Yolanda Díaz pide a Belarra que asista a la presentación de Sumar

Yolanda Díaz intenta obviar la pugna que mantiene con Podemos a cuenta de su exigencia de que se comprometa, por escrito, a celebrar "primarias abiertas" para conformar las listas electorales de Sumar. La vicepresidenta segunda del Gobierno ha pedido este miércoles a la secretaria general morada, Ione Belarra, que asista a su presentación como candidata a la Moncloa el domingo. Mientras Díaz hacía este llamamiento, en los pasillos del Congreso de los Diputados, la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, afirmaba en TVE que esta asistencia "está en su mano". "Está en manos de Yolanda Díaz", repetía poco después Irene Montero, número dos de Podemos, hasta en tres ocasiones. Los morados siguen condicionando su presencia el 2 de abril a este "pacto de mínimos", y la tensión sigue disparada.

La vicepresidenta se limitaba a pedir "que asista mucha gente de Podemos", así como su secretaria general. Desde su entorno deslizaban que serán las formaciones que se ausenten de la fotografía de la unidad quienes se vean retratadas. La foto, afirmaban, habla sola. Y en esa imagen estarán Alberto Garzón (IU), Ada Colau (comunes), Mónica García (Más Madrid) o Íñigo Errejón (Más País), a diferencia de Belarra. La izquierda a la izquierda del PSOE cierra filas con Díaz, mientras el líder histórico y ex secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, presiona desde los medios de comunicación, y alerta de que hay quienes quieren "humillar a Podemos". Iglesias, fuera de la política, lanzaba el martes en el diario Ara una advertencia: Podemos "jamás se ha dejado humillar, y no lo va a hacer ahora".

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Por lo pronto, desde su entorno trasladan que otras dos formaciones oficializarán durante la jornada su asistencia al acto de Díaz: la Chunta Aragonesista (CHA) y la formación navarra Batzarre. Desde la pasada semana, los aliados de la vicepresidenta segunda han ido anunciando —en la mayoría de casos, sin generar sorpresa— su adhesión al acto a cuentagotas. Entre ellos, Garzón, el lunes, y Errejón, el martes, han defendido que acudirán a la cita con Sumar sin plantear condiciones previas, y reclamando a Podemos que deje de presionar a Díaz. "Sin tutelas ni presiones", exigió el ex número dos de Podemos desde la Cámara Baja.

Podemos desliza que Díaz no quiere celebrar primarias abiertas, porque entienden que este escenario favorecería a los morados, al tener candidatables conocidos entre sus filas, y al contar con militantes organizados, algo de lo que no puede presumir Sumar, que ni siquiera es aún un partido político. Oficialmente, el último contacto sobre esta cuestión tuvo lugar el lunes. Públicamente, los portavoces morados han rebajado el tono tras los desencuentros de estos días, y eso permite que Iglesias cope los focos. "Hoy me escribía un periodista en Telegram y me decía: 'Primarias sí, pero luego, como le vengan bien a Errejón'. Quizá exageraba y se pasaba de mala leche, pero intuía algo que es la pura verdad", apuntó en Ara.

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El despegue de Díaz también ha tensado las relaciones de Podemos con el Partido Socialista, que contempla con preocupación la batalla en su socio parlamentario. El martes, la Moncloa impidió que Belarra compareciera en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. El Gobierno aprobó ayer, en segunda vuelta, la ley de familias tan reclamada por los morados, una de sus condiciones para avalar los terceros presupuestos generales de la coalición. La ministra de Derechos Sociales sí compareció tras su aprobación como anteproyecto, pero ayer tuvo que conformarse con un vídeo difundido en redes sociales, y desde su formación dejaron claro que no estaban conformes.

En su partido, choca esta forma de proceder, toda vez que el ala socialista y el propio Pedro Sánchez han puesto una "alfombra roja" a Díaz, especialmente evidente durante su discurso en la moción de censura de Vox. La disputa con Díaz no solo tiene que ver con las listas, con su acercamiento a dirigentes de la izquierda con los que Podemos está enemistado, sino que también tiene que ver con sus alianzas estratégicas —Podemos siempre apuesta por priorizar a ERC y a Bildu, dos pilares clave de la mayoría de investidura—.

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"Hay una estrategia del PSOE para debilitar a Unidas Podemos y alejarlo de su alianza con los independentistas de izquierdas", denunciaba el propio Iglesias en Twitter, citando su propia intervención en TV3 este miércoles. Mientras tanto, en el equipo de Díaz ponían el foco en el número de apoyos concitados, y se esforzaban por celebrar la unidad que visibilizarán el domingo. El lunes llegarán a una nueva pantalla, previsiblemente, con Podemos ausente.