Casado recupera la vía del acuerdo con el PNV tras la moción de censura a Rajoy

La letra pequeña de las negociaciones entre el Gobierno y el PP para renovar las instituciones —aún por cerrar— esconde un titular que ha pasado desapercibido para el gran público, pero que tiene enorme transcendencia en el juego político nacional. Pablo Casado entabló la semana pasada conversaciones con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, para negociar su particular acuerdo sobre RTVE y el CGPJ. Los dos líderes hablaron por teléfono "varias veces" para acordar la elección de un consejero de la radiotelevisión a propuesta de los nacionalistas, el director general del Grupo Noticias (diario 'Deia'), Juan José Baños. Y también para consensuar el nombre del juez vasco José Luis Núñez como vocal del CGPJ, este sin adscripción política, pero dentro de la cuota conservadora que le corresponde al PP.

Se trata de un acuerdo parcial dentro de la complejísima negociación global, a varias bandas, que el jueves por la noche descarriló. Pero supone el primer gran entendimiento entre Génova y Sabin Etxea desde la traición del grupo vasco a Mariano Rajoy en la moción de censura que los sacó del poder, el 1 de junio de 2018. Traza el camino hacia la reconciliación entre el PP de Casado y el PNV, y quién sabe si hacia nuevos pactos de gobierno en el futuro.

Según describen en las dos cúpulas, Casado y Ortuzar mantienen una "relación civilizada", con contactos "habituales" desde hace varios meses, que se han intensificado en los últimos días por la tarea pendiente en la renovación de los órganos constitucionales, en la que el PNV ha vuelto a jugar su papel. La interlocución entre los dos líderes dio paso a un segundo nivel entre el secretario general de Génova, Teodoro García Egea, y Joseba Aurrekoetxea, el dirigente en la sombra de Sabin Etxea. Aunque el PNV ha hablado también directamente con el PSOE, al final su intervención en el reparto de RTVE y en el eventual acuerdo sobre el CGPJ ha sido a través de sus contactos con el PP. En la radiotelevisión, ha colocado a Juan José Baños, un profesional en la órbita del PNV. Y entre García Egea y Aurrekoetxea salió el nombre del juez José Luis Núñez, exdecano de Vitoria, de una lista de tres candidatos de origen vasco. Núñez no tiene un "perfil partidista", como sí lo fueron otros como Margarita Uría o Emilio Olabarria. Pero es el elegido por consenso entre el PP y el PNV para representar la 'cuota vasca' como miembro de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM).

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Con estos movimientos, Génova y Sabin Etxea dan oficialmente por reconstruidos los puentes tras la traumática ruptura en 2018, aunque a uno y otro lado admiten que todavía están muy lejos de la sintonía política y personal que alcanzaron en el segundo mandato de Rajoy (2016-2018). "Falta trabajar la confianza mutua y que pase el tiempo", admiten tanto en Bilbao como en Madrid. Pero, como remarca un dirigente del PP, "lo decisivo ahora es consolidar la relación a medio y largo plazo para volver a ser potenciales socios". En un Parlamento tan dividido, cada escaño cuenta. Y los del PNV, al fin y al cabo, también suman como centro derecha, aunque su coexistencia con Ciudadanos es difícil y con Vox, imposible.

En Génova no olvidan la 'puñalada' por la espalda del PNV a Rajoy, apenas una semana después de haber pactado los Presupuestos y con la sentencia de la Gürtel como telón de fondo. Sin embargo, se insiste en que lo único importante hoy es la estrategia de Casado rumbo al centro. Y con ello, abrirse a pactar con otros partidos, incluido el PNV. No importa que los vascos sean socios de investidura de Pedro Sánchez. Al contrario, los populares tratan de romper la actual política de bloques.

"Este PP es un partido mucho más abierto y hablamos con todos. Con el PNV también, para casi cualquier iniciativa. Somos adversarios políticos y nos distancian muchas cosas, pero coincidimos en muchas otras, como la política económica. Y no podemos desdeñar sus seis votos", afirma un alto dirigente de Génova, que da por sellada la paz con Sabin Etxea.

La salida de Álvarez de Toledo de la portavocía del Congreso ha facilitado las cosas: "Hay otra predisposición personal"

Un factor que ha servido para apaciguar notablemente la relación entre PP y PNV es la salida de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del PP en el Congreso, el pasado verano. "La dirección con Cuca Gamarra nos da más juego", defienden en las altas esferas del PP, donde señalan que, pese a todo lo ocurrido en los últimos tres años, han conservado la relación con el PNV en las Cortes.

"Mantenemos la relación de trabajo habitual, cordial. Pero es verdad que con el cambio de portavoz la predisposición personal es otra. Álvarez de Toledo marcaba distancias, no ya con nosotros, con todos los portavoces en general", describen en el grupo que lidera Aitor Esteban. "No se llega al nivel de relación con los anteriores interlocutores [con Rafael Hernando y el anterior equipo de Rajoy], pero es que el PP ya no es el partido de gobierno, que es con el que más relación se tiene", añaden fuentes del grupo parlamentario del PNV.

Ganar la centralidad

El acercamiento entre el PP y el PNV responde al deseo de Pablo Casado de ganar la centralidad del tablero. La ruptura con Vox en la moción de censura de octubre le permite a Génova volar más libre, algo que no ha pasado desapercibido para los nacionalistas vascos. En Sabin Etxea, ven con buenos ojos la senda de moderación iniciada por Casado y, de hecho, asistieron con notable interés al último cortejo entre Sánchez y el líder del PP, el pasado miércoles. En el PNV, no ocultan su malestar por el "desgobierno" de la coalición entre PSOE y Podemos. También por que la polarización política del último año, con Pablo Iglesias arrimando ERC y Bildu a Moncloa, amenaza el protagonismo del PNV en la ecuación madrileña. Aunque mantienen sus reservas sobre la autonomía que tendrá Casado a medio plazo, con los de Santiago Abascal persiguiéndoles en las encuestas y una derecha dividida en tres. Aún es demasiado pronto, insisten en Bilbao, para hablar de futuros pactos de gobernabilidad con el PP.

Opinión

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El responsable de Política Institucional del PNV, Koldo Mediavilla, opinó este sábado en su blog que la actitud 'cainita' de Iglesias con Sánchez, ese ejercer oposición desde el Gobierno, "está consiguiendo dar una opción extra al PP de Pablo Casado para tomar oxígeno y recuperarse". Y animó al líder de Génova a ocupar la "centralidad" permitiendo a Sánchez gobernar en solitario. "Si utilizara su inteligencia, se prestaría a garantizar a Sánchez la tan necesaria estabilidad que la coyuntura requiere". "Y ganaría oxígeno, tiempo y centralidad para abordar, con mayores garantías, un futuro más halagüeño para sus siglas. Los acuerdos alcanzados en el consejo de RTVE y el que se espera lleve en la renovación del CGPJ quizá sean un indicio de este nuevo tiempo", añadió el dirigente nacionalista.