La segunda ola sigue creciendo en España pese a la mejoría de Madrid
El número de nuevos casos en España alcanzó ayer otro hito con una incidencia acumulada de 312 por cada 100.000 habitantes. La situación parecía estable hace tan solo cinco días
Hace tan solo unos días, el pasado 15 de octubre, Fernando Simón aseguraba en su rueda de prensa vespertina que "podríamos estar en la fase de estabilización previa a un posible descenso". Era lógico, dado que la incidencia acumulada de nuevos contagios de covid-19 en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes se mantenía en torno a los 260 casos.
Aunque nos encontramos en mitad de una tendencia preocupante en toda Europa y había comunidades con problemas crecientes, el principal punto negro del coronavirus en España durante el último mes y medio, Madrid, parecía al fin estar apagándose. Hace tan solo unos días, el pico de esta segunda ola en España parecía al alcance de la mano y sin embargo... desde el comienzo de esta semana el ritmo de contagios ha comenzado a acelerar de nuevo.
Esta incidencia acumulada en España estaba creciendo la semana pasada entre el 0,7% y el 1,9% diario. Y de repente, como suele ocurrir con los brotes epidémicos, en dos días ha saltado al 4% y posteriormente al 11%, hasta situarse en 312 de IA.
Madrid baja, ¿quién crece?
En un contexto en el que la capital y su área metropolitana están reduciendo sus casos —hay todavía debate sobre qué provocó el comienzo del descenso hace un mes, pero, con cada semana que pasa, las medidas restrictivas autonómicas y nacionales aplicadas en fechas más recientes van haciendo efecto sobre la incidencia en Madrid—, cabe preguntarse quiénes son ahora los grandes contribuidores.
Navarra, La Rioja, Aragón y Castilla y León están ahora mismo por delante de Madrid en transmisión de la enfermedad. También la ciudad autónoma de Melilla, que ayer superó los 713 de IA y a la que tan solo su límite poblacional (tiene algo menos de 85.000 habitantes) la exime de caer bajo el paraguas de restricciones más severas.
El Gobierno foral ha desplegado en los últimos días una estrategia de testeo sin parangón en el resto de España —Navarra es la comunidad que más pruebas PCR realizas por habitante, han hecho 268.351 pruebas desde que comenzó la pandemia— para tratar de identificar cada caso. En las últimas 24 horas, realizaron 2.719 test PCR entre sus 652.000 habitantes para encontrar 467 positivos. Es decir, que su tasa de positividad ahora mismo está en el 17,2% del total, por lo que no es solo que hagan muchísimos test sino que el SARS-CoV-2 está claramente en el ambiente y va a más.
Navarra es de las que más test PCR hace, pero su tasa de positividad en estos momentos es del 17,2%
Como comparación, entre el 18 y el 19 de octubre, en Corea del Sur, uno de los países que mejor controlan sus brotes, se realizaron 4.697 test y apenas se identificaron 76 positivos, 50 locales y 26 importados. Los surcoreanos suelen rondar el 1% de tasa de positividad.
Más allá de Navarra
Fronterizas con Navarra, las comunidades de La Rioja o Aragón han superado también los 500 de incidencia que marcan la situación de máxima alerta. En esta ocasión, las regiones aragonesas que preocupan más son Huesca y Teruel, ambas con una tasa de aumento alarmante. En Castilla y León, la procesión va por barrios: mientras la pandemia se contrae en Zamora, Valladolid o Ávila, el virus parece descontrolado en León, Salamanca, Burgos y especialmente en Segovia.
Pero más allá del papel que están jugando los líderes de esta macabra clasificación de contagios, que España haya alcanzado una media tan alta precisamente ahora se debe sobre todo a la contribución de CCAA que hasta ahora ocuparon un papel discreto. Asturias, cuya actuación en materia de salud pública ha sido aplaudida durante toda esta crisis, es ahora la que registra un mayor incremento: 247 de IA en los últimos datos de Sanidad, prácticamente el doble que hace 10 días.
La aceleración, como ya hemos comprobado, es un indicador muy serio, máxime cuando tras el Principado las dos CCAA que más rápido están creciendo en nuevos casos son Cataluña y Andalucía, las dos regiones más pobladas del país.
Aunque en los últimos días se han visto a menudo las imágenes de Granada, y con razón, ya que es la provincia que registra un crecimiento más exacerbado —e irritante— de los contagios, no dejen de mirar la situación catalana por el retrovisor.
En Barcelona, la tasa de crecimiento efectivo (EPG) empleada por la Generalitat para cuantificar el riesgo de que se produzcan nuevos rebrotes se duplicó en las últimas dos semanas: de 214 hasta 438. En toda Cataluña, el porcentaje de test PCR y antígenos positivos supera el 10% desde hace días.
Hace tan solo unos días, el pasado 15 de octubre, Fernando Simón aseguraba en su rueda de prensa vespertina que "podríamos estar en la fase de estabilización previa a un posible descenso". Era lógico, dado que la incidencia acumulada de nuevos contagios de covid-19 en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes se mantenía en torno a los 260 casos.