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El despegue de Yolanda Díaz desata una pugna entre sus socios por las listas
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El despegue de Yolanda Díaz desata una pugna entre sus socios por las listas

Podemos insinúa que la vicepresidenta ha pactado ya con el PCE y Más Madrid y presiona para repartir cuanto antes los puestos de las generales en unas primarias. IU y los Comunes rechazan una negociación privilegiada con los de Belarra

Foto: Yolanda Díaz e Irene Montero. (EFE/Mariscal)
Yolanda Díaz e Irene Montero. (EFE/Mariscal)
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El pulso entre Yolanda Díaz y Podemos ha escalado a un nuevo nivel. La moción de censura dibujó un Gobierno de coalición más cohesionado, pero también evidenció la fractura que existe entre la impulsora de Sumar, que ha pasado de la defensa al ataque, y los morados, que ya deslizan que la vicepresidenta segunda engrasa en paralelo su unión con "el PCE y Más Madrid". En este escenario, aliados de Sumar, como hiciera IU hace más de dos meses, advierten de que no conciben una negociación "bilateral" entre Podemos y la ministra de Trabajo. Esto es, que se permita a los de Ione Belarra marcar tiempos o formas de actuar al resto de actores llamados a la confluencia en la izquierda. Podemos lleva semanas exigiendo abordar este debate, IU dejó clara su forma de proceder, y desde el entorno de Díaz insisten en que ahora no toca.

Aunque oficialmente se niega, el objetivo último es la toma de posiciones en las listas electorales para las elecciones generales de final de año. "No es el momento de hablar de listas", aseguran portavoces de Unidas Podemos, que reclaman posponer este debate hasta después de las municipales y autonómicas. "Cuando toque, todos querremos hablar", apuntan desde la confluencia que lidera Ada Colau. Su obsesión primera son las elecciones del 28-M, "ganar el territorio", en lugar de "estar a la greña" por el reparto de cuotas para las generales, abundan.

Izquierda Unida, por su parte, emplazó a la impulsora de Sumar a convocar una mesa conjunta de todos los partidos llamados a integrarse en su plataforma, en la que puedan abordar todos los detalles y diseñar el modelo de primarias abiertas conjuntas que le reclaman. Los cimientos del proyecto de Díaz deben decidirse en ese espacio, explicaron, y no fuera de este foro. Lo que Podemos exige a la vicepresidenta segunda como condición indispensable para participar en el lanzamiento de su candidatura, el 2 de abril, es una negociación paralela para alcanzar un pacto de mínimos; Díaz asegura que están hablando, pero los morados niegan la mayor. Ni hay avances, afirman, ni su interlocutora los contempla antes del 28-M. En paralelo, el exsecretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que sigue gozando de una enorme influencia en su espacio, ha intensificado sus presiones: "Hay quien dice que las listas y los acuerdos de coalición son cosas de burócratas que no les interesan. Si quien afirma esto lleva más de dos décadas en política, está mintiendo", acusó el lunes, en un artículo de opinión publicado en CTXT.

Foto: Yolanda Díaz. (EFE/Chema Moya)

En el equipo de Díaz justifican estos plazos recordando que, en varios casos, la quincena de partidos a los que quieren unir bajo el liderazgo de la vicepresidenta segunda compiten entre sí en las municipales, y Podemos ve crecer sus recelos. Primero, porque, al ser la fuerza de este espacio con una mayor representación a nivel estatal, no quieren diluirse entre partidos regionalistas más pequeños, o verse equiparados con el Más País de su némesis pre-Díaz, Íñigo Errejón. En público y en privado, los morados deslizan que la vicepresidenta segunda está "montando" un partido "con el PCE o Más Madrid", en palabras de Irene Montero, sugiriendo que lo que Díaz les niega es precisamente lo que sí concede a estos actores.

No hay nada inocente en una frase en la que la ministra de Igualdad se refiere al PCE y no a IU, coalición en la que se integra el Partido Comunista, ni tampoco lo hay en la puesta en escena de Yolanda Díaz con Alberto Garzón, Joan Subirats o Jaume Asens el martes, a su entrada en el hemiciclo para participar en la moción de censura de Vox. Como tampoco lo hubo, reconocen desde estas fuerzas, en el anuncio de adhesiones al acto de Sumar, o en los mensajes desde IU, Más Madrid o los comunes, en los que se elevaba a Díaz a candidata presidencial antes de que esta siquiera haya anunciado que concurrirá a las elecciones generales. Más cuando, hasta la fecha, siempre se ha sacudido esta etiqueta.

Foto: Yolanda Díaz, arropada por Alberto Garzón, Joan Subirats y Jaume Asens. (EFE/Chema Moya)

En este clima, algunas de las formaciones alineadas con Sumar rechazaron que haya pacto alguno en lo que toca a listas o a repartos de poder. "No hay acuerdo, solo la sintonía", afirmaban, y la "voluntad política" de concurrir juntos. Desde el equipo de la vicepresidenta, además, precisaron que las negociaciones no son conjuntas, sino que se reúnen, por separado, con cada una de las fuerzas llamadas a concurrir juntas.

