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El mejor regate de Neymar: así ha burlado la cárcel y al fondo inversor que le ató con 18 años
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Absuelto por corrupción

El mejor regate de Neymar: así ha burlado la cárcel y al fondo inversor que le ató con 18 años

Dos hermanos inversores pagaron menos de un millón por sus derechos cuando era una promesa. Se sienten defraudados por el jugador tras haberle ayudado a él y su familia en los inicios de su carrera

Foto: Neymar saliendo de la Audiencia de Barcelona. (EFE/Quique García)
Neymar saliendo de la Audiencia de Barcelona. (EFE/Quique García)
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El astro brasileño Neymar Junior se sentó en octubre en el banquillo de los acusados con cara de no saber qué pintaba él ahí. Lo que se discutía era si uno de los jugadores más caros de la historia tenía que ingresar cinco años en prisión por aceptar un soborno del Barça antes de su fichaje en 2013. Siete años de causa judicial han terminado con la absolución del futbolista y todos los acusados, incluidos sus padres y dos expresidente del FC Barcelona. El desenlace pone al descubierto una grieta en el negocio de los fondos de inversión que se han hecho de oro en el mundo del fútbol en las últimas décadas. La FIFA prohibió a estas entidades en 2015 hacerse con los derechos federativos de los jugadores, pero su actividad sigue presente en el mundo del fútbol por otras vías.

Esta causa de corrupción se ha adentrado en las cocinas del fichaje de uno de los jugadores más importantes de este siglo. No es habitual conocer pormenores de estas operaciones. La propia sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Barcelona esta semana dice que el caso ha permitido "analizar las particularidades de la contratación en el fútbol profesional". Los hechos probados zanjan que en marzo de 2009 un fondo de inversión que se llama DIS compró por cinco millones de reales brasileños [no llegó a un millón de euros] el 40 por ciento de los derechos federativos de un Neymar que recién había cumplido la mayoría de edad. Este es el negocio: apuestan por un jugador cuando todavía es una incógnita y buscan rentabilizar su operación con un futuro traspaso.

Foto: Cristiano, en su presentación con el Madrid. (Reuters/Juan Medina)

Dos años después, apareció el Fútbol Club Barcelona de Sandro Rosell, un presidente bien conectado con Brasil por los años en los que fue directivo de Nike en ese país. Llamaron a la puerta del Santos FC para fichar a Neymar. En concreto, el hombre que llevó aquellas negociaciones en 2011 se llama Andre Cury, un ojeador local al que el Barcelona le pagaba 700.000 euros al año, según el contrato que desveló Catalunya Radio. El resto de ojeadores culés cobraban 70.000, un cero menos, según la misma información que daba cuenta de las exigencias que pedía Cury cuando iba a Barcelona. En el juicio, Sandro Rosell cifró entre 25 y 30 millones lo que cuesta al año mantener la cantera del club.

La puja con el Real Madrid

Aquellos contactos culminaron con un acuerdo verbal entre el Barça y el Santos para el fichaje de Neymar por 55 millones de euros. Pero las palabras se las llevó el viento a los tres días. Es lo que tardó el Real Madrid en meterse de por medio. Ofreció cinco millones más que los catalanes, que se negaron a igualar la oferta de 60 millones. La sentencia no explica por qué Neymar no se fue al Madrid. El presidente madridista, Florentino Pérez, declaró en el juicio como testigo por videoconferencia y dijo recordar que Neymar solo quería jugar en el Barcelona.

placeholder Florentino Pérez durante su declaración como testigo en el juicio de Neymar.
Florentino Pérez durante su declaración como testigo en el juicio de Neymar.

