan que el motivo por el que fue arrestado en su día tuvo que ver con tráfico de drogas, pero a pequeña escala, menudeo. Recuerdan que fue puesto a disposición judicial y el mismo día quedó en libertad. Según informa EFE, que cita fuentes policiales, seguía bajo investigación de Asuntos Internos y le habían retirado su arma reglamentaria.

El paso a la segunda actividad es una posibilidad que contempla la Policía y a la que se accede de manera voluntaria, salvo que se considere que un agente no está en condiciones ya sean físicas o psicológicas para prestar servicio policial. Este era el caso del fallecido. La Guardia Civil intervino en el dispositivo al ser alertada por la Policía Nacional de que había huido y estaba presuntamente armado. En el intercambio de disparos, no hubo que lamentar más costes humanos, tan solo impactos de bala en los vehículos, según datos de la Delegación de Gobierno.

El policía Óscar P. C., abatido este miércoles en una gasolinera de Burgos por la Guardia Civil, no atravesaba su mejor momento. Había sido detenido por trapichear con drogas y, a sus 46 años, acababa de pasar a la segunda actividad, según fuentes policiales. Es una especie de prejubilación dentro de la Policía, un destino a puestos de menor actividad que, en condiciones normales, se alcanza más adelante. Pero este policía había presentado una merma en sus condiciones psicofísicas tras haber atravesado una baja psicológica. Ha muerto tras una huida que se extendió a lo largo de 500 kilómetros, desde A Coruña hasta Villagonzalo Pedernales (Burgos).

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