El sustituto de Dolores Delgado participó en un acto del PSOE gallego en 2019

La sorpresiva renuncia de Dolores Delgado ha desatado un nuevo terremoto en el Gobierno, pero el boquete en el seno de la Fiscalía General del Estado ha sido rápidamente enmendado por su mano derecha, Álvaro García Ortiz. Su aterrizaje en la institución no ha estado exento de polémica. El anterior jefe de la secretaría técnica de la Fiscalía participó en diciembre de 2019 en un acto organizado por el PSOE de Galicia, tan sólo unos meses antes de la celebración de las elecciones autonómicas que ganó por mayoría absoluta Alberto Núñez Feijóo. "Le hizo oposición al entonces presidente de la Junta y hoy alternativa al presidente del Gobierno", denuncian en Génova.

Ortiz ingresó en la carrera fiscal en 1998, y tras su paso por la Adscripción de Menorca fue destinado en 2002 a Santiago de Compostela. Allí fue nombrado fiscal especial coordinador de incendios de Galicia y, posteriormente, desempeñó el cargo de fiscal delegado de medio ambiente hasta marzo de 2021. El sustituto de Dolores Delgado saltó al foco público tras ejercer como acusación pública en el juicio por el Prestige, el desastre medioambiental que provocó una marea negra en las costas de Galicia en noviembre de 2022.

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El 14 de diciembre de 2019, el PSOE de Galicia organizó un laboratorio de ideas bajo el lema 'Pensando Galicia', que estuvo liderado por el secretario general de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, que se batió a Alberto Núñez Feijóo en las últimas eleccfiones autonómicas. Uno de los invitados a la jornada que se celebró en el hotel NH de Santiago de Compostela fue, precisamente, Álvaro García Ortiz, una asistencia que ya entonces denunciaron desde el PPdeG, al entender que ponía en duda "la neutralidad de su cargo" y su "independencia judicial". El entonces secretario general de los populares gallegos, Miguel Tellado -hoy número cuatro en Génova- lamentó que Ortiz se valiese de su propio cargo de fiscal para acudir a un evento que animaba a participar a "militantes socialistas".

No en vano, aquellas jornadas estuvieron plagadas de dirigentes regionales del PSOE. La apertura del acto corrió a cuenta del propio Gonzalo Caballero, pero también participaron Emilio Pérez Touriño y Fernando González Laxe, expresidentes de la Xunta; Xose Sánchez Bugallo, exalcalde de Santiago de Compostela; o la diputada socialista Noelia Otero Lago. "¿Puede un fiscal general en activo, concretamente de Medio Ambiente, participar en actos políticos donde se cuestiona el gobierno democrático de Galicia?", denunció entonces el PP gallego en sus redes sociales. "Ni los socialistas deberían utilizar la Fiscalía para su beneficio político, ni un fiscal debería comprometer a su propia independencia y neutralidad haciendo campaña a favor de ningún partido", cuestionó.

Álvaro García Ortiz justificó su presencia al evento ideado por el líder socialista en Galicia -tenía como objeto conectar con la sociedad civil e incorporar ideas para el programa electoral de cara a las autonómicas de julio de 2020- aludiendo que acudió como miembro de la Unión Progresista de Fiscales -que presidió entre 2013 y 2017- una asociación "abierta a la posibilidad" que "tiene el derecho de comunicar lo que consideramos importante", alegó el nuevo fiscal general del Estado en una entrevista para Cadena Ser poco después del acto. "No significa la adscripción a ningún programa o a ningún partido político", zanjó.

No fueron unas explicaciones suficientes para un viejo conocido de los populares gallegos y del propio Alberto Núñez Feijóo. Dos años y medio después, la nueva dirección de Génova ha cargado las tintas contra la elección de García Ortiz como nuevo fiscal general del Estado por su "vinculación" con el PSOE, lo que pone en jaque la "despolitización" de la Justicia que reclaman en la oposición y que también exige Europa. "En términos de sectarismo, es más de lo mismo", suscriben fuentes populares, que creen que "no ha cambiado nada" con la salida de Dolores Delgado de la Fiscalía General del Estado.

En Génova recuerdan que el artículo cincuenta y nueve del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal establece que los miembros de la Fiscalía no pueden "concurrir con carácter o atributos oficiales a cualesquiera actos o reuniones públicas en que ello no proceda en el ejercicio de sus funciones", una máxima que, a juicio de la oposición, convierten a Ortiz en un candidato no apto para hacerse con las riendas de la Fiscalía.

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Más allá de su controvertida asistencia al acto de los socialistas gallegos, hay otras circunstancias que, al menos a juicio del PP, ponen en entredicho la imparcialidad del nuevo fiscal general del Estado. Durante el proceso judicial que se abrió en Galicia en 2012 y 2012 por el naufragio del Prestige y el posterior desastre medioambiental en las costas gallegas, Álvaro García Ortiz coincidió con Consuelo Castro Rey, entonces jefa de la Abogacía del Estado en Galicia, que actualmente ejerce como abogada general del Estado y directora del servicio jurídico del Estado, un puesto al que accedió ya con Dolores Delgado al frente del Ministerio de Justicia.

La exministra declaró en El País hace un par de años que cuando llamó a Castro para ofrecerle el puesto, hubo personas de "su confianza" que le dieron buenas credenciales sobre la jurista, entre los que mencionó a Álvaro García Ortiz, que entonces seguía desempeñando su función como delegado de Medio Ambiente de Galicia En 2020 ascendió como fiscal jefe de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado (FGE), y ahora sustituirá a Dolores Delgado al frente de la institución a petición del Gobierno.