Yolanda Díaz se adelanta a Unidas Podemos y anuncia que liderará su propio proyecto

Yolanda Díaz ha elegido los actos de conmemoración del centenario del PCE para oficializar su decisión de levantar un nuevo proyecto político "que empieza ya". Una decisión tomada este verano y que en su entorno califican de "irreversible", avanzando que será a modo de frente amplio y que, por tanto, busca superar la fragmentación a la izquierda del PSOE para "ensanchar" este espacio. Mientras Podemos busca anticiparse a esta hoja de ruta para seguir siendo la "nave nodriza" —en palabras del cofundador del partido Juan Carlos Monedero— de la hipotética candidatura electoral liderada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Díaz ha dejado claro cuál es su "casa" y la "cultura" de la que proviene. No solo la del PCE, sino también la del sindicalismo de clase.

Un guiño identitario que lanzaba durante el mitin de cierre de las fiestas de este partido, en el que milita desde los 16 años. Lo hacía rodeada de sus siempre cómplices secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, así como de su 'camarada' y amigo Enrique Santiago, secretario general del PCE y secretario de Estado para la Agenda 2030. Ni el lugar ni la elección de sus acompañantes en el escenario son casuales. Siguiendo su intervención desde las butacas del público se encontraba una representación de Podemos encabezada por el portavoz parlamentario, Pablo Echenique, y la secretaria de Organización, Lilith Verstrynge. La vicepresidenta segunda no quiere que los partidos —sus direcciones— le marquen el paso, por lo que trata de manejar los tiempos. También las formas.

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Los morados, tratando de sintonizar con el impulso de Díaz y condicionar su hoja de ruta para no perder protagonismo, celebrarán por su parte un cónclave para revisar su hoja de ruta el fin de semana del 8 al 10 de octubre. La vicepresidenta segunda ha excusado su asistencia a esta cita que desde Podemos se proyecta como "un punto de inflexión" para redefinir su hoja de ruta, estrategia, alianzas y concepción orgánica.

No es el momento de poner nombres a una candidatura, añaden las mismas fuentes de su entorno, porque "no se puede empezar la casa por el tejado". Aunque reconocen que "ese debate llegará", indican que lo primero pasa por establecer un diagnóstico, iniciar una fase de “escucha” por todo el país a modo de proceso participativo. "Son necesarias todas las manos y todas las mentes para cambiar la vida de la gente y desterrar trabajos en situaciones de mierda existentes", argumentaba ante un abarrotado recinto ferial del auditorio Miguel Ríos.

Luego será el momento de elaborar un programa de país, que también durará su tiempo, y que en cualquier caso advierten de que no deberá estar liderado por los partidos, sino por la sociedad civil, trabajadores y colectivos sectoriales. "Vamos a construir un país mejor", indicaba mientras interpelaba a los representantes sindicales. Este y no antes será el momento en que también se deberán sentir interpeladas las organizaciones políticas a la izquierda del PSOE.

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Una fase en la que entienden que irremediablemente se abrirá el debate sobre las alianzas y los actores que impulsarán este proyecto. Un proyecto que este domingo, en Rivas Vaciamadrid y en el contexto de los actos de conmemoración del centenario del PCE, ha sido bendecido por la militancia comunista y el sindicalismo. Ahora, en el corto plazo, se desarrollará el proceso que Díaz denomina de "escucha". Luego vendrá la fase de la elaboración programática y, finalmente, el debate de los nombres. No será hasta entonces, y ya llegados hasta 2023, cuando Díaz deshoje la margarita de su candidatura.

La lógica que impera es que a la izquierda del PSOE no puede haber más que una candidatura, pues de lo contrario se frustraría la posibilidad de mantener un Gobierno de coalición progresista. Pero de momento la fase actual en la hoja de ruta diseñada por Yolanda Díaz se centra en la escucha. Y también en los gestos. Nada es fruto de la improvisación, y menos todavía su intervención el mediodía de este domingo en las fiestas del PCE. "Estamos en el Gobierno para hacer estas cosas, para que mi hija pueda decir con orgullo que su abuelo estuvo en el lado bueno de la historia y no se avergüence de lo que pasa en su país", manifestó la ministra de Trabajo, para quien, aun reconociendo "errores", el PCE siempre ha estado en el "lado correcto de la historia".

Promete derogar la reforma laboral

La vicepresidenta segunda también aseguró que van a derogar la reforma laboral, aunque advirtió al Gobierno de que "se equivocará" si no se hace. "Es imposible salir de esta crisis con más igualdad si no derogamos la reforma laboral. Vamos a derogar la reforma laboral, estamos en el Gobierno para esto. Soy clara, lo vamos a hacer y si no lo hacemos se equivocarán el país, el Gobierno y España", indicó Díaz.

Durante su discurso, Díaz hizo hincapié en que han demostrado que se pueden salvar los empleos y las empresas sin recortar derechos: "No hay que salir de una crisis recortando derechos, la austeridad forma parte del pasado".

"El tiempo de los hombres de negro se ha terminado, el tiempo de las reformas estructurales contra los pueblos, contra la mayoría social, se ha terminado. Es imprescindible salvar a la gente, no nos equivoquemos, no volvamos a la austeridad", apostilló.

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Asimismo, la vicepresidenta afirmó que ahora España está "en idénticos parámetros de antes de la crisis" y criticó a los que "presumían" de buena gestión y que hoy tienen "a su milagro económico en la cárcel": "Frente a esos que nos hicieron tardar para salir de la crisis, hoy les hemos demostrado que podemos gobernar mejor". En la misma línea, ha añadido que han salido de esta crisis "sin recortar derechos". "No vamos a salir de esta crisis bajando los salarios. Si no estuviéramos en el Gobierno, no se hubiera hecho", aseguró.

Díaz defendió que tienen una tarea urgente para "arrinconar el odio", que es levantar un proyecto de país "a favor de la gente" y que permita "caminar con dignidad". "Estamos para tener vidas dignas, que nuestras hijas puedan vivir con dignidad, que su futuro no pase por un mal empleo, que su futuro no pase por el miedo de trabajar en un trabajo de mierda porque no tienen una alternativa. El proyecto empieza ya", sentenció. Para la ministra, es necesario "ser iguales" para poder tener libertad, ya que, en sus palabras, "sin igualdad no hay libertad posible". Así, alertó de que en la pobreza "no hay ninguna igualdad" y que los jóvenes precarios, que "cobran 600 euros al mes" en España, "no son libres".