Los riesgos del bloque que apoya los PGE: "Una experiencia fallida auparía a la derecha"

El bloque de partidos que apoyó la investidura se amplía y se consolida con los Presupuestos Generales del Estado para el 2021, que aseguran al Gobierno llegar al menos al tercer año de su mandato. A pesar de ello, no todos sus protagonistas están de acuerdo en hablar de bloque de investidura, empezando por el propio PSOE, que quiere seguir buscando acuerdos con Ciudadanos y practicando la geometría variable. Tampoco entre las fuerzas que consolidan su apuesta al pasar de la abstención de la investidura al sí a los PGE, como ERC y EH Bildu, coincidiendo en remarcar que no se trata de un "cheque en blanco" para el Ejecutivo y que ahora es cuando arranca la legislatura. Fuentes cercanas a la dirección de ERC en el Congreso advierten que será durante los próximos meses cuando "se tiene que notar que hacemos política. A partir de ahora hay que avanzar en soluciones", también en lo referente a una "salida dialogada" al conflicto catalán.

Desde EH Bildu tampoco dan nada por hecho, y avanzan que estarán vigilantes "si es posible llegar a una agenda de cambio", cargada de retos tanto socioeconómicos como territoriales. "El camino está por hacerse, nuestro apoyo a los Presupuestos supone abrir una ventana de oportunidad que obliga a este Gobierno, que se autodenomina como el más progresista de la historia, a tomar decisiones, a romper la lógica del austericidio y neoliberal", subraya su portavoz adjunto en el Congreso Oskar Matute.

"Nosotros sabemos de dónde venimos y a dónde vamos", subraya expectante de que el Gobierno "se atreva a intentar transformar la realidad a través de un modelo económico y social más respetuoso con los derechos de las personas, las conquistas de las clases populares que se han visto desposeídas y ahondar en la plurinacionalidad". Solo si se traducen estas expectativas, el Ejecutivo seguirá contando con su apoyo. Por eso, el portavoz adjunto en Madrid de la coalición abertzale concluye: "Es el momento de que lo demuestren. Si lo hacen habrá legislatura para largo, si no se les irán cayendo los apoyos".

Desde Moncloa apuntan que este bloque no es inamovible y que podrá ir fluctuando

La generación de expectativas es un riesgo tanto para la cohesión de este bloque como para los intereses electorales de los partidos que lo conforman. Desde Moncloa, no en vano, hacen la lectura de que este bloque que sale de los Presupuestos no es inamovible, que el consenso en las Cuentas no supone que se selle un acuerdo cerrado para toda la legislatura, y que su objetivo seguirá siendo negociar con todos los grupos. Vaticinan estas fuentes del Gobierno que así los apoyos al Ejecutivo podrán "ir fluctuando", aunque sí creen que se da una pista de salida a su programa progresista.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguraba tras sacar adelante el último trámite de los Presupuestos en el Congreso previo a su aprobación definitiva que la vocación del Gobierno es "consolidar estas mayorías y ampliarlas", para luego seguir tendiendo la mano a Ciudadanos con quien, dijo, "ha sido interesante e importante el diálogo" para intentar acordar las Cuentas, pese a que finalmente votarán en contra.

Desde Unidas Podemos, en cambio, cierran la puerta a la geometría variable con Ciudadanos, pero sí reconocen, al menos en privado, que estas alianzas pueden ser circunstanciales. No contradicen el deseo de convertir este bloque en una "dirección de Estado progresista", en línea con lo expresado por Pablo Iglesias, pero ven riesgos por la naturaleza de algunos de los socios, principalmente los republicanos catalanes. "ERC ha hecho una apuesta que es táctica", indica fuentes cercanas a los 'comuns', la confluencia catalana de Unidas Podemos, argumentando que podría buscar ahora "cargarse de razones solo para volver a la unilateralidad". Esto es, que si las expectativas de cambio no se producen, se incorpore al mantra de que "el Estado es irreformable" en lo territorial, a que también lo es en lo social y lo económico pese a estar en el Gobierno socialistas y morados.

"El independentismo necesita crear frustración y decir que España es irreformable"

"En el independentismo es básico generar frustración, generar cabreo y decir que España es irreformable", añaden estas mismas fuentes, recalcando su temor de que "tarde o temprano vuelvan" al marco del 'procés'. De ahí que insistan en la necesidad también de aprovechar la oportunidad "para poder hacer políticas progresistas" en un marco de excepcionalidad social y económica antes de que pueda volver a producirse un giro en ERC. Desde el grupo republicano en el Congreso responden sin descartar nada: "Dependerá de la capacidad de negociación del Gobierno de coalición. Nosotros queremos solucionar el conflicto político a través de la política".

A EH Bildu, sin embargo, no los meten en el mismo marco. "Están en otra pantalla. Quieren ser hegemónicos en Euskadi y hasta hablan en alguna ponencia de confederalismo". Sobre la interpretación de que la inclusión de la izquierda aberztale en el bloque de la gobernabilidad del Estado está ligada a su particular batalla con el PNV, Matute es tajante al recalcar que representarían intereses diferentes: "La agenda de EH Bildu está al servicio de las luchas populares", lo que no siempre coincidiría con la del PNV, dice.

En esta línea, añade que "nosotros siempre hemos dicho que EH Bildu tenía que ser una herramienta para conseguir derechos y si para eso había que ir a cualquier lugar en el que se decidiese sobre la vida de los vascos lo haríamos. Y quien iba hasta ahora a decir que representaba a los vascos no siempre defendía los intereses de las clases populares". Con todo, sí apunta a que al PNV "le disputamos símbolos" en referencia a la patrimonialización de la representación de los vascos por parte de los 'jetzales'.

"Hay que hacer lo posible para demostrar que la política y el diálogo sirven de algo"

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, defendía este jueves desde la tribuna del Congreso durante el debate de las enmiendas a los Presupuestos, que estamos ante "un cambio de paradigma" y que "el centro de gravedad del Gobierno durante los últimos 40 años ha cambiado". Se refería a que antes se negociaba con los nacionalismos de derecha, catalán o vasco, pero ahora "debe pactar obligadamente" con la izquierda independentista. Y concluía su intervención: "Tenemos que hacer lo posible para intentar demostrar que la política y el diálogo sirven de algo", no solo para conseguir lo posible, sino "también lo imposible". Otra vez la generación de expectativas que, de no cumplirse, y las previsiones económicas no ayudan a ello, los partidos de Gobierno se presentarían a las próximas elecciones con una deteriorada hoja de servicios. "Como si no se hubiese pasado el Rubicón de los Presupuestos, una legislatura corta o una experiencia fallida volvería a apuntalar el relato de la derecha", concluye Matute.

El propio coordinador de EH BIldu, Arnaldo Otegi, defendió que el apoyo de su formación a las Cuentas también es "decirle que no a la ultraderecha y parar su agenda". En la misma línea, indicaba el pasado lunes en una conversación telemática con la dirigente de ERC, Marta Vilalta, que el debate se centra también en "con quién se sacan las Cuentas, con el riesgo de un retroceso autoritario de la mano de la extrema derecha". La continuidad y cumplimiento de expectativas del bloque de legislatura, dependerá por tanto de seguir taponando esta alternativa o no. "Si la nueva correlación de fuerzas no llegase a materializar esperanzas, sería peor el remedio que la enfermedad", concluía en un reciente análisis Gemma Ubasart, la vicedecana de la Facultad de Derecho a la Universidad de Girona y primera secretaria general de Podem Catalunya.