Vox boicotea un acto en el Congreso con el himno de la Guardia Civil y UP pide sanciones

El Congreso de los Diputados se está convirtiendo en un campo de batalla. De la creciente crispación verbal reflejada la mañana de este miércoles en la sesión de control al Gobierno, se pasó unas horas después al boicot de un acto organizado en la Cámara Baja. Dos diputados de Vox irrumpieron con un altavoz en unas jornadas que se estaban llevando a cabo en la sala Campoamor haciendo sonar a gran volumen himnos de la Policía Nacional y la Guardia Civil. El acto, organizado por Unidas Podemos, tuvo que interrumpirse y los hechos han sido denunciados.

En esos momentos participaban en un debate los portavoces de Unidas Podemos (Pablo Echenique), ERC (Gabriel Rufián), EH Bildu (Mertxe Aizpurua), Compromís (Joan Baldoví), CUP (Mireia Vehí) y BNG (Néstor Rego). Para los morados se han traspasado "todas las líneas rojas" y el presidente del grupo confederal, Jaume Asens, ha remitido un escrito de denuncia a la Mesa de la Cámara solicitando la apertura de un expediente a los diputados de Vox Manuel Mariscal y Luis Gestoso, que identifican como autores del boicot. "Se trata de un hecho grave de desorden y alteración del buen funcionamiento de esta casa que no puede quedar impune", ha argumentado Asens.

Los morados han solicitado así que se adopten medidas disciplinarias, advirtiendo de que se crea "un precedente peligroso". Fuentes presenciales explican que los diputados de Vox estuvieron presentes durante un tramo de las jornadas, pero que las abandonaron antes de hacer sonar el altavoz, que según relatan habría activado un asesor de la formación ultraderechista.

Las jornadas que se desarrollaron este miércoles tenían como objeto "denunciar la situación de indefensión de los jóvenes conocidos como 'los seis de Zaragoza' ante el poder judicial y poner de relevancia las situaciones de injusticia ante sentencias dictaminadas sin más pruebas que los testimonios policiales". El denominado caso de 'los seis de Zaragoza' hace referencia al proceso judicial contra unos jóvenes acusados por delitos de lesiones y desórdenes ocurridos tras una manifestación en 2019 convocada “Contra el fascismo de Vox”.

El diputado de Vox Manuel Mariscal ha reconocido su autoría en los hechos denunciados a la Mesa del Congreso, tanto en los pasillos de la Cámara como en las redes sociales. Lejos de realizar un intento por rebajar la tensión, Mariscal ha optado por seguir inflamando la situación mostrando un ladrillo a la entrada del Hemiciclo. Un objeto con el que se le habría intentado agredir por parte de manifestantes en un mitin de Vox y con el que justificó su acción. "Si nos devolvéis el altavoz, os devolvemos las piedras de Vallecas", espetó.

Desde la cuenta de Vox en Twitter celebraron también la interrupción del acto. "Tres horas de insultos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, por fin, un gesto de dignidad en esta sala: suenan los himnos de la Policía Nacional y la Guardia Civil". Tras lo sucedido, el portavoz de los morados, Pablo Echenique, retomó la palabra advirtiendo que se trataba de "lanzar un mensaje". En su opinión, en lugar de un altavoz se podría "haber dejado otra cosa", negando que la intención era "hacer las risas". "ETA lleva diez años sin matar y sin existir pero el principal problema para la seguridad nacional de Estados Unidos, Alemania y Europa es el terrorismo de ultraderecha y esto hay que empezar a decirlo", concluyó.

El portavoz adjunto de Unidas Podemos y secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago, por su parte, ha relacionado el boicot con que previamente "habían caldeado el ambiente" medios de comunicación y el sindicato policial Jupol por haber protestado contra la celebración de las jornadas. "Por primera vez en democracia un grupo parlamentario, Vox, sabotea en el Congreso un acto de otro grupo, de Unidas Podemos", ha lamentado, calificando lo sucedido de "un grave hecho más en la imparable degradación de la democracia que ha traído la extrema derecha".