Ribera pide ayuda a los partidos para explicar su plan contra la crisis energética, sin detallar medidas

El Gobierno está preocupado por el impacto de la crisis energética y, especialmente, por cómo comunicarla a la población. La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, ha convocado este martes a todos los portavoces de los partidos con representación en el Congreso de los Diputados para exponer su Plan de Contingencia de Seguridad Energética, la hoja de ruta del Ejecutivo en respuesta a esta crisis, y que incluirá medidas de ahorro energético, con la vista puesta en el impacto energético de los posibles cortes de gas ruso en los próximos meses.

Su objetivo, explican desde el ministerio, era explicar las bases del plan del Ejecutivo, dibujar el escenario actual y los que pueden llegar a darse, escuchar sus propuestas y recabar apoyos para abordar una cuestión tremendamente sensible. La Comisión Europea, recuerdan, ha pedido a los gobiernos que conciencien a los ciudadanos sobre la importancia del “ahorro energético y la eficiencia energética”, y es en eso en lo que se ha volcado Ribera en los últimos días.

De hecho, varias fuentes presentes en la reunión trasladan a El Confidencial que la vicepresidenta no ha detallado medidas concretas de su plan. Sí ha querido abrir canales con los grupos políticos, comprometiéndose a celebrar nuevas reuniones más adelante. También les ha transmitido que, frente a Estados miembro como Alemania, España no debería verse tan afectada por esta crisis energética, aunque ha destacado la importancia del principio de solidaridad entre los 27. Sí quería, según los asistentes, granjearse el apoyo de todas las fuerzas que han acudido a esta convocatoria, para apoyarse en ellas al trasladar las medidas que inevitablemente deberá adoptar el Ejecutivo, intentando hacer un esfuerzo pedagógico y evitando el alarmismo.

Entre los grupos, sin embargo, destacaban la inesperada presencia del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, como un argumento más para soportar su tesis: "Hay nervios en el Gobierno", resumían. "No han mencionado los cortes de gas", "no se ha hablado de las nucleares", ni se ha hablado "del precio de la energía". "La guerra se va a necrosar", decía uno de los asistentes, insistiendo en que toca empezar a transmitir la dureza de la situación cuanto antes, "porque todo mal que hagamos a Vladímir Putin nos lo va a pagar por otro lado".

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A la reunión, en la sede de Transición Ecológica, han asistido todos los portavoces de los grupos parlamentarios, del PP a ERC, pasando por Bildu o Más País-Equo, salvo Vox. Algunos han asistido de forma presencial, como el secretario general del grupo popular y portavoz en materia de Energía, Guillermo Mariscal, o el portavoz del PNV, Aitor Esteban, mientras algunos de sus homólogos de otras fuerzas (Ciudadanos o Compromís) lo hacían por videoconferencia. La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica ya se reunió la semana pasada con representantes de empresas energéticas e industriales, y reclamó propuestas para reducir consumos.

Este martes, sin embargo, solo se han dado a conocer las propuestas de Unidas Podemos. Fuentes del socio minoritario en el Gobierno explican que han defendido ante Ribera, Bolaños y los grupos la aprobación de "una línea de ayudas, para que hogares y edificios que tengan su calefacción con gas natural puedan cambiar su sistema por otras tecnologías que no dependan del gas", como calderas eléctricas o instalaciones de aerotermia. Su objetivo es reducir el consumo de este combustible fósil, rebajar la factura y "aumentar la soberanía energética de España", además de avanzar en la transición ecológica.

La importancia de la convocatoria, además, venía acentuada por la presencia del ministro de Presidencia, que no se anunciaba en la convocatoria —a causa de las dificultades iniciales en la agenda de Bolaños, que no permitían dar por hecha su asistencia—. Ni la vicepresidenta ni el ministro, hombre fuerte de la Moncloa, han comparecido tras la reunión, como tampoco han querido hacerlo las fuerzas políticas participantes.

El Gobierno se encuentra ante un problema difícil de gestionar y espinoso de comunicar. El propio presidente, Pedro Sánchez, ya aprovechó su discurso en el debate sobre el estado de la nación para advertir de la necesidad de adoptar “medidas de ahorro energético”. “La guerra nos va a obligar a impulsar aún más la independencia energética”, avisó. A falta de concreción, ese escenario ya no es un futurible.

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Por otra parte, no está previsto que el Ministerio de Transición Ecológica haga públicos nuevos detalles del plan para España, al menos hasta que la Comisión Europea haya movido ficha. Las respuestas de los Estados miembro deberán estar coordinadas, además de seguir los esquemas que les dibuje la Comisión Europea. Se prevé que Bruselas dé a conocer el miércoles su plan ‘Ahorra gas para un invierno seguro’. El borrador de este plan, adelantado por ‘El País’, plantea flexibilizar los controles a las emisiones industriales más contaminantes, y por sustituir el gas por otros combustibles, aunque sean más perjudiciales para el medio ambiente.

El 26 de julio, el Consejo Europeo debatirá todas sus propuestas para afrontar un invierno en el que se anticipan complicaciones. Ya en la cumbre de la OTAN, a finales de junio, los Estados miembro acordaron prepararse para una “larga guerra” en Ucrania, y nadie puede descartar que Putin decida cerrar el grifo del gas. Ya en mayo, la comisaria de Energía, Kadri Simson, anticipaba a los Estados miembro que deberían prepararse para un corte “total” del suministro, a pesar de que ni entonces ni ahora se podía esperar un “corte inmediato”.