La madre de las niñas desaparecidas en Tenerife: "Temo las repercusiones de Tomás"

La madre de Anna y Olivia, las niñas desaparecidas hace ya más de dos semanas en la isla de Tenerife, ha hecho pública una carta, en el día de su cumpleaños, en la que asegura que no parará hasta encontrar a las dos menores.

En el comunicado, Beatriz Zimmerman pide que se difundan las imágenes de sus hijas "para que alguien pronto las reconozca" y manifiesta la "incertidumbre" que sufre al "no saber cómo están" y la "rabia de que ellas tengan que sufrir esta locura cuando son dos angelitos". "Todos estos sentimientos mezclados cada día lo hace más difícil", añade. No obstante, la madre de ambas anuncia que va a permanecer "fuerte", porque así es como Anna y Olivia le necesitan.

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"Ando con miedo de qué decir, qué escribir, por las repercusiones que pueda tener el padre", escribe la madre en su carta. "Pero ¿qué hago?", se pregunta. "Todas esas incertidumbres son muy duras; por eso les pido a todos ustedes de corazón que me ayuden a encontrarlas. Yo nunca voy a parar porque mi vida no tendría sentido", asegura Beatriz.

"Ando con miedo de qué decir, qué escribir, por las repercusiones que pueda tener el padre", escribe

"Una enfermedad terminal o un accidente tienen que ser terribles, insuperables en muchos casos, pero una desaparición, con la incertidumbre de saber cómo están, de saber qué piensan, de saber que están queriendo llamarme, de robar ese derecho de protección de una madre, si puede estar en nuestras manos que tenga un final feliz", añade. "Vamos a demostrar que este mundo puede ser mundo más seguro, donde no se permiten tales injusticias", remata su escrito

La desaparición

Más de dos semanas después de que Olivia y Anna fueron vistas por última vez en Tenerife en compañía de su padre, Tomás Antonio Gimeno, no han dejado de aparecer nuevas pistas sobre su paradero o, más bien, de los rastros que dejó tras de sí el progenitor. Al principio, la investigación comenzó como un caso de desaparición, pero una espeluznante llamada de Gimeno a la madre de sus hijas hizo saltar todas las alarmas de un posible secuestro. En ella, el padre advertía a quien fue su pareja de que no volvería a ver a las niñas jamás. Con todo, las autoridades mantienen abiertas todas las hipótesis; entre ellas, la posibilidad de que las menores no hubiesen abandonado la isla. El entorno familiar, sin embargo, opina que el sospechoso podría haber huido a Latinoamérica.

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La medianoche del pasado martes, 27 de abril, el padre zarpó desde la marina de Tenerife, en el puerto de Santa Cruz, en una lancha de su propiedad, de seis metros de eslora. Entonces fue visto solo, sin la compañía de las menores, cargando varias maletas y bolsos en su embarcación. Según la investigación, desactivó el GPS de la barca para no dejar pistas de su recorrido. No obstante, una vez encontrada la lancha, los investigadores determinaron que los restos de sangre hallados en ella son del varón, no de ninguna de sus hijas.