Sin embargo, el futbolista firmó un nuevo contrato con su equipo de Brasil, con el que tenía un acuerdo hasta 2015. Se comprometió por tres años más, hasta 2014, y una cláusula de rescisión nueva que ascendía a 65 millones. Si alguien quería hacerse con el futbolista antes de expirar el contrato, ese era su precio. Lo que hizo el Barcelona por medio de Rosell fue negociar directamente con el jugador. Eso es algo que está prohibido por la normativa FIFA. Obliga a que las comunicaciones sean entre los clubes salvo los últimos meses de contrato. La particularidad aquí es que Neymar contaba con una carta del presidente del Santos que le permitía negociar por su cuenta su futuro antes de 2014.

Los jueces de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial interpretan que esa carta fue uno de los requisitos que establecieron Neymar y su padre para no marcharse en 2011. También una manera de proteger al jugador contra una sanción de la FIFA. El pacto al que llegó el Barça con la familia del futbolista fueron 40 millones de euros para ellos a cambio de no aceptar ninguna otra oferta cuando terminara su estancia en el Santos. Si los culés se echaban atrás, tendrían que pagar esa cantidad igualmente. Lo mismo tenía que abonar el futbolista al Barça si optaba por otro destino. Este compromiso de ida y vuelta y la posible penalización a la que tendría que hacer frente el Barcelona si renunciaba es uno de los argumentos que utilizan los jueces para descartar que se tratase de un soborno.

La petición de Tito Vilanova

El delito cometido por el que se sentaron los acusados en el banquillo era el de corrupción en los negocios. Se castiga para dar protección a la libre competencia en el mercado y que las trampas que puedan cometer los empresarios no alteren el equilibrio en la economía. El fondo de inversión defiende que el Barça devaluó el precio del jugador en el mercado al invertir 40 millones de euros en convencer al jugador por la vía directa. Añadía además que cualquier otro equipo que se interesara por el jugador, tendría que hacer frente a esa cantidad pactada con la familia.

Foto: Neymar, en la entrada al juicio. (Reuters/Nacho Doce)

Finalmente el traspaso se realizó en 2013 porque el entrenador del Barcelona, el ya fallecido Tito Vilanova, le necesitaba con urgencia en la plantilla al haberse lesionado de gravedad el delantero David Villa. Eso obligó al conjunto español a negociar un precio con el Santos. Le pagaron 17,1 millones por los derechos federativos. El 40 por ciento en propiedad del fondo de inversión se tradujo en apenas 6,8 millones. Eso es casi siete veces más de lo que habían pagado en 2009, pero una cantidad irrisoria si los barcelonistas hubiesen abonado los 65 millones de la cláusula de rescisión. En ese caso, el pago habría sido de 26 millones para DIS.

Los jueces comprenden que DIS pudo ser perjudicado económicamente, pero explican que para que eso sea delito tendría que haber existido alguna intención de generar perjuicio al fondo. La acusación también puso de relieve que los 17 millones estaban muy por debajo del valor que ya tenía el jugador. La sentencia recuerda que estaba a un año de terminar su contrato por lo que habría quedado libre y gratis. En esos escenarios, los clubes suelen sentarse a negociar al menos alguna cantidad antes de perder toda posibilidad si el futbolista no quiere renovar. En ocasiones, pocas, los clubes castigan al jugador en la grada sin poder jugar los partidos.

placeholder Neymar con Sandro Rosell. (EFE/Albert Olivé)
Neymar con Sandro Rosell. (EFE/Albert Olivé)

Durante el proceso, el fondo de inversión no apeló solo al perjuicio económico, sino también al daño moral al haberse sentido traicionados por la actitud del jugador y la familia a los que había ayudado "con asistencia día a día" cuando Neymar todavía era una incógnita. Se sienten responsables de que "llegara a ser un jugador de la élite mundial del fútbol". Pero los jueces recuerdan que en una causa judicial no hay sitio para estos sentimientos: "Estamos en un proceso penal y no ha de acudirse a argumentos de naturaleza moral".

