Más allá del 'solo sí es sí': la reforma que ya pide la Fiscalía para proteger a las víctimas

Una reforma legislativa que permita a las víctimas de agresiones sexuales declarar solo en fase de investigación y evitar su asistencia al juicio. Tras la ley del 'solo sí es sí' que se aprobó este mismo jueves en el Congreso, ese es el cambio por el que aboga la fiscal de Sala Delegada de Violencia sobre la Mujer, Teresa Peramato: ir un paso más allá para que las víctimas no se vean obligadas a rememorar los mismos hechos ante policías, abogados, jueces y, llegado el día del juicio, su propio agresor.

La propuesta de la fiscal para evitar esta 'revictimización' pasa por la llamada prueba preconstituida, que consiste en grabar la declaración durante la fase de instrucción para después presentarla en el juicio y evitar así repetirla. Esta excepcionalidad ya se contempla, entre otros casos, para los de testigos que presentan riesgo de muerte, están en el extranjero y son menores de 14 años, pero Peramato pide extenderla a todas las víctimas de agresión sexual y algunas de violencia de género.

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EFE

El Confidencial ha contactado a diversos juristas para consultarles sobre esta propuesta y, pese a coincidir en el objetivo de evitar la 'revictimización', algunos advierten sobre los riesgos de una reforma de este tipo, hasta el punto de tachar la medida de "paternalista" o cuestionar sus efectos sobre el derecho a la defensa del acusado.

La propuesta de Peramato

"Lo que pido es que para garantizar la incolumidad de estas víctimas frente al procedimiento y evitar la revictimización, dentro de la Ley de Enjuiciamiento Criminal se haga obligatoria esta prueba [preconstituida] para todas las víctimas de violencia sexual y las más vulnerables de determinadas formas de violencia de género, como ya ocurre con los menores de 14 años", defendió Peramato en una entrevista concedida a 'El País' en julio. Días después, la fiscal incidió en la misma idea en declaraciones a 'Europa Press' y apuntó al "calvario" del proceso, recordando para ello los casos en los que las víctimas llegan a una conformidad con el agresor antes del juicio.

Natalia Velilla, magistrada de familia y apoyo a la discapacidad, coincide con el análisis de la fiscal. "En el fondo no deja de ser algo acorde con el estatuto de la víctima", explica. "Esta reforma permitiría que esas personas no tengan que ser revictimizadas. Esa persona ya ha declarado, se realizaría una prueba grabada y en ella intervendrían los abogados defensores y acusaciones, así como el Ministerio Fiscal y el juez".

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Pero la profesora titular de Derecho Penal en la Universidad de Valencia, Paz Lloria, rechaza la idea de extender la prueba constituida a "todas las víctimas", como sugiere la fiscal. "Salvo casos en los que se encuentre justificado, con la repetición de la declaración suponiendo una situación de máximo estrés o de riesgo psicológico, a mí me parece un tanto paternalista". "¿Por qué es más complicado declarar en materia de libertad sexual que cuando te han intentado matar? Yo no lo entiendo".

Lloria subraya además que "la prueba preconstituida puede plantear ciertas dudas en relación con las garantías del investigado", pues "tiene una visión demasiado victimocéntrica en el juicio". Jorge Fernández Vaquero, magistrado de Violencia sobre la Mujer y miembro de la Comisión de Igualdad de Asociación Judicial Francisco de Vitoria, coincide con esta idea: "La regla es que la prueba se practica en el juicio", explica. "Alterar esa regla está justificado en determinados casos, pero llevarlo más allá puede llegar a comprometer la defensa del acusado". "Creo que hay que encontrar un equilibrio y un límite, que es menoscabar el derecho de defensa".

Alternativas para evitar la 'revictimización'

A la espera de ver si la propuesta de la prueba preconstituida sale adelante, los juristas consultados inciden además en otras vías a la hora de evitar la 'revictimización'. Entre ellas, la importancia de agilizar el proceso, reforzar la formación de los actores que participan en el mismo y garantizar el apoyo psicológico a las víctimas.

Como magistrado de Violencia sobre la Mujer, Vaquero apunta a la propia fase de investigación: "A veces la víctima tiene que contar a la policía lo que ha pasado varias veces, porque si la denuncia la pone un sábado por la noche, después pasa al personal especializado y después al juez instructor", advierte. "Estos interrogatorios son complementarios, pero lo cierto es que cuenta tres veces la historia y luego la cuarta del juicio. Quizá el problema no está tanto en la del juicio, sino en las anteriores".

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Lloria va un paso más allá y sugiere incluso "evitar" la declaración en presencia policial. "Una vez acude a denunciar, lo razonable sería que prestara declaración delante del juez de instrucción", argumenta. "Yo he llegado a estar con una chica joven que ha sufrido una agresión verbal salvaje y acoso, pero llamas a la policía y cuando le preguntas en qué comisaría está, te responde que es una tontería y que no denuncie. Quizá esa fase nos la podemos saltar. O eso o formamos muy bien a la policía".

A lo largo de la entrevista, la profesora titular de Derecho Penal apunta una y otra vez a la importancia de educar en materia de género. "Los operadores jurídicos que intervienen no tienen una formación en perspectiva de género", critica. "Si a una señora se le hacen las preguntas que se le tienen que hacer para garantizar sus derechos y los derechos del inculpado con perspectiva de género, con seriedad y delicadeza, no pasa absolutamente nada, las mujeres no somos niñas, no somos incapaces".