Podemos es la más crítica, pero no la única formación que alberga dudas sobre la forma de proceder de Díaz en lo que toca a la puesta de largo de Sumar. Que se les convoque a la presentación de la iniciativa sin que haya nada acordado, y sin claves sobre el rumbo que quiere seguir la vicepresidenta segunda, genera suspicacias entre alguna de estas fuerzas. Mientras tanto, la formación morada insiste en que no hay negociación en marcha. Ni se han reunido esta semana ni lo hicieron la pasada, aseguran, porque desde Sumar desconvocaron este encuentro a última hora. Desde el equipo de Díaz inciden en que la interlocución es constante, pero sus interlocutores la acotan al día a día de la coalición o de la actividad parlamentaria, y sostienen que no hay un solo avance sobre el tema que más les preocupa. Es decir, las listas, como ocurre en toda coalición.

Foto: Pablo Iglesias y Yolanda Díaz, en el traspaso de carteras. (EFE/Mariscal)
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El miércoles, en una entrevista en RNE, Yolanda Díaz sorprendió al entrar en el cuerpo a cuerpo, señalando que Ione Belarra "tendrá que explicar" su ausencia si finalmente los morados no asisten a la presentación de Sumar. "No hay justificación para no caminar juntas", apuntaló la vicepresidenta, además de descartar que las primarias sean "el obstáculo" para el entendimiento. Lo que las dos partes obvian es que todo en las primarias tiene que ver con el cómo se estructuren y, en particular, con el censo.

Cercanía de Díaz al PSOE

El discurso de Díaz en la moción, o el hecho de que se presentara en una suerte de tándem o tique electoral con Pedro Sánchez, ha generado malestar en Podemos. Montero se limitó a afirmar que Díaz y Sánchez "defendieron bien" la labor del Ejecutivo, pero se apresuró a reclamar que las palabras "se traduzcan en hechos" y que la vicepresidenta cuide "a la mayoría progresista y plurinacional". El más claro, libre de ataduras orgánicas o institucionales, fue el líder histórico del partido, Pablo Iglesias, que censuró esta aproximación al PSOE y reclamó a la ministra de Trabajo que camine junto a sus "aliados naturales".

Foto: La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. (EFE/Chema Moya)

La presión de Iglesias a Díaz, que hoy volvió a reivindicarse "libre" y a criticar que la designara "a dedo" quien hoy exige primarias, se ha visto amplificada por la puesta en marcha de su televisión online, Canal Red. Con Montero reclamando a la coalición que impulse la ley de familias y desatasque la de vivienda —algo que también exigen el resto de fuerzas de Unidas Podemos—, el conjunto del espacio y sus aliados extramuros defendían su intervención frente a Ramón Tamames. "Hemos aprovechado el tiro en el pie de la derecha. Ayer se defendió la labor del Gobierno". Mientras tanto, en Podemos insistían: si no hay avances antes de las elecciones, si la izquierda no logra coser las costuras que la separan, será muy difícil evitar un mal resultado el 28-M. Levantar el vuelo en menos de medio año, antes de las elecciones generales, será muy muy complicado, alertan.

"Se cree el patrón de la izquierda"

Iglesias, particularmente activo en redes en los últimos días, cargó este jueves desde su perfil de Twitter contra la escritora Elizabeth Duval, después de que esta le reprochase el "fuego amigo" contra Yolanda Díaz y le pidiera que "rectifique". "Señora, hágame el favor de soltarme el brazo". "No se acerque más a nosotros", le espetó. "Pablo, hace meses me invitabas a La Base y yo iba encantada. Hemos compartido Consejo de Redacción y periódico. No sabes lo triste que es el sectarismo que destila alguien a quien he admirado tanto como tú y lo mucho que desearía que las cosas fueran de otra manera. Un abrazo", replicó Duval.

Poco después, el ex secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid y exportavoz en el Senado, Ramón Espinar, intervenía para afirmar que Iglesias "se ha olvidado de sí mismo devorado por su personaje". El que fuera integrante del núcleo duro de la formación recordó también que fue el exvicepresidente del Gobierno quien los "convenció de 'cabalgar contradicciones" acudiendo a las televisiones. "El problema viene —con las teles, con el Gobierno y con todo lo demás— cuando las cabalgan otros sin pedirle permiso ni someterse. Porque se cree el patrón de la izquierda", zanjó.

El pulso entre Yolanda Díaz y Podemos ha escalado a un nuevo nivel. La moción de censura dibujó un Gobierno de coalición más cohesionado, pero también evidenció la fractura que existe entre la impulsora de Sumar, que ha pasado de la defensa al ataque, y los morados, que ya deslizan que la vicepresidenta segunda engrasa en paralelo su unión con "el PCE y Más Madrid". En este escenario, aliados de Sumar, como hiciera IU hace más de dos meses, advierten de que no conciben una negociación "bilateral" entre Podemos y la ministra de Trabajo. Esto es, que se permita a los de Ione Belarra marcar tiempos o formas de actuar al resto de actores llamados a la confluencia en la izquierda. Podemos lleva semanas exigiendo abordar este debate, IU dejó clara su forma de proceder, y desde el entorno de Díaz insisten en que ahora no toca.

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