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Iglesias critica la "ensalada de hostias" de Díaz y advierte: "No me voy a callar"
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La pugna en la izquierda

Iglesias critica la "ensalada de hostias" de Díaz y advierte: "No me voy a callar"

La secretaria general morada evita entrar en polémica tras la entrevista en la que Díaz, este domingo, criticó el rol del líder histórico de Podemos, pero también la ausencia de los morados en el lanzamiento de su candidatura

Foto: Pablo Iglesias y Yolanda Díaz, en mayo de 2021. (EFE/David Fernández)
Pablo Iglesias y Yolanda Díaz, en mayo de 2021. (EFE/David Fernández)

Si alguien esperaba que Pablo Iglesias dejara de marcar posiciones a los suyos en su pulso con Sumar, este lunes el líder histórico de Podemos ha dado portazo a esta opción. "No me voy a callar", respondía el exvicepresidente del Gobierno a Yolanda Díaz, su sucesora al frente de Unidas Podemos en el Gobierno, que el domingo criticó con dureza que Iglesias no deje "volar a la gente", que esté, siempre "archipresente". La entrevista de Díaz en 'Lo de Évole', y sus críticas a los morados por condicionar su respaldo al lanzamiento de Sumar a los recursos económicos y las posiciones de poder en las listas electorales, sentaron como un jarro de agua fría en el partido, si bien su secretaria general, Ione Belarra, minimizaba estos dardos.

En una entrevista en Radio Nacional, Belarra pasaba de puntillas y reclamaba a Díaz un acuerdo "esta misma tarde", evitando incluso valorar que la impulsora de Sumar deslizase que votará a la líder de Más Madrid, Mónica García, en las elecciones del 28-M, en las que Podemos e IU compiten con este espacio. Belarra defendía los esfuerzos de los suyos para llegar a pactos pero dejaba el grueso de la polémica en manos de Iglesias. Escasos minutos después, el exsecretario general morado publicaba un mensaje en su perfil de Twitter, compartiendo un nuevo artículo en la revista CTXT, uno de los foros en los que acostumbra a disparar contra Díaz -la semana pasada le reprochó que a su proyecto le faltan "proteínas ideológicas" y le sobran "ambigüedades"-. Hace meses que Podemos no disimula la pugna que mantiene con Sumar; Díaz empezó a reconocerla abiertamente en las últimas semanas, y el domingo criticó con claridad a Iglesias, a quien también acusó de manifestar comportamientos machistas -un saco en el que también introdujo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez-.

Foto: Yolanda Díaz en 'Lo de Évole'.

"Ione me pidió ser un activo mediático del partido, básicamente porque no hay casi nadie que defienda las ideas de Podemos en las televisiones y en las radios", sostiene Iglesias, antes de denunciar que, "como a otros expolíticos", no le "dejan salir" en "ninguna tele estatal". "Sé que mucha gente quiere que me calle, empezando por muchos compañeros de Sumar, pero voy a seguir estando a disposición de mi secretaria general y de toda nuestra militancia para defender las ideas de Podemos allá donde me dejen hablar", afirmaba. Su presencia mediática es muy criticada por otras formaciones aliadas de Sumar, y dirigentes de las formaciones políticas encuadradas en Unidas Podemos sostienen que es Iglesias quien marca las posiciones, ejerciendo como una suerte de ariete contra Díaz, apoyado además en su televisión por streaming.

También reclamaba a Díaz que deje de "pretender integrar a Podemos en su plataforma", lamentaba que la entrevista del domingo "aleje aún más" el pacto en la izquierda, e incidía en que la ley electoral, y la necesidad "de que no caigan los gobiernos progresistas", justifican ese acuerdo. Según el exsecretario general morado, su partido es "más necesario que nunca", "ideológica y electoralmente", para reeditar la coañición. Y se atreve a "decir ciertas verdades" que Díaz, a su entender, no puede verbalizar -en referencia a la "corrupción" mediática de la que Iglesias acostumbra a alertar-. Iglesias, como otros portavoces morados, aprovechó la fiesta de la primavera de su partido, este fin de semana, para vender perfil propio y reivindicarse como imprescindible en el nuevo político, incrementando la presión sobre la vicepresidenta segunda. "Si piden la "unidad a torta limpia", el "electorado" termina "deprimido" y luego "da igual que te des la mano", afirmó Díaz el domingo.

