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Siete meses para una tarjeta sanitaria: "Ahora mismo hay niños sin acceso a la salud pública"
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COLAPSO EN LA ADMINISTRACIÓN

Siete meses para una tarjeta sanitaria: "Ahora mismo hay niños sin acceso a la salud pública"

Desde el inicio de la pandemia los trámites burocráticos no hacen más que sumar retrasos, generando un cuello de botella en otras gestiones, ahora en las que afectan a la maternidad

Foto: Victoria con su hijo Enzo en el barrio de Lucero. (M. Z.)
Victoria con su hijo Enzo en el barrio de Lucero. (M. Z.)

Cada vez que Victoria Argüello lleva a su bebé al médico, vuelve a existir para la sanidad pública. Desde hace siete meses, cuando Enzo nació, está esperando a que le manden su tarjeta sanitaria, por lo que cada vez que necesita ponerle una vacuna o llevarle al pediatra, tiene que ir al centro de salud para que vuelvan a meter todos sus datos, le tramiten un alta provisional y le den una nueva cita. Pasadas 24 horas, vuelve a desaparecer del sistema de salud.

No es el único trámite que se ha retrasado más de la cuenta. Tardó dos meses en recibir el certificado literal de nacimiento, cinco en empadronarle, seis en que le mandasen el libro de familia… Y todavía ni ha conseguido cita para el certificado de familia numerosa. "Nadie coge el teléfono en ningún sitio, no hay citas… Es imposible hacer nada, está todo bloqueado. Te dicen que lo tramites por internet, pero a mí no se me da bien ¡como a tanta otra gente!", cuenta esta camarera en paro del barrio madrileño de Lucero.

Blanca Cambronero, editora, sí se maneja bien en internet, pero se siente igualmente atrapada en la vorágine burocrática causada por la pandemia. Dio a luz a principios de noviembre, pero tampoco ha conseguido sacar la tarjeta sanitaria a su bebé. Para hacerlo necesita empadronarle y para ello necesita el certificado de nacimiento literal, no el provisional, que en Madrid se entrega en el mismo hospital y que solo tiene tres meses de validez. "Te insisten mucho en que saques la tarjeta antes de los tres meses para que no se quede sin cobertura, pero es imposible si no te mandan el registro definitivo". Normalmente, no se tarda más de dos o tres semanas en recibir este documento en casa, pero ella lleva más de seis.

Su mayor problema, sin embargo, es que todavía no ha conseguido tramitar el permiso de maternidad, también por no tener certificado digital. “En la misma puerta de la matrona había un póster informativo que decía que sacases la clave digital para poder hacer las gestiones. Lo hice antes de dar a luz, pero ahora resulta que eso no vale, que tiene que ser el certificado digital. Y para sacarse el certificado no hay cita en ningún sitio: lo he intentado con todas las oficinas de la Comunidad de Madrid pero no hay. Y al teléfono nunca te lo coge nadie real. Es desesperante”.

Desde que en marzo se cerrase el país, las administraciones públicas no han recuperado el ritmo de atención al ciudadano previo a la pandemia. Ya no es solo el Ingreso Mínimo Vital, ni los ERTE, ahora empieza a fallar también la atención a los recién nacidos y sus padres. Según alertaba esta semana la Fundación Madrina, que atiende sobre todo a familias y madres solteras, muchas se encuentran en un “bucle” del que no consiguen salir. "La Administración está cerrada desde hace meses, pero ya cuando hablamos de los niños es más grave. Ahora mismo hay recién nacidos sin derecho a la sanidad pública", explica Conrado Giménez, presidente de la organización.

Hay centros que se niegan a hacer nada que no sea de urgencia, los dejan de atender

Aunque los menores deberían tener garantizada la asistencia sanitaria incluso cuando pasan los tres primeros meses de la tarjeta provisional, no es así en todos los centros de salud, según denuncian. "Hay centros que se niegan a hacer nada que no sea de urgencia, los dejan de atender y no les ponen ni las vacunas", explica Lidia Babiano, trabajadora social de la organización. "Cada día atendemos entre 20 y 40 personas con problemas por no tener todavía la tarjeta sanitaria. Tenemos un pediatra que atiende los casos más urgentes, pero no da abasto".

Desde la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA) también tienen constancia del colapso en los registros civiles, especialmente en las capitales de provincia como Barcelona o Madrid. "No solo con los nacimientos, también con defunciones y temas matrimoniales. Y es un problema, porque estos trámites civiles colapsan cualquier otro tipo de gestión, como es el cobro de una herencia, una pensión de viudedad o una tarjeta sanitaria", explica Carmen López-Rendo, tesorera y letrada de la asociación.

