La amargura del ‘maná’ cofrade: Málaga deja de ingresar casi 130 millones sin procesiones

“Que bonitos están los tronos montados”, comentaba Antonio Banderas a una joven azafata mientras miraba las tallas y esperaba el ascensor en el que le debía llevar a la segunda planta de la Casa Hermandad de las Reales Cofradías Fusionadas. De riguroso negro, pero con chupa de cuero y gafas de sol, el actor se sentaba ante los medios para presentar los datos del 'Análisis del impacto económico de la actividad cofrade de la ciudad de Málaga'. Un estudio realizado por la Cátedra de Estudios Cofrades de la Universidad de Málaga (UMA), basado en los datos recopilados entre 2017 y 2019 y de los que se extrae que una ciudad como la malagueña dejan de fluir cerca de 130 millones de euros con la cancelación de esta festividad religiosa gravemente dañada por las restricciones del coronavirus.

El director de la citada cátedra, Benjamín del Alcázar, ha detallado que el gasto generado por los asistentes a los distintos pasos procesionales —turistas y malagueños— es de 102,7 millones de euros, cantidad a la que hay que sumar el flujo económico anual generado por las 41 hermandades malagueñas: 24 millones.

Mientras Banderas ha querido incidir en aspectos como la perpetuación de “oficios muy especializados” y en una influencia que trasciende la “fe religiosa”, Del Alcázar ha señalado la importancia económica de la denominada Semana Grande analizando el destino de los presupuestos de las cofradías. El trabajo de investigación, por ejemplo, señala que emplean el 25 por ciento de los gastos en la adquisición de nuevo patrimonio e infraestructuras, lo que “supone una mejora continua de la importante riqueza artística y monumental que supone la Semana Santa para nuestra ciudad”.

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Esta conjugación del espíritu que han querido expresar ambos intervinientes también queda plasmada en el hecho de que 21 por ciento del presupuesto se invierte en el “mantenimiento, restauración y conservación de dicho patrimonio”, mientras que los gastos corrientes provocados por la actividad anual, como pueden ser los suministros de material de oficina o los seguros, supone el 15.

La organización y desarrollo de las salidas procesionales representan 19 puntos de las cuentas anuales de las hermandades, que a su vez se distribuyen entre las partidas más representativas, como el acompañamiento musical —31 por ciento—, cera —17 por ciento— y flores —16 por ciento—.

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El 12 por ciento invertido en la obra social asumida por las cofradías y hermandades podría generar cierta polémica por ser el menor porcentaje, aunque el director de la cátedra ha advertido que se trata de una variable de “difícil cuantificación”. “¿Qué valor pueden tener las 14.000 horas de voluntariado que se realizan?”, ha preguntado a los asistentes.

Influencia en muchas capas del tejido productivo

Los efectos directos en la producción generados por la actividad cofrade se han contabilizado en 6,5 millones de euros anuales, aunque si se suman los indirectos, la cifra de producción de bienes y servicios se eleva hasta los 24.

Los primeros se concentran principalmente en actividades como “otros servicios”, “construcción”, “actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento” y “fabricación de muebles” y “otras industrias manufactureras y reparación e instalación de maquinaria y equipo”, pero su influencia se extiende por “otras muchas ramas de actividad”. Entre ellas destacan: “Comercio al por mayor y al por menore intermediarios, excepto de vehículos de motor y motocicletas”, “actividades inmobiliarias”, “hostelería”, “administración pública y defensa”, “transporte y almacenamiento” o “labores administrativas y servicios auxiliares”, entre otras. El impacto anual sobre la renta, por otro lado, se estima en 9,8 millones.

El trabajo, elaborado también por Laura María Moniche y Aitor Aróstegui, e impulsado por la Fundación Lágrimas y Favores, recoge que el empleo equivalente total derivado de la actividad cofrade de la ciudad de Málaga es de aproximadamente 278 puestos de trabajo. El 55 por ciento corresponde a hombres y el 84 por ciento a asalariados, a lo que hay que añadir que el total de remuneraciones generadas y las rentas mixtas es de 6,6 millones de euros.

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“Detrás de un manto de una virgen hay bocas que se alimentan, gente que lleva dinero a su casa y que al mismo tiempo colabora en que no se pierdan determinados oficios, independientemente del carácter religioso, sino de la identidad artística”, ha manifestado Antonio Banderas para destacar la importancia de la Semana Santa.

Benjamín del Alcázar ha explicado que de las 41 hermandades y cofradías han sido 21 las que han ofrecido datos concretos, mientras que para el resto fueron agrupadas en “grupos homogéneos” a través de los que se han obtenido “valores medios” que han permitido una visión global. Además, ha especificado que, a pesar de que han trabajado con variables previas al estallido de la pandemia, los resultados son completamente extrapolables a la actualidad.

El actor malagueño ha recordado que “tenemos una vida anómala”; a lo que la vicerrectora de Movilidad y Cooperación Internacional de la UMA, Susana Cabrera, recordando la última cinta que unió a Banderas con Pedro Almodóvar, ha añadido que en este Lunes Santo “ha habido dolor y gloria”.

“El año que viene nos veremos aquí en una situación de normalidad”, ha deseado el intérprete, antes de entregar los premios de investigación asociados a la cátedra. Trabajos universitarios en los que se han abordado materias como el papel de la mujer en la Semana Santa, la labor social de las hermandades o el posicionamiento de las mismas en las redes sociales.