Illa reclama a Page "altura de miras para garantizar la convivencia en Cataluña"

La posición favorable de Salvador Illa a promover una consulta entre los catalanes, expresada en una entrevista con El Confidencial, ha elevado la tensión en una parte del partido. Sobre todo entre los barones más críticos con las alianzas del Gobierno con partidos independentistas, como es el caso del castellano-manchego Emiliano García-Page y el aragonés Javier Lambán. El propio Illa ha tomado la iniciativa de calmar a estos barones y se ha puesto contacto con el presidente del Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, para reafirmarse, como ya hacía en la mencionada entrevista, en que "el PSC ha garantizado, garantiza y seguirá garantizando siempre el cumplimiento íntegro de la Constitución en Cataluña, ya que es nuestro marco de convivencia".

El líder de los socialistas catalanes ha intercambiado mensajes con Page en los que le reclama, tras sus duras acusaciones por "pactar con delincuentes" en el marco de la reforma del Código Penal, que, en este momento, "conviene tener altura de miras para garantizar la convivencia, la concordia y el reencuentro en Cataluña". Todo ello, "desde la evidencia de que hoy estamos mejor que hace cinco años". Según incide Illa, "lo que es bueno para Cataluña es bueno para España, porque Cataluña es parte de España". Por otra parte, ha querido lanzar un mensaje a ERC, tras volver a priorizar en su agenda un referéndum de autodeterminación, que "dejen de engañar a la ciudadanía de Cataluña" y que "tengan la valentía de decir la verdad". Según su opinión, se ha pasado página tanto "a una década perdida" como al procés, recalcando que "no habrá un referéndum de autodeterminación". Un imposible, ha concluido durante un encuentro con medios esta tarde.

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Javier Lambán se ha sumado esta mañana a las críticas internas, que desde Ferraz y el Gobierno tratan de acotar como casos aislados, en línea con lo ya manifestado por el presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page. Para Lambán, los delitos de malversación cometidos por los líderes del procés no deberían rebajarse, como ha pactado el ejecutivo con ERC, sino que incluso deberían tener una pena mayor. "Malversar para financiar aquellos hechos gravísimos contra la Constitución debería tener un tratamiento penal incluso agravado", ha apuntado para desmarcarse de la posición oficial de su partido.

Coincidiendo con la preparación de su congreso interno, ERC ha puesto la agenda la propuesta de celebrar un referéndum de autodeterminación. Frente a ello, desde el Gobierno insisten en que no se producirá ningún tipo de consulta que esté fuera del marco constitucional, como sería la autodeterminación.

La posición de Salvador Illa a favor de una consulta ha sido celebrada por el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, para quien es una "buena noticia" que el PSOE por fin desvele sus cartas, para "confrontar propuestas". "Si fruto del diálogo entre catalanes y sus partidos se llega a un consenso y a un mínimo acuerdo sobre cómo organizar el autogobierno de Cataluña que competa a la comunidad catalana, estoy de acuerdo con esa consulta y me parecería bien", defendió Illa en la entrevista con El Confidencial para aclarar que "en ningún caso" se trataría de "una consulta para una ruptura, para la autodeterminación".

Cuestionado sobre este posicionamiento, Lambán ha afirmado que "lo que quiere decir el primer secretario del PSC, exactamente, no sé lo que es", para concluir que "me opondré radicalmente a que se plantee ningún referéndum en Cataluña fuera de los que contempla la legislación vigente". Dentro de estas posibilidades se ha referido a una reforma del Estatut. Page, por su parte, ha anunciado que presentará una iniciativa legislativa que "impida consultas que no afecten al conjunto de los españoles".

En el contexto de la propuesta de ERC para volver a priorizar la celebración de un referéndum, el presidente de Aragón ha advertido que frente a esta hoja de ruta "todos los demócratas y partidarios de la Constitución nos debemos plantear como una prioridad absoluta y ser autocríticos con lo que venimos haciendo los últimos 30 o 40 años" para que "la gobernabilidad del país no dependa de los extremos". Una apelación a los grandes acuerdos que excluya a los socios parlamentarios en los que se apoya el presidente del Gobierno.