Sánchez y Costa aceleran la conexión lusa del H2Med sin referencias al hidrógeno nuclear

El impulso del corredor energético de hidrógeno verde entre la península Ibérica y el resto de Europa a través de Francia sigue dando pasos. Los gobiernos de España y Portugal pretenden cerrar este miércoles la carpeta relacionada con el trazado luso del hidroducto hasta la frontera española: la conexión entre la localidad portuguesa de Celorico da Beira y Zamora (CelZa). La energía centrará uno de los principales focos de la XXXIV cumbre hispano-portuguesa, junto a asuntos económicos y de cooperación transfronteriza que pretenden plasmarse en una decena de memorándums de entendimiento (MOU, por su acrónimo en inglés). Los que firmarán con sus homólogos la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera; el ministro de Exteriores, José Manuel Albares; la de Justicia, Pilar Llop; Transportes, Raquel Sánchez; Sanidad, Carolina Darias; Cultura, Miquel Iceta; Educación, Pilar Alegría, y Universidades, Joan Subirats.

A falta de que se perfile la declaración final de la cumbre en el plenario que celebrarán ambas delegaciones, la intención pasa por incluir referencias sobre la concreción del H2Med, principalmente respecto a la conexión lusa, y la defensa de que esta infraestructura transporte energía "renovable". Entendida como la eólica y fotovoltaica, frente a las presiones de Francia para que lo haga también con energía nuclear, en línea con la batalla que se está dando en la Comisión Europea. Fuentes del Ministerio de Transición Ecológica subrayan, sin embargo, que "desde el principio el proyecto está concebido para transportar únicamente hidrógeno producido con energías renovables" para canalizarlo desde la península Ibérica hasta el norte de la UE. Entienden que España y Portugal producirán el hidrógeno verde más barato del continente por sus recursos en estas energías, esquivando así la opción de modificar el proyecto para bombear también de Francia a España.

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Al margen de los asuntos energéticos, el Ejecutivo de António Costa tiene interés en abordar el impulso del acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela). Se trata de uno de los asuntos encallados durante los últimos años y que Pedro Sánchez pretende priorizar bajo su presidencia de turno del Consejo Europeo, a partir del mes de julio.

En este marco, Bruselas acogerá ese mismo mes, ya bajo la presidencia española, una cumbre de la UE con los países de América Latina y el Caribe. Otro de los asuntos prioritarios bajo la presidencia española, y que también avanzarán las ministras de Trabajo de ambos países en esta cumbre (Yolanda Díaz y Ana Mendes), es la economía social, con cuestiones clave como la directiva para las plataformas digitales, el fomento del diálogo social o la salud mental en el mercado laboral.

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La prórroga del mecanismo ibérico y la reforma del mercado eléctrico son otros temas que unen a ambos países en su agenda en Bruselas. Las relaciones bilaterales entre ambos gobiernos vienen profundizándose en los últimos años con batallas compartidas en Bruselas, y Sánchez ha querido adelantar este encuentro de carácter anual, pese a haberse celebrado uno previo el pasado mes de noviembre, para asegurar su celebración evitando la interferencia de las elecciones generales. No solo por la campaña, sino también por el hecho de que en las fechas en que se cumpliría un año desde la última cumbre, el Gobierno estaría en funciones.

El legado cultural entre ambos países será otro de los focos de la cumbre, que este martes ya dejaron ver Pedro Sánchez y António Costa con la visita a la casa museo del premio nobel portugués José Saramago, que vivió y murió en Lanzarote. En esta línea, entre los diferentes acuerdos que está previsto sellar este miércoles, destaca la programación cultural conjunta dedicada a la transición democrática en ambos países.

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Portugal cumplirá este año 50 años del inicio de su proceso de transición, que España comenzó un poco después. El acuerdo, que firmará el ministro de Cultura, Miquel Iceta, con su homólogo, Pedro Adão e Silva, comprende una programación conjunta multidisciplinar, desde la música y el cine a la literatura, entre septiembre de 2024 y septiembre de 2025.

En el plano transfronterizo, se desarrollarán acuerdos para el fomento de escuelas bilingües, reconocimiento de títulos universitarios y prácticas laborales —campus rural transfronterizo— o un proyecto compartido para revitalizar y recuperar aldeas fronterizas tanto desde el plano demográfico como económico. Para ello, se pretenden impulsar infraestructuras en telecomunicaciones que faciliten el teletrabajo y el desarrollo económico o la recuperación de patrimonio para atraer actividad económica. Ambos países han identificado ya varias localidades para este proyecto, que busca financiarse en buena medida con fondos europeos.