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Encuentran tierra removida en la casa del padre de las niñas desaparecidas de Tenerife
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TRES SEMANAS DE BÚSQUEDA

Encuentran tierra removida en la casa del padre de las niñas desaparecidas de Tenerife

Dos detalles inquietantes llamaron la atención a los investigadores tras el primer registro en la casa de Tomás: unas bolsas de plástico y un trozo de tierra removida

Foto: Registro de la casa del padre de Anna y Olivia, ayer. (EFE)
Registro de la casa del padre de Anna y Olivia, ayer. (EFE)

Cuando los investigadores entraron por primera vez en la casa de soltero de Tomás Gimeno, en la que se había guarecido el tinerfeño tras su separación de Beatriz, percibieron que el desorden y la suciedad se habían apoderado de cada estancia. Platos sucios, suelo sin barrer, ropa tirada por el suelo, el baño sucio, polvo en cada esquina de la casa. Sin embargo, hubo dos detalles que llamaron poderosamente la atención de los agentes de criminalística. Uno de ellos fue un paquete de bolsas de tamaño de jardín.

No tenía sentido que estuvieran dentro del domicilio y menos que fueran tan nuevas. Se notaba que las acaban de comprar. Los guardias civiles contaron el número que había en el rollo y, al cotejarlo con las que trae cada paquete, se dieron cuenta de que faltaban varias. ¿Qué puedo hacer con ellas Tomás? ¿Están vinculadas con el paradero de Anna y Olivia, sus hijas, desaparecidas en la isla desde hace ya tres semanas? ¿Pudo usarlas para llevarse ropa o enseres? Una pareja de Tomás, con la que no tiene contacto desde el pasado mes de enero, aseguró al programa 'Viva la Vida', de Telecinco: "La casa no la tenía muy desordenada. A la hora de hacer la casa, por ejemplo, él no recogía porque para eso tenía una chica que le limpiaba".

Foto: La directora general de la Guardia Civil, María Gámez. (EFE)

El segundo elemento que les llamó poderosamente la atención, porque se salía del dibujo normal de suciedad y descuido, lo encontraron en el exterior, en la finca que envuelve la casa. El terreno está muy descuidado, con mucha mala hierba, el jardín destrozado y plantas secas. Pero no todo. Una zona concreta de la finca presentaba tierra removida recientemente, que se va a terminar de analizar estos días. En este punto se centró parte del cuarto registro a la casa —con perros, este último—, que coordinó la secretaria judicial.

[Las claves del caso de las niñas desaparecidas de Tenerife]

La expareja de Tomás le pide "que recapacite, que por mucha rabia que tenga o mucho que haya pasado, las niñas tienen derecho a estar con su madre y con su padre". "Que se ponga en el lugar de Beatriz y de lo horrible que lo debe estar pasando", le dice.

Tres semanas de búsqueda

Ya han pasado 21 días sin noticia de las menores ni de su progenitor. Fueron vistas por última vez en Tenerife hace tres semanas. La noche del 27 de abril, Tomás navegó en un barco de su propiedad —en el que había cargado varias maletas— y la embarcación fue encontrada horas después a la deriva, sin ninguna persona a bordo y con restos de sangre en la cubierta, que resultó ser del adulto. Todo ello, en una zona de grandes profundidades marinas, que van a analizarse con un sonar a fin de encontrar alguna otra pista sobre el paradero de Anna y Olivia.

La investigación, que comenzó en un principio como un caso de desaparición, ha pasado a ser tratada como un supuesto caso de secuestro, después de una llamada que Gimeno hizo su exmujer, Beatriz, y que provocó que saltaran las alarmas de los investigadores. En esa conversación telefónica, Tomás advertía a la madre de las menores de que no volvería a ver a las niñas jamás, ni tampoco a él. La investigación continúa su curso para tratar de despejar las muchas incógnitas de un caso que mantiene abiertas varias hipótesis, desde la posibilidad de que Anna y Olivia no hubiesen abandonado la isla a que el sospechoso haya huido con ellas a Latinoamérica.

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Cuando los investigadores entraron por primera vez en la casa de soltero de Tomás Gimeno, en la que se había guarecido el tinerfeño tras su separación de Beatriz, percibieron que el desorden y la suciedad se habían apoderado de cada estancia. Platos sucios, suelo sin barrer, ropa tirada por el suelo, el baño sucio, polvo en cada esquina de la casa. Sin embargo, hubo dos detalles que llamaron poderosamente la atención de los agentes de criminalística. Uno de ellos fue un paquete de bolsas de tamaño de jardín.

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