Garzón exige a Podemos que deje de buscar "traidores" y de erosionar a Yolanda Díaz

La paz en la izquierda se antoja difícil, aún a las puertas del lanzamiento del proyecto de Yolanda Díaz. Con Podemos enfrentado con Díaz, acompañada por el resto de fuerzas del espacio político, y con cruce de reproches entre quien se levanta de la mesa de negociación para conformar Sumar, el líder de IU, Alberto Garzón, ha reclamado al partido morado que cierre filas con la vicepresidenta segunda. El también ministro de Consumo, fiel aliado de Díaz, ha exigido este lunes al partido morado que salga "de la búsqueda de quiénes son los leales y quienes son los traidores".

En una entrevista en RNE, también le ha acusado de filtrar, este domingo, información sobre el bloqueo en las negociaciones, "desgastando a Yolanda Díaz". "Todo lo que sea desgastar, erosionar a Sumar o negociar en público", advertía, "es trabajar contra el acuerdo". Con la vista puesta en la presentación de la candidatura de Díaz, el próximo 2 de abril, Garzón ha recordado que Izquierda Unida —y él mismo— arropará a Díaz "sin poner ni una sola condición", porque entienden "que esto va de ganar el país", no de "ganar espacio a la izquierda".

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Tras el discurso de la vicepresidenta durante la moción de censura de Vox, acogido con frialdad por Podemos y celebrado entre IU y comunes, la división en el espacio Unidas Podemos se ha hecho aún más evidente. Las posiciones están claramente enfrentadas, y nadie se esfuerza ya por disimularlo. De hecho, la intervención de Garzón, este lunes, era una suerte de enmienda de totalidad a las posiciones moradas, trufada con llamamientos al acuerdo.

Desde esa reivindicación sobre el discurso de Díaz en la moción de censura fallida de la pasada semana hasta su puesta en valor de su receta para abaratar la cesta de la compra, que pasa por un acuerdo con las grandes distribuidoras —distinta a la de Podemos—, Garzón ha visibilizado esta adhesión sin matices a los postulados de la impulsora de Sumar. De hecho, trató de rebatir buena parte de los argumentos del partido de Ione Belarra: destacó que Sumar "no es un partido al uso", sino un "espacio de encuentro entre las fuerzas políticas y la ciudadanía", y descartó una "negociación bilateral" entre los morados y Díaz, reprochando a los morados que no respaldaran la propuesta de IU de conformar una mesa de partidos. Tampoco hay, decía, "discusión" sobre el hecho de que "primarias va a haber".

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En esta línea, el coordinador federal de IU ha reprochado a los morados que aireen "continuamente" los problemas de la vida interna de estas organizaciones, o que insistan en abordar el mecanismo para conformar las listas en este momento. "La gente que nos escucha está cansada de este debate permanente ensimismado", "egocéntrico", lo que quiere "es hablar de política". Los partidos, insistió, "tienen que ser humildes, dar un paso atrás, explotar las potencialidades", abundó.

Pese a las tensiones, Garzón asegura no contemplar un escenario de ruptura, y mantiene que "no sobra nadie" en la tarea de "reconstruir" el espacio político, que en solo siete años ha pasado de "alcanzar más del 20% del voto" a apenas un 13%. Sumar, según el líder de IU, permite el reencuentro con "gente que se había ido", como Más País y Compromís.

Con una mano, el ministro de Consumo reconocía los "obstáculos" que han encontrado los dirigentes de Podemos, en particular, Pablo Iglesias e Irene Montero, enfrentados a una "oposición furibunda". Con la otra, llamaba a "abandonar esa lógica de la política del enfrentamiento". "No se gana un país defendiendo una mesa camilla y hablando de listas electorales", advirtió la propia Díaz, durante el fin de semana. A una semana del pistoletazo de salida de su carrera a la Moncloa, y a solo dos meses de las elecciones del 28-M, la tensión en Unidas Podemos está alcanzando nuevos máximos.