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Cáritas impulsa un 'Zara de la segunda mano' y prevé abrir 300 tiendas con la ayuda de Inditex
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Proyecto textil Moda re-

Cáritas impulsa un 'Zara de la segunda mano' y prevé abrir 300 tiendas con la ayuda de Inditex

Moda re- cuenta ya con 130 establecimientos de ropa reciclada en España, con precios inferiores a 20 euros, como una herramienta contra la exclusión. El gigante empresarial colabora como parte de sus programas sociales

Foto: Una tienda de ropa de segunda mano de Cáritas. (Cedida)
Una tienda de ropa de segunda mano de Cáritas. (Cedida)
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Salvo despistes, ya nadie va con su bolsita de ropa vieja a entregarla con muy buena conciencia al despacho parroquial de Cáritas, como era habitual hace treinta años. Ahora, más de 700 contenedores repartidos por colegios, parroquias y puntos estratégicos en las ciudades —gracias a los convenios firmados por la organización eclesial con los ayuntamientos—, hacen aquella función y, encima, han logrado crear 1.300 puestos de trabajo, el 50% reservado a personas en situación de exclusión social.

Es el milagro de Moda re-, el proyecto textil de Cáritas Española que agrupa las iniciativas para la reutilización y reciclado de ropa de donaciones de 45 Cáritas Diocesanas en toda España y que se ha convertido en un ejemplo de economía circular que vende, a precios de entre 2 y 20 euros, en 130 tiendas repartidas por toda España y en una veintena de corners instalados en los hipermercados Alcampo. El horizonte es todavía más ambicioso y, con la ayuda del grupo Inditex, prevé abrir hasta 300 establecimientos en una red que se conoce como el Zara de la segunda mano.

Foto: Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas Española. (Cedida)

"Moda re- es la evolución de esa tradición tan española de llevar la ropa que ya no tenía utilidad en el ámbito familiar a la parroquia para que los voluntarios de Cáritas la acondicionaran y la hiciesen llegar a las familias necesitadas. A finales los años 80, algunas personas en Cáritas pensaron que el tratamiento de la ropa usada podría crear puestos de trabajo precisamente para muchas de aquellas personas que eran las destinatarias de esa ropa, a partir del convencimiento de que, para sacarlas de su situación de pobreza y exclusión, la mejor herramienta era que pudiesen lograr un empleo", señala Albert Alberich, director de esta iniciativa social sin ánimo de lucro y que se dedica a la gestión del círculo completo de la ropa usada: recogida, preparación para la reutilización, reciclaje y venta.

Junto con esa apuesta por la economía circular y la inserción social, pronto vino también la concienciación medioambiental y, ante el volumen de ropa usada, pero inservible, que recogían y que acababa finalmente en un vertedero, el proyecto dio un paso más con la creación, entre 2012 y 2014, de tres plantas integrales de tratamiento de estas prendas en Bilbao, Barcelona y Valencia, "que son las más avanzadas de España y del sur de Europa", señala con orgullo Alberich, y en las que, además de un tratamiento medioambientalmente más adecuado, se extraen fibras y materias primas con valor para la industria. Nada se pierde.

300 tiendas

A Alberich no le asusta que la compra de ropa segunda mano deje de estar de moda y está convencido de que Moda re- tiene un gran camino todavía por recorrer. Los números los avalan. "En marzo de 2020, cuando nacimos, teníamos 80 tiendas. En casi tres años de vida hemos aumentado en 50 puntos de venta, a pesar de la pandemia, y esperamos llegar en los próximos tres años a los 300. A finales de este 2023, la red de tiendas como mínimo aumentará entre 30 o 40 puntos más, hasta los 170", apunta. A falta de cerrar el ejercicio económico de 2022, estima que la facturación total de todo el proceso "será superior a los 30 millones de euros, dinero que se reinvierte íntegramente en el proyecto", subraya.

