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Sánchez apela al espíritu constituyente para atraer al PP y aplacar al separatismo
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EL PSOE RECHAZA LA AUTODETERMINACIÓN

Sánchez apela al espíritu constituyente para atraer al PP y aplacar al separatismo

El presidente del Gobierno ha intentado fijar los límites del campo de juego: no habrá referéndum de autodeterminación, pero insistirá en el diálogo porque es el momento de la política. Pablo Casado y Gabriel Rufián le han criticado

Foto: Pedro Sánchez, hoy en el Congreso de los Diputados. (EFE)
Pedro Sánchez, hoy en el Congreso de los Diputados. (EFE)

"La Constitución de 1978 nos ha permitido resolver pacíficamente todos los conflictos, propiciar las alternancias en los gobiernos o la descentralización administrativa; ha permitido acabar con el terrorismo o extender derechos (...). Hoy nos debe ayudar en lo que hemos llamado el reencuentro, porque el espíritu constituyente ha demostrado algo muy importante: saber hacer frente a la adversidad e integrar nuestra fecunda diversidad".

Las palabras son de Pedro Sánchez y las ha pronunciado este miércoles en el Congreso, en el debate durante el que ha expuesto las razones por las que ha concedido los indultos a los presos del 'procés' y por las que ha decidido emprender un cambio de ciclo con Cataluña. El diálogo, el respeto y la concordia deben guiar el tiempo nuevo. Ha pretendido así rebajar la fiereza del PP y la desconfianza de ERC.

Foto: Pedro Sánchez, en el Congreso. (EFE) Opinión
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Rubén Amón

Pero no lo ha logrado, a tenor de los discursos de Pablo Casado, por un lado, y de Gabriel Rufián, por otro. Cuando el presidente ha dicho que no habrá referéndum de autodeterminación porque el PSOE rechazará cambiar la Constitución para ello, el portavoz de ERC ha respondido con sorna: "También dijo que nunca había indultos. Denos tiempo".

Estas palabras las ha usado la derecha con entusiasmo, tanto en discursos públicos como, sobre todo, en las redes sociales. Rufián, sabedor del eco que tendrían estas palabras, no ha intentado espolear a la derecha, sino a sus propias filas, y lo ha hecho golpeando a Sánchez donde ahora más le duele: en la falta de credibilidad.

Esta aparente ausencia de confiabilidad, así como la letanía de que el mandatario socialista, con los indultos, únicamente busca vivir en la Moncloa el mayor tiempo posible, han sido las críticas más repetidas, incluso en grupos que son habituales aliados del PSOE en el Congreso. ERC ha sido contundente y otras formaciones, más taimadas. Han pedido al presidente valentía y osadía, quizá porque creen que al presidente le persigue la hemeroteca igual que Tom persigue a Jerry.

Sin éxito con el Partido Popular

El líder del PP, Pablo Casado, más distanciado de Sánchez que nunca, si es que alguna vez estuvieron a ambos lados de un puente, tampoco ha recogido el guante. Se esperaba una intervención dura y áspera del "jefe" de los populares, y es posible que haya rebasado las expectativas de algunos de sus propios diputados: "La Constitución es el pacto mediante el cual no puede haber democracia sin ley ni ley sin democracia", ha dicho para rebatir la propuesta de Sánchez.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), recibe al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante su encuentro este martes en el Palacio de la Moncloa. (EFE)

Esa afirmación de Casado ha quedado registrada después de haber dicho otra muy controvertida: "La Guerra Civil fue el enfrentamiento de quienes querían democracia sin ley y de quienes querían ley sin democracia". La portavoz socialista, Adriana Lastra, se lo ha afeado horas después, nada más subir a la tribuna de oradores del hemiciclo del Congreso. También Sánchez.

Luego, la diputada asturiana le ha atacado por el flanco que en algunos sectores del PP creen que es en el que se debilita su líder. El presidente del Gobierno ha abusado de términos como "convivencia", "pacificación", "prosperidad" o "consenso". El líder de los populares ha recurrido a un campo semántico en las antípodas.

Para Sánchez, lo que está en juego es "el progreso, la unión y la convivencia pacífica", y, por ello, ha decidido dar nueve indultos a otros tantos presos. Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Raül Romeva, Carme Forcadell o Dolors Bassa ya están en la calle. Lo están porque ha prevalecido en el Consejo de Ministros la política.

Foto: El portavoz de ERC, Gabriel Rufián a su llegada al Congreso. (EFE)

Esta es la otra gran palabra que ha empleado el presidente del Gobierno. La política. Como la medida de gracia debe enmarcarse aquí, todo lo que venga a partir de ahora, también. El diálogo cuyas bases este pasado martes perfilaron Pere Aragonès y el propio Sánchez será meramente político, y para intentar que este sea el mensaje, y hasta el tono del mensaje, habrá dos mesas: una para hablar del referéndum de autodeterminación y otra para tratar cosas del comer, como las inversiones, los fondos europeos y la financiación. Todo apunta a que la segunda mesa avanzará y será suculenta, mientras la primera irá a empujones, o incluso se estancará. Es probable que las dos administraciones vuelvan al referéndum cuando Cataluña tenga el PIB disparado.

Sánchez ha reconocido que carece de garantías sobre el éxito de este nuevo proceso constituyente. Tampoco las tuvo Adolfo Suárez cuando emprendió aquel ciclo, ni Felipe González, ni Santiago Carrillo ni Manuel Fraga. Todos se expusieron a una etapa altamente inflamable y salió bien. Eso quiere el actual presidente del Gobierno. "Hay hechos objetivos que nos lleva a pensar que —los indultos— pueden facilitar la concordia", ha asegurado. El problema ya se ha mencionado unas líneas antes: su falta de credibilidad.