Durante los primeros meses de pandemia, el colapso en los certificados de defunciones que sufrieron varios registros civiles tenía sentido por el aumento de la mortalidad provocada por el virus. "Pero no está habiendo un repunte de nacimientos, así que no sabemos por qué es ahora", explica la abogada.

placeholder Colas del hambre en la Fundación Madrina (M.Z.)
Colas del hambre en la Fundación Madrina (M.Z.)

Sin cobrar la prestación

Loreto Sánchez, periodista, sí ha conseguido presentar su solicitud para la prestación de maternidad. Su problema es que el expediente sigue abierto y todavía no ha cobrado nada desde que dio a luz, el 28 de octubre. "Doy por hecho que diciembre no lo voy a cobrar porque todavía ni lo han tramitado. Desde la Seguridad Social me han dicho que tengo que esperar 45 días para poder reclamar y que el procedimiento no es corto... Podemos aguantar dos meses, pero los ahorros no dan para más y no sabemos qué vamos a hacer", cuenta al teléfono.

Desesperada, Blanca acabó plantándose en la puerta de la oficina de Hacienda de su distrito para que alguien le tramitase el certificado digital. "Le conté que tengo una hipoteca, un hijo, gastos, que mi pareja se quedó en paro hace dos meses… Me dijo que lo entendían pero que estaban saturados y que llamase al teléfono que había en la puerta. Llamé y no existía, solo sonaba un pitido. Me cabreé tanto que llamé a la puerta de la oficina para decírselo y me dijeron que siguiera intentándolo más tarde, como un concurso. Al final, di con funcionario que me dijo que también podía pedir cita para el certificado en ministerios o ayuntamientos. ¡Pero algo así no puede depender de que des con un funcionario más o menos proactivo!".

Foto: Vista del alumbrado navideño en la ciudad gallega de Ourense. (EFE)

Canalizar toda la atención a la ciudadanía a través de internet tiene un doble problema. El primero, que no todo el mundo tiene. "Hay gente ahora mismo que no tiene ni para comer, van a tener para internet…", se indigna Lidia, la trabajadora social. Pero es que, además, el teléfono de atención al ciudadano de la Seguridad Social es un 901, por lo que muchos descubren con sorpresa a final de mes que, además de no conseguir solución a sus gestiones, les ha subido la factura del teléfono. "Un mes han sido 20 euros, otro 30... Y todo por estar cinco minutos esperando al teléfono y que te cuelguen sin cogerlo siquiera".

Por eso, desde Aeafa llevan tiempo reclamando que se unifiquen estos trámites. "No debería ser todo tan complicado, vuelven loco al ciudadano. Las administraciones deberían estar interconectadas entre sí y que no haya que solicitarlo todo, sino que fuesen gestiones de oficio", apunta López-Rendo. "No sé si es colapso o que se está aprovechando la pandemia para no trabajar, pero si la Administración hiciese su trabajo, la gente no perdería tiempo y dinero llamando".

El número de la Seguridad Social no es gratuito y muchos lo descubren en la factura

Desde la Consejería de Justicia de la Comunidad de Madrid, de la que dependen los registros civiles, apuntan que sus oficinas siguen funcionando "con absoluta normalidad" y que no tienen constancia de quejas ni demoras en la emisión de los certificados literales de nacimiento. Además, apuntan a que la organización del trabajo depende del Ministerio de Justicia y que ellos solo aportan "las infraestructuras y recursos humanos y materiales necesarios". Desde el Ministerio de Justicia, sin embargo, remiten a la Administración de cada comunidad autónoma.

"Entiendo que la pandemia haya complicado todo, pero llevamos nueve meses y es increíble que todavía no hayan contratado más personal", se queja Blanca. "Yo tengo un entorno que me puede ayudar a pagar la hipoteca, soy una privilegiada, pero no es el caso de todo el mundo; hay gente que se puede quedar sin pagar la casa o la comida".

"Ahora mismo vivimos con el dinero que nos han dejado familiares y amigos y de la comida que recogemos en la fundación", cuenta Victoria. También pidió el IMV en junio, pero hace un mes le volvieron a pedir los mismos papeles y su expediente vuelve a estar, una vez más, en tramitación. "Es todo vergonzoso", dice antes de meterse en casa con su bebé "a esperar y a insistir, no queda otra".

Cada vez que Victoria Argüello lleva a su bebé al médico, vuelve a existir para la sanidad pública. Desde hace siete meses, cuando Enzo nació, está esperando a que le manden su tarjeta sanitaria, por lo que cada vez que necesita ponerle una vacuna o llevarle al pediatra, tiene que ir al centro de salud para que vuelvan a meter todos sus datos, le tramiten un alta provisional y le den una nueva cita. Pasadas 24 horas, vuelve a desaparecer del sistema de salud.

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