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Casarse en tiempos de coronavirus: solo por causa de muerte inminente
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Bodas in articulo mortis

Casarse en tiempos de coronavirus: solo por causa de muerte inminente

Este tipo de enlace se ha convertido en el único que pueden oficializar los registros civiles desde la declaración del estado de alarma

Foto: Foto: EFE.
Foto: EFE.

Miguel de Cervantes narró en la segunda parte del 'Quijote' la boda que se iba a celebrar entre el rico Camacho y la bella Quiteria y el ardid que trama Basilio el pobre para conseguir casarse con ella. Fingiendo encontrarse herido de muerte, logra que el sacerdote que debía oficiar la boda con otro novio le despose 'in extremis' con su enamorada. "Cruel Quiteria —murmuró el moribundo con voz doliente y desmayada—, dame en este último trance la mano de esposa", y el cura, ni corto ni perezoso, sella un matrimonio celebrado 'in articulo mortis'.

Este tipo de boda no es solo asunto de la literatura y del cine clásico. Ahora se ha convertido en el único que puede oficializarse desde la declaración del estado de alarma. Las disposiciones adoptadas para los servicios de urgencia que debe cubrir la Administración de Justicia especifican que el matrimonio por causa de muerte sea el único que se registre desde el pasado domingo.

Las instrucciones adoptadas por el Ministerio de Justicia especifican, en concreto, que el Registro Civil se limitará a expedir licencias de enterramientos, celebrar matrimonios 'in artículo mortis' e inscribir aquellos nacimientos que ya se encuentren en plazo perentorio. La norma general es que el matrimonio solo pueda celebrarse después de que se cumplan una serie de trámites establecidos en la ley. Pero hay una excepción que permite saltarse todas las formalidades habituales, cuya tramitación se prolonga durante semanas. Cuando uno de los contrayentes se encuentra en peligro de muerte, todo se acelera.

La urgencia no impide, sin embargo, que este enlace necesite de una serie de requisitos. Un médico debe certificar que uno de los dos contrayente se encuentra en estado grave y puede fallecer. La persona enferma debe también indicar que quiere celebrar el matrimonio de forma voluntaria. Esta documentación se aporta al Registro Civil correspondiente.

En el hospital

Una vez examinada, el juez del Registro Civil autoriza el matrimonio, que se celebra en el lugar donde se encuentre el enfermo, en su domicilio o en un hospital. Antes de eso, el letrado de la Administración de Justicia y un doctor comprueban que la persona se encuentra en condiciones de celebrar el enlace. Para la boda tiene que haber —como en las ceremonias comunes— dos testigos. El acto en sí es especialmente breve.

Con esta previsión, el Ministerio de Justicia ha querido evitar que en plena crisis sanitaria queden sin garantizar derechos de pensión o sucesorios en parejas que no estén casadas. Las circunstancias especiales que rodean el matrimonio 'in articulo mortis' soslayan el control inicial de legalidad que debe hacerse en otros casos y la formación del expediente matrimonial. "Esperemos que no sea necesario, pese a todo, celebrarlos", afirma una fuente jurídica.

Miguel de Cervantes narró en la segunda parte del 'Quijote' la boda que se iba a celebrar entre el rico Camacho y la bella Quiteria y el ardid que trama Basilio el pobre para conseguir casarse con ella. Fingiendo encontrarse herido de muerte, logra que el sacerdote que debía oficiar la boda con otro novio le despose 'in extremis' con su enamorada. "Cruel Quiteria —murmuró el moribundo con voz doliente y desmayada—, dame en este último trance la mano de esposa", y el cura, ni corto ni perezoso, sella un matrimonio celebrado 'in articulo mortis'.

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