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'Show' de Villar en la Audiencia, críticas a Tebas y silencio de Arminio sobre Negreira
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Corrupción en le fútbol español

'Show' de Villar en la Audiencia, críticas a Tebas y silencio de Arminio sobre Negreira

El expresidente de la RFEF elude su responsabilidad por el desvío de ocho millones de los árbitros y el exjefe de los colegiados españoles se acoge a su derecho a no declarar ante el juez

Foto: El expresidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, llegando a la Audiencia Nacional en una imagen de archivo. (EFE/Javier Lizón)
El expresidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, llegando a la Audiencia Nacional en una imagen de archivo. (EFE/Javier Lizón)

La Audiencia Nacional ha acogido este lunes las comparecencias de dos personajes históricos del fútbol español. El expresidente de la Federación (RFEF) Ángel María Villar y el ex máximo mandatario de los árbitros Victoriano Sánchez Arminio -jefe del ahora célebre José María Enríquez Negreira- acudieron al Juzgado para dar explicaciones sobre un presunto desvío de ocho millones de euros. Villar fue de menos a más en su interrogatorio, según fuentes presenciales. Se sacudió cualquier responsabilidad en la gestión del dinero presuntamente defraudado, hizo una defensa cerrada de los árbitros durante su mandato y cargó contra el presidente de la Liga, Javier Tebas. Una hora después, abandonó la sede judicial a paso ligero y con exabruptos.

Villar estuvo al frente del fútbol español durante casi tres décadas mientras que Sánchez Arminio dirigió el colectivo arbitral durante 25 años. Ambos marcaron una época que terminó de forma abrupta en 2016 con el llamado ‘caso Soulé’, la investigación por corrupción que terminó con la era Villar y dio pie al actual mandato de Luis Rubiales. Es precisamente una derivada del caso Soulé lo que les ha llevado de nuevo ante los tribunales. La Liga que dirige Javier Tebas presentó un escrito en la Audiencia Nacional en el que pidió la imputación de ambos y la Sala de lo Penal le dio la razón a instancias de la Fiscalía Anticorrupción.

Foto: Ángel María Villar, al salir de prisión el pasado 1 de agosto. (EFE)

La Liga percibe fondos de la recaudación de las quinielas, cuyo control depende de una comisión integrada dentro del Consejo Superior de Deportes (CSD). La institución que dirige Tebas aporta parte de ese dinero a la RFEF. Desde 2004, existe la obligación de que esa aportación de dinero público se destine a sufragar el pago de los derechos de arbitraje de las competiciones oficiales de fútbol. Cualquier otro tipo de obligación a sufragar mediante ese remanente requerirá la previa comunicación y acuerdo favorable de la citada comisión del CSD, según recuerdan los investigadores.

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y la Fiscalía apuntan a que las aportaciones realizadas por La Liga correspondientes a los honorarios arbitrales exceden de los gastos contabilizados por la RFEF en la suma de 7.999.013,18 euros, correspondientes a estos conceptos, indicando que esta diferencia no se encuentra justificada y que tales fondos no han sido destinados a su fin. Sánchez Arminio fue preguntado por los detalles de este dinero, pero se acogió a su derecho a no declarar. A su salida del Juzgado tuvo que escuchar las preguntas de los medios de comunicación sobre el ‘caso Negreira’.

Laporta en Barcelona

A esa misma hora, el presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta, se preparaba para dar explicaciones sobre los pagos al que fuera número dos de Sánchez Arminio en el Comité Técnico de Árbitros (CTA). Laporta se defendió con un ataque al Real Madrid y dijo que el equipo blanco históricamente ha gozado de ayudas arbitrales. El Barça se encuentra formalmente investigado por pagar 7,3 millones de euros a Enríquez Negreira desde 2001 hasta el año 2018, justo cuando dejó su cargo como mano derecha de Sánchez Arminio.

