Vox enmarca el no del PP a la moción en la negociación del CGPJ: "Ahora lo entendemos"

La entrada del PP en la moción de censura estaba prevista este jueves y así fue. Pablo Casado confirmó su no en la moción de censura contra Pedro Sánchez en un discurso duro contra los de Santiago Abascal en el que le aseguró que no querían ser como ellos. El candidato a la Presidencia del Gobierno, en una moción que terminó fracasando, vio en las palabras del máximo responsable de los populares la vuelta al partido de Mariano Rajoy contra el que Vox nació. El anuncio de la postura de Casado tuvo efectos inmediatos en Moncloa, ya que el Gobierno pasó a mostrarse dispuesto a retirar la polémica reforma del CGPJ como gesto hacia el PP para negociar la renovación del órgano.

"Por fin vuelve el PP de siempre, el vicesecretario de Comunicación de Rajoy. Parece que se han quitado la máscara", esbozó Abascal desde la tribuna, donde acusó a Casado de haberse "unido a la caricatura de los millones de españoles que nos han votado". "No esperaba para nada que fuera esta su intervención. Ha subido a decir que hemos fortalecido a Sánchez". El partido de Abascal surgió poco antes de las elecciones europeas de 2014 como respuesta a ese viaje al centro que veían en el PP de Rajoy. Haciendo bandera de la unidad nacional y de los valores conservadores, intentaron entonces llegar al Parlamento Europeo, aunque no lograron la hazaña por un puñado de votos.

TE PUEDE INTERESAR

China, Trump y las multinacionales: Vox consolida en la moción su antiglobalismo

Javier Bocanegra

El líder de la formación vio en el rechazo de Casado a su moción la prueba de que el PP vuelve a acercarse al Gobierno para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). "Alumbra la posibilidad para que los partidos puedan seguir metiendo la mano en la justicia", consideró el de Amurrio, que enmarcó el no de los populares en los gestos cruzados entre PSOE y PP para terminar acordando la renovación de distintos órganos. "Vamos a parar el reloj de la reforma a la espera de que ustedes se sienten", avanzó Sánchez a Casado desde la tribuna.

“Ahora hemos entendido el sentido de la intervención de Casado. Ha dicho cosas que jamás esperábamos para negociar el reparto de los jueces. Estaremos solos, mejor solos que tan mal acompañados como usted, señor Sánchez", cerró Abascal.

El político vasco dijo estar "perplejo" por la dureza del discurso del presidente popular, en el que este segundo le acusó de antieuropeísta y populista. "Ha venido a convertirse en una equidistancia imposible entre el Gobierno que pacta con Bildu y nosotros, el partido con el que pacta en Madrid y Andalucía". "No lamento su falta de apoyo. La comprendo. Lamento el ataque personal contra mí. Te digo algo más, respetado Pablo, no te voy a responder con la misma moneda", ahondó en su réplica, en la que también recordó los pactos con los que Vox sostiene Ejecutivos autonómicos del PP y Ciudadanos.

"Den las gracias y comprometase a cumplir en Andalucía y Madrid. Si fuesen como han sido hoy aquí dejarían de gobernar mañana allí y en Murcia. Pero pueden tener tranquilidad respecto a la responsabilidad histórica de Vox", incidió Abascal, poniendo sobre la mesa que los populares requieren de los apoyos de su partido para terminar las legislaturas. Si

El líder de la formación advirtió a Casado de que no puede ser oposición y, en su opinión, no respaldar una alternativa. "¿De verdad se cree que somos lo mismo el Gobierno y Vox? No se puede estar en misa y repicando". "Ha venido aquí a decirnos que el Rey es de todos comprando el discurso de Iglesias. Es tan de todos que es mucho más valorado que todos los que están aquí".

Tras la intervención de Casado y Abascal, Pablo Iglesias y Adriana Lastra alabaron el intento del primero por distanciarse de Vox. Luego retornó a la tribuna Abascal: "Usted [Casado] hoy ha sido consciente del gigantesco error cuando ha encontrado el abrazo del vicepresidente del Gobierno". "Le felicito por los aplausos de Lasra e Iglesias".

La moción se convirtió en la menos respaldada tras la restauración de la democracia con solo 52 votos a favor, de los 176 necesarioa. Se trata de la quinta que se debate desde 1978 y es la cuarta en fracasar. Felipe González (1980), Antonio Hernández Mancha (1987), Pablo Iglesias (2017) y Pedro Sánchez (2018) ya hicieron uso de esta herramienta constitucional para buscar el derrocamiento del Gobierno de la nación.