El PSOE rechaza las enmiendas de Podemos y mantiene intacta su contrarreforma del solo sí es sí

La batalla en el seno del Gobierno de coalición a cuenta de la reforma de la ley del sólo sí es sí vuelve a recrudecerse a 10 días de la fecha en la que previsiblemente llegará al pleno del Congreso de los Diputados. El grupo Unidas Podemos, en este caso bajo la batuta del Ministerio de Igualdad, ha registrado este lunes nueve enmiendas a la proposición de ley planteada de forma unilateral por el PSOE para corregir las rebajas de penas de la que fuera ley estrella del Ministerio de Irene Montero. Los socialistas ya han rechazado negociar estas enmiendas al considerar que "no solucionan el problema, que son los efectos indeseados" de la norma al facilitar las rebajas de condenas a agresores sexuales. Así lo ha avanzado este mediodía la ministra de Educación y portavoz del PSOE, Pilar Alegría, quien además ha considerado que las enmiendas de los morados son "muy similares, por no decir idénticas" a las presentadas por ERC y EH Bildu la pasada semana.

Los morados siguen la estela de ERC y EH Bildu, que presentaron sus recetas para modificar esta norma el pasado jueves, son muy similares y esto puede facilitar que las transaccionen, para defenderlas conjuntamente. La propia ministra de Igualdad avanzaba que van en la "misma línea", para garantizar que el consentimiento no se vea desplazado del núcleo de la norma. Esto es, que apuestan por "reforzar la violencia en las circunstancias agravantes", frente a la fórmula propuesta por los socialistas, introducir un nuevo subtipo agravado. Durante meses, los dos socios del Gobierno han peleado públicamente a cuenta de si la PL del PSOE afecta o no al consentimiento, algo que los socialistas niegan. Las dos partes sostienen que quieren un acuerdo, aunque ambas reconocen fuera de cámara que este pacto es muy difícil.

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Inicialmente, Igualdad planteó que los cambios fueran esgrimidos conjuntamente entre UP, ERC y EH Bildu, para exhibir cómo una parte fundamental de la mayoría progresista que sostiene al Ejecutivo está cohesionada frente a los cambios que reclaman hacer los socialistas. El PSOE tuvo el aval del PP al inicio de la tramitación de esta proposición de ley, a la que se opuso el socio minoritario y, aunque los socialistas insisten en que no hay conversaciones ni pacto alguno con el PP, los portavoces de Podemos siguen alertando de este supuesto acuerdo. "Es imposible creer" que una reforma "pactada" entre los dos grandes partidos "puede ser feminista", afirmaba Montero.

Frente a estas críticas, Alegría ha respondido que "no se puede confundir cerrazón con feminismo". Fuentes de la dirección de Ferraz argumentan que las enmiendas presentadas por sus socios inciden en las mismas propuestas que ya habían planteado en las negociaciones sin haber llegado a un punto de encuentro. La norma, que se tramita por la vía de urgencia, aterrizó en la cámara en febrero, hace más de dos meses, y lleva varada a la espera de enmiendas desde el 7 de marzo.

La presión de Montero al PSOE para que "reflexione", llega, además, en pleno pulso de los morados con Yolanda Díaz, mientras el PSOE visibiliza su apoyo al proyecto de la vicepresidenta segunda. Otros actores del grupo parlamentario Unidas Podemos, más allá del partido de Montero, albergaban dudas sobre la conveniencia de presentar enmiendas que, salvo que rubriquen un pacto in extremis con el PSOE que hoy nadie espera, difícilmente pueden prosperar por mera aritmética parlamentaria.

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La delegada del Gobierno contra la Violencia Machista, Victoria Rosell, reconocía durante la mañana que las "diferencias técnicas" entre su propuesta y la del PSOE "no son de gran calado". Rosell, que ha comparecido ante los medios para presentar estas enmiendas, alertaba de que sí tiene "mucha incidencia en el sistema dónde introduzcas la violencia o la intimidación", y lamentaba que no haya sido posible el entendimiento con el PSOE pese a "intentar hasta el último momento llegar a un acuerdo".

Defendía que en la proposición de ley presentada por el PSOE "no se trata de agravar las penas, sino de modificar la propia agresión sexual", pero insistía en responsabilizar al PP de esta fórmula. El Partido Popular ha presentado una propuesta para modificar la norma que, a juicio de los morados, es idéntica a la del PSOE, y hoy la delegada del Gobierno contra la Violencia Machista insistía en señalar que supondría un "retroceso" para los derechos de las mujeres.

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Por una parte, Rosell afirmaba que "sin duda" es "necesario mejorar la aplicación de la ley" -algo que Podemos ha negado en varias ocasiones-, pero también criticaba que el socio mayoritario del Ejecutivo no espere a que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre las revisiones de penas ya aprobadas, antes de aprobar "un tercer Código Penal en seis meses". "No tienen solución ni con esta [propuesta] ni con otra", reconocía, sobre las rebajas de penas, e insistía en que la propuesta unitaleral supone volver al sistema anterior, basado "en qué medios has empleado" en la comisión delictiva, y no en el consentimiento.

Desde hace semanas, el PSOE asume que el pacto es casi imposible, y cree que el desgaste que le provoca Podemos al retratarle alineado con el PP, y lejos de sus socios parlamentarios, ya está amortizado. Si no hay giro de guion, la reforma será aprobada de forma definitiva por el Senado el próximo 26 de abril.