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Flor mató a su novio de una puñalada en el corazón mientras le decía que le quería
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El fiscal pide 12,5 años por el homicidio

Flor mató a su novio de una puñalada en el corazón mientras le decía que le quería

Flor se ha sentado esta semana pasada en un banquillo, acusada de homicidio. Un jurado popular la ha declarado culpable, ahora solo queda esperar la sentencia

Foto: Foto del fallecido
Foto del fallecido

Ella se llama Flor, él Milko. Ella está en la cárcel y tiene 32 años, él murió con 45. Ella lo apuñaló directamente en el corazón mientras le decía que lo amaba. Su relación había comenzado hacía cinco años. Se enamoraron y se fueron a vivir juntos a un piso de Valencia. Trascurridos los meses de pasión, Flor se reveló como una mujer obsesiva y violenta. Sospechaba permanentemente de Milko. Creía que le era infiel.

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Foto del fallecido

Eso suponía que podía llamarle cada día más de cincuenta veces, que acudía a su trabajo de repente para tratar de sorprenderle en algún renuncio. Allí, aunque no ocurría nada, le montaba escenas de celos: chillidos, golpes e incluso le llegaba a arrojar lo que pillase por medio, vasos, platos. Milko solía perder los trabajos con facilidad. Ella le prohibía ver a los amigos y si lo hacía le bombardeaba a preguntas sobre si había ligado y había cometido alguna infidelidad. Milko optó por quedar a escondidas con sus íntimos sin decirle nada para evitar las escenas. La situación era insostenible.

La noche del 27 de octubre de 2017, Milko se atrevió a decirle que no la quería, que su relación se había acabado y que se iría de casa en unos días en cuanto encontrase otro sitio donde vivir. Cuando se lo comunicó activo la grabadora del móvil. Según sus amigos lo hizo porque temía la reacción de ella, pero sobretodo para tener pruebas por si luego a ella, encelada, se le ocurría denunciarlo falsamente. Lo que no sabía es que iba a grabar su muerte. Esta es la conversación que culmina con el asesinato:

Milko: Es que no te quiero.

Flor: Ya sé, por eso me tengo que buscar a otra persona. Tengo que buscar a otra persona que me lo haga (el amor), que me coja el pelo, que me haga (sonido de palmada), que me deje la mano marcada y que me folle, que folle y que yo me diga: ya no más. Y que siga: ¡Ah!, ¡ah!, ¡mi amor!, ¡ah! Y que siga: mira toma, toda mi polla es tuya…

M: ¿Qué?

F: ¿Follamos?

M: No, no te quiero, yo quiero irme. No me pones.

F: ¿No te pongo?

placeholder Foto de la víctima
Foto de la víctima

M: No. Háblame de lejos, huele mal tu boca, para empezar.

F: ¡Si muchas veces me follas! ¿Cómo que no te pongo?

M: Hombre, obligado, porque me obligas, pero yo no quiero…

F: ¿Te has enamorado de alguien? Dime solo eso.

M: No, no. Solo es que no te quiero, Flor.

F: ¿Qué? ¿Quieres a Marta?

M: Tienes que entender que no te quiero.

F: ¿Quieres a Marta? ¿A la que tiene su marido que es ecuatoriano?

M: Ya te lo he dicho mil veces, no conozco a ninguna Marta, simplemente (…) no te quiero, qué me dejes que me vaya, nada más. Yo no te digo nada Flor, ni te insulto ni nada. Te lo suplico, que me dejes dormir, que tengo que trabajar mañana.

F: ¿Cuándo te vas a ir?

M: El miércoles, creo.

F: O sea, me dices que no me quieres y seguís aquí.

M: Más claro.

F: ¿En serio? ¿Quiere decir que no me quieres?

M: Claro. Flor, yo quiero irme. Me tienes como prisionero aquí (…).

F: Te meto un cuchillo cuando vos menos te lo pensés, cuando estés durmiendo, pero no me da la gana, ¿sabes por qué? No voy a la cárcel por un hijo de puta como vos.

M: Flor, huele mal tu boca. Háblame de lejos.

F: Te voy a hacer matar, ¿sabes cómo?

M: De risa o de hambre.

F: De mí nunca te vas a burlar, ¿sabes por qué? Te he amado con todas mis fuerzas y ¿sabes qué?

M: Hueles mal.

F: Yo misma te voy a matar (…). ¡No vas a vivir!

M: No te quiero Flor. Tienes que entenderlo

F: ¡No vas a vivir! ¡No vas a vivir! (ruidos de fondo, similares a un forcejeo).

M: ¡No me agredas!

F: ¡No vas a vivir!

M: ¡No me agredas! No te quiero y tienes que entenderlo y punto (…) (sonido de bofetada) ¡No me des! ¿Qué te pasa, loca? ¡Oye! (ruidos de golpes y de bofetada) ¡Oye!, ¡Deja! (sonido de bofetada).

F: ¿A quién quieres?

En ese momento Flor saca un cuchillo y se lo clava en el corazón a Milko.

M: A nadie (sonido de golpes) ¡Ahh! ¡Ahh! ¡Oye! ¡Auxilio! ¡Ahh! ¡Ayy! ¡Mi corazón! ¡Flor, mi corazón! ¡Auxilio! ¡Me voy a morir! ¡Auxiiiiiiiilio! ¡Auxiiiiiiiilio! ¡Por favor! ¡Flor, me estás matando! Flor, no he hecho nada ¡auxilio! ¡Me voy a morir! Ay, ay, ay, ay.

F: ¡Te amo!

M: ¡Me voy a morir!

F: ¡Dame tu móvil! Hijo de puta.

M: Me muero.

Flor se ha sentado esta semana pasada en un banquillo, acusada de homicidio. Durante la vista oral, el representante del Ministerio Público no planteó que Flor sacó el cuchillo sorpresivamente sin que Milko se diese cuenta y se lo clavó en el corazón sorpresivamente. Eso hubiese implicado un asesinato y la pena oscilaría entre las 15 y los 20 años de prisión. ¿Qué pidió el fiscal? 12,5 años de prisión porque reconoce la atenuante de ir bebida esa noche. Un jurado popular la ha declarado culpable, ahora solo queda la sentencia.

Ella se llama Flor, él Milko. Ella está en la cárcel y tiene 32 años, él murió con 45. Ella lo apuñaló directamente en el corazón mientras le decía que lo amaba. Su relación había comenzado hacía cinco años. Se enamoraron y se fueron a vivir juntos a un piso de Valencia. Trascurridos los meses de pasión, Flor se reveló como una mujer obsesiva y violenta. Sospechaba permanentemente de Milko. Creía que le era infiel.

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