Foto: Iglesias, en la Fiesta de la primavera de Podemos en Zaragoza. (EFE/Javier Cebollada)

Una semana política más, la tensión alcanzaba máximos, e Iglesias aprovechaba otro de sus altavoces, la emisora RAC 1, para pedir a Díaz y el resto de "compañeros" de Sumar que "bajen uno poco el tono". "No sé en qué ayuda la ensalada de hostias de ayer a que nos vaya bien en las elecciones municipales y autonómicas", añadió, señalando que Díaz no hizo una buena entrevista: "No creo que ella esté contenta hoy, a todos nos ha pasado lo de hacer una entrevista mala.

Belarra, por su parte, dejaba a Iglesias los asuntos más espinosos: presumía de que su partido llega a las elecciones municipales "con los deberes hechos" -"Hemos cerrado más acuerdos que nunca"-, e insistía en mostrarse "disponible" para Díaz. Incluso afirmaba no haber visto la entrevista, emitida a las 22.30 del domingo. La también ministra de Derechos Sociales se centraba en sacar pecho por el rol de Podemos a la hora de lograr un pacto sobre la ley de vivienda, deslizaba que Sánchez no les avisó de que el Consejo de Ministros de este martes aprobará movilizar 50.000 viviendas de la SAREB para alquiler social -su anuncio estrella del domingo-, y sugería que actúa por "electoralismo". "Me da lo mismo", incidía, porque lo prioritario es abordar la situación de la vivienda.

Foto: La vicepresidenta primera y ministra de Economía del Gobierno español, Nadia Calviño. (EFE/Lenin Nollin)

Era, precisamente, el argumento de que la ley de vivienda sólo puede salir adelante gracias al acuerdo con la mayoría progresista en el Congreso, el que empleaba para presionar al PSOE para que no negocie con el PP sobre su propuesta para reformar la ley del sólo sí es sí. A las puertas de la reunión de la ponencia sobre la proposición de ley registrada de manera unilateral por los socialistas para frenar las rebajas de penas, Belarra aún afirmaba que puede haber un acuerdo entre los socios de la coalición, una opción que, fuera de cámara, los dos socios consideran casi imposible.

Tras el lanzamiento de la candidatura de Díaz a La Moncloa, el 2 de abril, con Podemos ausente, las dos partes asumieron que se abriría una etapa de guerra fría hasta las municipales y autonómicas del 28-M. Más Madrid o Compromís, dos partidos que respaldan abiertamente Sumar, son competencia directa de Podemos en sus respectivos territorios, y Díaz les ha dedicado gestos que, para los morados, suponen hacer "campaña electoral". Belarra se ocupa de pedir a la líder de Sumar que haga campaña a su lado y le ofrece un pacto; Iglesias lanza las críticas más duras a la vicepresidenta segunda.

Si alguien esperaba que Pablo Iglesias dejara de marcar posiciones a los suyos en su pulso con Sumar, este lunes el líder histórico de Podemos ha dado portazo a esta opción. "No me voy a callar", respondía el exvicepresidente del Gobierno a Yolanda Díaz, su sucesora al frente de Unidas Podemos en el Gobierno, que el domingo criticó con dureza que Iglesias no deje "volar a la gente", que esté, siempre "archipresente". La entrevista de Díaz en 'Lo de Évole', y sus críticas a los morados por condicionar su respaldo al lanzamiento de Sumar a los recursos económicos y las posiciones de poder en las listas electorales, sentaron como un jarro de agua fría en el partido, si bien su secretaria general, Ione Belarra, minimizaba estos dardos.

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