No cabe el debate moral

Los magistrados, incluso, afirman que no les interesa si los dueños de DIS —los hermanos Idi y Delcir Sonda— son "unos enamorados del fútbol". "Se trata de determinar —explica la resolución— si hubo soborno y si uno de los fines del soborno fue el de perjudicar a DIS. En todo caso es evidente que los términos del contrato entre DIS y el jugador tenían un marcado propósito lucrativo que, por legítimo, no debe diluirse en pretendidos propósitos altruistas". En la sentencia, los jueces recuerdan que el propio fondo de inversión estableció una serie de cláusulas de indemnización y penalización cuando ató a Neymar con 18 años sin que conste que hayan realizado reclamación alguna.

De hecho, los jueces insisten varias veces en que tendrían que haber acudido por la vía civil en Brasil. Este era el segundo acto del caso Neymar. Ya hubo un primer pleito que se saldó con una condena para el Barça por un delito contra la Hacienda Pública. Se debió a que el Barça le adelantó al padre de Neymar 10 millones de la cifra de los 40 que habían pactado y lo declararon como un préstamo cuando en realidad era otra cosa. Los jueces se refieren al concepto de esa cantidad clave con términos como "precontrato", "derechos futuros" o "contrato atípico".

Foto: Bartomeu y el padre de Neymar, antes de entrar en la Audiencia Nacional. (EFE/Quique García)

La sospecha y el sentimiento de traición para el fondo de inversión creció al descubrir que el Barcelona y el Santos habían suscrito contratos paralelos por los que el conjunto culé pagó casi 8 millones por un contrato de colaboración de fútbol base. También se comprometió a disputar un amistoso en Sao Paulo y si no iban pagarían 4,5 millones más. Por este motivo, los acusados también se enfrentaron a un delito de estafa por simulación de contratos. DIS piensa que inventaron otros intereses para que el Santos no dejase de cobrar sin tener que dar un 40 por ciento al fondo de inversión. Los jueces lo descartan también. Se basan en que el partido amistoso nunca se disputó y el Barcelona jamás pagó la cantidad acordada.

Un recuerdo para Messi

Del mismo modo, los acuerdos comprendían un derecho preferencial para fichar a tres jugadores de la cantera del Santos. Uno de ellos terminó vendido al Inter de Milán sin que el Barça hubiera podido contraofertar por lo que los azulgranas denunciaron al club brasileño y fueron indemnizados. La Justicia considera que si los acuerdos hubieran sido una mera simulación, el Barcelona no se habría declarado agraviado y no habría exigido compensación.

La absolución de todos los acusados del llamado Caso Neymar era previsible después de que el fiscal retirase sus acusaciones el último día del juicio. A lo largo de los 115 folios de sentencia, los jueces tienen un recuerdo para el futbolista argentino Leo Messi, aunque no le citan expresamente. El motivo es que Neymar se escudó en las decisiones las tomaba su padre para sacudirse cualquier responsabilidad en el caso, algo similar a lo que hizo Messi cuando tuvo su pleito con Hacienda.

Los jueces recuerdan que esto no vale como excusa: "Sobre la cuestión, en el conocido caso de otro jugador de fútbol de la élite, el Tribunal Supremo es contundente en su sentencia". Zanja que el delito no desaparece por delegar actuaciones en otros sujetos si conserva la competencia para recabar la información y revocar la delegación.

El astro brasileño Neymar Junior se sentó en octubre en el banquillo de los acusados con cara de no saber qué pintaba él ahí. Lo que se discutía era si uno de los jugadores más caros de la historia tenía que ingresar cinco años en prisión por aceptar un soborno del Barça antes de su fichaje en 2013. Siete años de causa judicial han terminado con la absolución del futbolista y todos los acusados, incluidos sus padres y dos expresidente del FC Barcelona. El desenlace pone al descubierto una grieta en el negocio de los fondos de inversión que se han hecho de oro en el mundo del fútbol en las últimas décadas. La FIFA prohibió a estas entidades en 2015 hacerse con los derechos federativos de los jugadores, pero su actividad sigue presente en el mundo del fútbol por otras vías.

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