La Fiscalía sostiene que esos pagos del Barcelona eran para que el número dos de los árbitros influyera en su favor alterando así la competición con designaciones arbitrales favorables. Enríquez Negreira fue vicepresidente del CTA durante 25 años, pero Sánchez Arminio no ha hecho ninguna declaración sobre los hechos que han sacudido al Barça y al fútbol español en su conjunto. Este lunes extendió su mutismo a la Audiencia Nacional.

Foto: Victoriano Sánchez Arminio (c) en una foto de archivo de 2018 con Carlos Velasco Carballo y Luis Rubiales. (EFE/RFEF)

Villar sí aceptó contestar preguntas este lunes en el Juzgado central de Instrucción número uno de la Audiencia Nacional que dirige el juez Alejandro Abascal. Sostuvo que su relación con los árbitros era meramente institucional, que se limitaba a nombrar al presidente del CTA y que no negociaba convenios. También se sacudió la responsabilidad de la gestión económica que, según dijo, era competencia del que fuera administrador general de la RFEF entre 1981 y 2017, José María Castillón. Villar explicó al magistrado que era un dinero de los árbitros no finalista y por tanto podían disponer de él.

A partir de ahí hizo una defensa cerrada de Sánchez Arminio y de su gestión al frente de los árbitros. Explicó que sus decisiones contribuyeron a fomentar la cantera del arbitraje en España. Actualmente la figura de los árbitros se encuentra en entredicho y son constantes las críticas y protestas de los clubes a sus decisiones y variaciones de criterio. La introducción del VAR ha aumentado los recelos ante un estamento muy poco valorado. La Liga ha impulsado una iniciativa para que los colegiados dejen de estar bajo la estructura de la RFEF y clubes como el Atlético de Madrid solicitan que se mantenga en secreto el nombre de los árbitros que dirigen los encuentros desde el video arbitraje para que no estén sometidos a una presión añadida.

"Vete a tomar por culo"

Villar, igual que su sucesor Rubiales, consideran a Tebas como un enemigo. Esa relación quedó patente en el interrogatorio de este lunes cuando el expresidente de la RFEF cargó contra el dirigente de la Liga. Se jactó de haber ganado todas las acciones penales que Tebas ha presentado contra él y se ha quejado de que el caso Soulé lleve ya seis años en investigación sin cerrar ninguna de sus pesquisas en las que permanece como imputado. Las fuentes presentes en el interrogatorio afirman que se mostró vehemente en sus explicaciones, especialmente cuando tuvo que referirse a Tebas.

Foto: Villar y su hijo salen de la prisión de Soto del Real el pasado 1 de agosto. (EFE)

Villar y Sánchez Arminio llegaron juntos y se marcharon juntos acompañados de sus respectivos abogados. Junto a ellos también acudió este lunes ante el juez el ex secretario general del CTA Raúl Massó, quien solo respondió a su abogado para negar ninguna competencia en la gestión del dinero. A su salida de la Audiencia Nacional Villar --que cubrió su rostro con una mascarilla-- le dijo a los periodistas que no tenía la intención de hablar con nadie.

Preguntado si ese silencio había incluido también al juez en el interior de la sala, el ex mandatario de la Federación se quitó a la prensa de encima con un “vete a tomar por culo” y aligeró aún más el paso. Villar y Sánchez Arminio trataron de buscar protección frente a las preguntas de los medios en un bar sin saber que justo habían entrado el establecimiento en el que habitualmente toman café todos los periodistas que cubren la información de tribunales.

La Audiencia Nacional ha acogido este lunes las comparecencias de dos personajes históricos del fútbol español. El expresidente de la Federación (RFEF) Ángel María Villar y el ex máximo mandatario de los árbitros Victoriano Sánchez Arminio -jefe del ahora célebre José María Enríquez Negreira- acudieron al Juzgado para dar explicaciones sobre un presunto desvío de ocho millones de euros. Villar fue de menos a más en su interrogatorio, según fuentes presenciales. Se sacudió cualquier responsabilidad en la gestión del dinero presuntamente defraudado, hizo una defensa cerrada de los árbitros durante su mandato y cargó contra el presidente de la Liga, Javier Tebas. Una hora después, abandonó la sede judicial a paso ligero y con exabruptos.

Ángel María Villar Caso Negreira