El modelo a seguir es Inglaterra, con 11.000 tiendas de segunda mano gestionadas por entidades sociales. "Nosotros queremos estar presentes en todo el territorio nacional". Y van por buen camino… y en buena compañía. Porque en esta travesía les viene acompañando nada menos que Inditex, dueña, entre otras marcas, de la emblemática Zara, con quien acaba de firmar hace unas semanas un acuerdo por el que la multinacional creada por Amancio Ortega aportará 8,5 millones de euros a Cáritas durante los próximos tres años para fortalecer el programa Moda re- y seguir desarrollando proyectos de empleabilidad, formación e inclusión de personas en situación de vulnerabilidad en España.

Ayuda de Inditex

El acuerdo, firmado el 18 de enero por el consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras, y el presidente de Cáritas Española, Manuel Bretón Romero, que prolonga hasta 2025 la colaboración que ambas entidades mantienen desde 2007, estipula para 2023-2025 que los fondos aportados por Inditex a Moda re- "se dirigirán prioritariamente al refuerzo de la capacidad y los sistemas de trazabilidad de recogida de prendas y al impulso de su red de tiendas solidarias, con nuevas aperturas".

Foto: Tienda de Zara (grupo Inditex) en Las Palmas. (Reuters/Borja Suárez)

Porque también Inditex parece haber visto con claridad que la economía circular no es una simple moda, sino que la concienciación ciudadana va marcando un camino que pronto, según los especialistas, hará que supere al de la fast fashion. De ahí que, desde el pasado mes de noviembre, el buque insignia de Inditex haya abierto en el Reino Unido una plataforma para la venta de ropa de segunda mano, reparación y donación de prendas de Zara.

En Moda re- no les preocupa lo más mínimo que esa iniciativa de Zara pueda finalmente llegar también a España. Y tiene toda su lógica. "No, nos asusta —confiesa Albert Alberich—. Entendemos que Zara es más un compañero de viaje. Están haciendo un espacio experimental y creemos que si eso se traslada a España, tenemos muchas posibilidades de ser su partner en este aspecto. Y es un gran avance que las grandes marcas se impliquen en la moda circular". Algo redondo, también, para Inditex.

Incremento de ventas

La mayor conciencia medioambiental y de consumo responsable, que ha entrado con fuerza en la sociedad española —en parte por la mutación que ha convertido la segunda mano en vintage—, está dando un importante impulso a este proyecto cooperativista. "En 2022 recogimos 44 millones de kilos de ropa, lo que supone más del 40% de la que se recoge en toda España", apunta el director de Moda re-. Y en los últimos doce meses, las ventas registraron un incremento de más del 15% en un mercado en el que cada año, más de 80.000 personas compran ropa de segunda mano por primera vez, una tendencia al alza en esta última década que viene impulsada por los jóvenes: seis de cada diez chicas y chicos españoles menores de 26 años han comprado prendas de segunda mano alguna vez.

placeholder Un joven en una tienda de Moda re-. (Cedida)
Un joven en una tienda de Moda re-. (Cedida)

"En 2018 solo el 2% de nuestros clientes era menor de 25 años; en 2022 esta cifra ha subido hasta el 14,3%", señala Enrique Osorio, del equipo de marketing de Moda re-. "La combinación de estilo y sostenibilidad ofrece a los jóvenes una fórmula atractiva, a la que se suma el impacto social y solidario de esta opción de compra frente a otras opciones", añade. Porque que estos compradores sepan —gracias a la apuesta por las campañas de concienciación dirigidas a este tipo de público— que comprar una camiseta en Moda re-, por ejemplo, genera 7 minutos de empleo social, les resulta también muy motivador, lo mismo que entender que quienes les atienden en ese punto de venta (una media de 4 empleados por tienda, en el 85% de los casos, mujeres) son personas que, "en un proceso de dignificación propio de las empresas de inserción", han logrado salir de la exclusión social.

Salvo despistes, ya nadie va con su bolsita de ropa vieja a entregarla con muy buena conciencia al despacho parroquial de Cáritas, como era habitual hace treinta años. Ahora, más de 700 contenedores repartidos por colegios, parroquias y puntos estratégicos en las ciudades —gracias a los convenios firmados por la organización eclesial con los ayuntamientos—, hacen aquella función y, encima, han logrado crear 1.300 puestos de trabajo, el 50% reservado a personas en situación de exclusión social.

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