Las reglas del juego

El ambiente en Cataluña es uno y en el resto del Estado hay otro. Si se analizan las encuestas de opinión, una mayoría catalana quería los indultos y una mayoría quiere el diálogo. En los demás territorios las tornas viran por completo. En un contexto así, la política se hace necesaria; solo la política puede acercar posiciones en principio irreconciliables.

Para Sánchez, lo que está en juego es "el progreso, la unión y la convivencia pacífica"

En una linde del campo de juego están el PP y Cs y, por ello, el presidente ha postulado dos grandes consignas: la apelación al espíritu del proceso constituyente y el respeto al "imperio de la ley". Nada que hable con la Generalitat, y por extensión nada que se pacte, estará fuera de la ley y de la Constitución. "Nunca jamás", ha enfatizado, el PSOE apoyará una reforma constitucional que modifique el artículo 2 y permita que haya un referéndum de autodeterminación. No obstante, ha pedido a Casado que sea "una oposición de Estado" para que este ciclo nuevo de la historia, este "desafío", así lo ha llamado, pase más rápido.

En la otra linde del campo de juego está ERC. El líder socialista ha destacado que la vía judicial no puede seguir marcando el tempo del proceso catalán y que el pasado cosechado hasta la fecha no ha traído nada bueno. "Han sido años estériles", según sus palabras. "Iniciamos una nueva etapa de sentimiento y afectos", ha añadido antes de concluir: "Tenemos esperanza de que este primer paso —indultos— permita otros pasos que nos acerque aún más".

Las contestaciones de los aludidos han sido de tono dispar. Casado ha estado grave y agresivo, y ha comenzado así su intervención: "Me duele España". La agenda del reencuentro del presidente, según ha señalado, solo está motivada por el deseo de continuar en la Moncloa. Ha convertido el interés de los españoles en un interés personal y, de paso, someterá esa concordia a un "campo de minas". España, ha rematado, sale a "subasta en una sala de despiece".

"Antes no hacían política y sí hacían matemáticas, era la geometría variable"

En opinión de Casado, el independentismo regresa a un viaje "a ninguna parte", aunque esta vez ayudado por Sánchez, que es el "copiloto". Cree el líder del PP que los partidos soberanistas volverán a la declaración de independencia y que, otra vez, el Estado exhibirá todos sus recursos, como hizo entonces el Gobierno de Mariano Rajoy con la aplicación del artículo 155 de la Constitución para intervenir en la administración de la autonomía.

El lamento, en resumen, es que el mandatario socialista ha permitido que reviva la pulsión secesionista cuando estaba aplacada. No queda más solución que la dimisión de Sánchez y la convocatoria de elecciones. "Solo así le indultará la historia".

El portavoz de ERC, entre ironía y contundencia, ha advertido al jefe del Ejecutivo de que "los indultos no son una medida para solucionar el conflicto político, sino para mejorar el clima político". Es un primer paso, ha reconocido, pero "insuficiente", porque "en España se persiguen ideas y hay represión". El presidente, antes, afirmó que ese mantra del independentismo no ocurre, pues esta es una democracia plena.

placeholder Pablo Casado. (EFE)
Pablo Casado. (EFE)

Además de ese "también dijo que nunca había indultos; denos tiempo", el portavoz de la formación catalana ha dejado otra frase que invita a persistir en el diálogo y, como la anterior, se la ha lanzado a Sánchez: "Antes no hacían política y sí hacían matemáticas, era la geometría variable", y ahora pretende el Gobierno "hacer política". Ha agradecido este cambio, pero con un aviso: que se sustente en el bloque de la investidura, es decir, en las formaciones de izquierdas. Más o menos lo mismo ha pedido Aitor Esteban, el portavoz del PNV.

De hecho, el diputado vasco se ha mofado del runrún sobre una nueva moción de censura contra Sánchez. No puede triunfar cuando los presupuestos están aprobados por la mayoría y en el Congreso, por tanto, no se dan las matemáticas reglamentarias para ello. La líder de Cs, Inés Arrimadas, ha insistido a Casado en que registre una, pues es probable que en la Cámara algunos aliados no estén tan cómodos. No parece que sea el caso.

La "concordia" fue el motor de la Constitución del 78. Entonces hombres y mujeres abrazaron un tiempo nuevo. "Lo hicieron bien y espero que lo hagamos también bien. Vamos a encontrar muchas dificultades, pero no más que quienes lograron la Constitución de 1978. Si fue posible entonces, será posible ahora. Hago un llamamiento al Congreso para recobrar el espíritu constituyente; busquemos puntos de encuentro". Este ha sido otro pasaje del discurso de Sánchez. Así ha procurado atraer al PP y amansar a ERC. No ha logrado ni lo uno ni lo otro.

"La Constitución de 1978 nos ha permitido resolver pacíficamente todos los conflictos, propiciar las alternancias en los gobiernos o la descentralización administrativa; ha permitido acabar con el terrorismo o extender derechos (...). Hoy nos debe ayudar en lo que hemos llamado el reencuentro, porque el espíritu constituyente ha demostrado algo muy importante: saber hacer frente a la adversidad e integrar nuestra fecunda diversidad".

Pedro Sánchez Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Pablo Casado