Cae una red que okupaba viviendas en Murcia y las alquilaba a inmigrantes

La Policía Nacional ha detenido a un hombre y una mujer de 27 y 40 años que dirigían una organización criminal que se dedicaba a ocupar inmuebles en el municipio de Mula (Murcia) para, posteriormente, alquilarlos a inmigrantes. La banda se aprovechaba de la especial situación de vulnerabilidad de las víctimas, pues eran en su mayoría migrantes recién llegados a España.

La organización actuaba siempre de la misma manera, ya que localizaba viviendas vacías propiedad de entidades bancarias a las que accedían forzando sus puertas y, una vez ocupadas, se "enganchaban" de manera fraudulenta a la luz y el agua, según informaron fuentes de la Policía Nacional en un comunicado.

Tras ocupar los domicilios, cobraban entre 50 y 100 euros mensuales a sus víctimas; la mayoría inmigrantes magrebíes en situación irregular

Una vez habían dispuesto el domicilio para su "habitabilidad", buscaban a sus víctimas con un perfil determinado, magrebíes, con dificultades económicas y, en la mayoría de los casos, en situación irregular en el país, a quienes les cobraban entre los 50 y los 100 euros al mes por una plaza en el domicilio.

Por último, cuando entraban a vivir los inquilinos eran aleccionados por la organización. Los detenidos les daban instrucciones claras a sus víctimas con respecto a lo que decir a la policía, y les amenazaban con irrumpir en la vivienda mientras ellos trabajaban, sacar sus pertenencias y cambiar la cerradura si les vinculaban con el alquiler del inmueble.

Nueva víctima localizadas

La operación se inició gracias al trabajo conjunto de la Policía Local en Mula y la UCRIF de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional en Murcia.

Los agentes han logrado ubicar hasta cuatro inmuebles que habían sido usurpados por la organización, comenzando una investigación en torno a los domicilios en donde se evidenció tanto los enganches ilegales a la luz y el agua como la precaria situación de hacinamiento que sufrían las nueve víctimas que logró localizar la policía, concretando así la supuesta participación de los arrestados en la actividad criminal.

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Cuando la policía contactó con las víctimas, fue cuando ellas fueron conscientes de que estaban siendo engañadas, pues estas personas desconocían plenamente el origen ilícito de las viviendas en las que habían alquilado una plaza para vivir, convirtiéndose así, y sin saberlo, en okupas de su propia vivienda.

Finalmente, la operación culminó a finales del pasado año con la desarticulación total de la organización criminal y la detención de los líderes de la banda acusados de los delitos de favorecimiento a la inmigración ilegal, amenazas, coacciones, usurpación de bien inmueble, defraudación de fluido eléctrico, delito de estafa, allanamiento de morada y pertenencia a grupo criminal.