Yolanda Díaz convierte el diálogo social en el principal activo del Gobierno

Suso Díaz, veterano sindicalista y ex secretario general de CCOO Galicia, explicó a su hija Yolanda los trucos básicos de la negociación. Como buen sindicalista, tenía en la cabeza que siempre hay que intentar buscar un acuerdo. A menos que a las dos partes les viniera bien no pactar, lo cual también es una forma de pactar. Por eso, para empezar, le explicó que antes de sentarse a hablar había que delimitar hacia dónde se quiere ir y preguntar a la otra parte: “Pero ¿esto es para sí o para no?”.

Yolanda Díaz hoy es ministra de Trabajo y es el miembro del Gobierno que más fotos ha facilitado a Pedro Sánchez: las de los seis acuerdos sociales que se han firmado desde el mes de enero. La ministra cumple con esa regla básica de buscar siempre el acuerdo y, de hecho, su gestión contrapone los acuerdos en la mesa de diálogo entre empresarios y sindicatos con la falta de consensos políticos y los desencuentros permanentes en el Congreso de los Diputados.

El último acuerdo, firmado sobre la campana, es el de la prolongación de los ERTE hasta el mes de diciembre. El anterior fue el del teletrabajo, también a punto de aprobarse en el Consejo de Ministros un decreto sin acuerdo. En total, son seis acuerdos que han permitido al presidente del Gobierno hacerse fotos con sindicatos y patronal y, especialmente, no tener que afrontar la pandemia y sus consecuencias económicas con rechazo social. Todo hubiera sido más difícil para el Gobierno sin esos acuerdos, según admite la Moncloa.

También le ha servido políticamente para redondear su estrategia, que busca aislar al PP. Le permite presentar acuerdos con sectores diferentes ideológicamente, como la CEOE, mientras que puede presentar la imagen de Pablo Casado negándose a cualquier acuerdo.

Por todo ello, ha ganado peso político en el Gobierno y, por eso, el equipo de Sánchez de Moncloa reconoce la labor de Díaz. Explica también que el presidente del Gobierno la haya respaldado en conflictos concretos con otros miembros del Gobierno y le ha dado capacidad de maniobra para blindar las relaciones con los empresarios y los sindicatos.

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Pudo blindar ese contacto cuando se firmó a sus espaldas el acuerdo con Bildu para derogar la reforma laboral, y pudo hacerlo también cuando se intentó llevar una parte de la mesa de diálogo social a otros ministerios. Y, sobre todo, cuando ha habido discusión con la vicepresidenta Nadia Calviño, casi siempre el presidente ha respaldado a la ministra de Trabajo para preservar esos acuerdos.

Yolanda Díaz no pertenece a Podemos, pese a estar en el Gobierno en esa cuota del Gobierno de coalición. Procede de En Marea y de Izquierda Unida, donde ya no milita, Y ahora va por libre dentro del Gobierno, precisamente por ese peso político que ha logrado. Lo ha ganado no solo en los acuerdos, sino también en gestiones concretas como la del segundo decreto del estado de alarma, que paralizó prácticamente toda la actividad económica.

Una de las coletillas de la oposición, especialmente de PP y Vox, es reprochar a Sánchez que haya comunistas en el Gobierno. Curiosamente, una comunista es la que cierra los acuerdos con empresarios y sindicatos.