Darias guarda en un cajón el plan de tabaquismo para desconcierto de las asociaciones

En 2010, cuando se reformó la ley antitabaco, España se convirtió en uno de los países pioneros en la regulación del consumo de cigarrillos y la ampliación de los espacios libres de humo. La norma situó el país a la vanguardia, pero hoy se encuentra desactualizada. Varios países han tomado la delantera, por ejemplo, muchos han adoptado el etiquetado neutro, pero lo que preocupa y causa desconcierto entre las asociaciones de prevención es el retraso que arrastra el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025. Ya tendría que estar en vigor, pero la ministra de Sanidad, Carolina Darias, lo guarda en un cajón.

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El Ministerio de Sanidad, consciente de la necesidad de actualizar la ley, elaboró un borrador que contrastó en diciembre del año pasado con comunidades científicas, ONG y asociaciones médicas. Se suponía que esta revisión iba a ser uno de los últimos pasos antes de la implementación del plan, pero 10 meses más tarde la iniciativa sigue sin avanzar y Sanidad no ofrece ninguna explicación.

"Con este plan volveríamos a ser pioneros en la lucha contra el tabaquismo, que es la primera causa de muerte prematura evitable", dice a El Confidencial Andrés Zamorano, presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo y coordinador del Grupo de Tabaquismo de la SEMG (Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia).

Zamorano defiende que el proyecto se sustenta bajo un "gran trabajo técnico", ya que el borrador pasó los controles de las 46 sociedades que conforman el comité que él preside. "Nuestra principal alegación es que debería tratarse de un plan de Estado que involucre a otros ministerios como Hacienda, Agricultura e Industria, ya que es un proyecto de gran calado".

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El plan prevé equiparar los cigarrillos electrónicos a los tradicionales y ampliar los sectores libres de humo, como terrazas de bares y puertas de los colegios. Incluso contempla la prohibición de fumar en el interior de los coches cuando viajen un menor o una embarazada.

El empaquetado genérico de las cajetillas es otra de las reivindicaciones históricas de las organizaciones de lucha contra el tabaquismo que se contempla en el borrador. En concreto, se apuesta por adoptar medidas ya implantadas en otros países del entorno europeo, avaladas por la experiencia y recogidas en el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, una serie de disposiciones vinculantes que España ya suscribió.

Pero el proyecto no termina de ver la luz. El portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) habla de una "paralización absoluta". En la misma línea, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) también ha denunciado el bloqueo y ha exigido que su cumplimiento sea "efectivo".

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"Desde que la ministra [Carolina Darias] asumió [el cargo], las entidades de prevención venimos pidiendo una reunión con ella y aún no lo hemos logrado", indica Raquel Fernández Megina, de la ONG No Fumadores.

Las asociaciones también ponen el ojo en las 203 licencias de estancos que repartirá Hacienda este año. Hacía 20 años que no se repartían nuevas licencias; cada una de ellas tiene un coste de entre 70.000 y 200.000 euros y, según denuncian, es una buena oportunidad para "hacer caja".

Y mientras las críticas se multiplican, Sanidad todavía no ha aclarado el motivo por el cual el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo está 'aparcado'. Fuentes del ministerio consultadas por El Confidencial tan solo señalan que el proyecto viene acompañado de “una serie de modificaciones que se están trabajando” antes de presentarlo en la Comisión de Salud Pública.

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Y aunque recientemente Darias se ha mostrado confiada en que el proyecto saldrá adelante esta legislatura —"es un objetivo prioritario"—, la falta de explicaciones no hace sino generar más dudas. "En teoría, el documento ya había sido visto por las comunidades autónomas, no sabemos dónde están las dificultades que plantea el ministerio. Hay cuestiones que podrían ir implementándose desde Sanidad", explica Ana Fernández Marcos, miembro ejecutivo de la Asociación Española Contra el Cáncer.

El reloj no se detiene y el retraso tiene un coste: los expertos consultados por El Confidencial aseguran que se perdió una oportunidad valiosa en 2021, cuando varias comunidades ampliaron los espacios libres de humo por la pandemia. Hoy, por ejemplo, únicamente Baleares y Valencia mantienen la prohibición de fumar en las terrazas de bares y restaurantes.

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Y, ante el retraso, Cataluña ha decidido avanzar por su cuenta. La Generalitat impulsa una ley antitabaco bastante parecida al plan integral. Entre otras cosas, promete ampliar la cantidad de espacios públicos sin humo y controlar productos derivados del tabaco. "La experiencia muestra que cuando se anuncian cambios significativos en normativa referida al tabaco, aumentan las personas que intentan dejar de fumar y las que lo consiguen", defendió en TV3 el 'conseller' de Salud, Josep Maria Argimon.

Mientras tanto, en España el tabaquismo es la primera causa de muerte prematura prevenible y el tabaco es la segunda sustancia psicoactiva más extendida en la población. Ocasiona más de 50.000 muertes al año, el 13% del total de decesos anuales. Según la Asociación Española Contra el Cáncer, entre el 70% y el 80% de los fumadores quieren dejar de serlo.