PSOE y Podemos se reúnen en medio del fuego cruzado y con aires de precampaña
Los dos equipos se reencuentran en el Congreso pasadas las 16:30 después de que Sánchez e Iglesias se hubieran lanzado reproches y avisos a través de los medios. Las posiciones están alejadas
Reunión bajo los focos y con la máxima expectación, aunque con malas perspectivas. Los equipos negociadores de PSOE y Unidas Podemos se reencontraron este jueves a partir de las 16:30 horas en el Congreso con el tiempo menguante apretándoles en los zapatos y con un ambiente de hostilidad y fuego cruzado previos. Porque pese a que las dos partes proclamen su esperanza en que puedan llegar frutos, las posiciones de las dos formaciones siguen estando muy alejadas. Los socialistas se mantienen apegados a su última oferta, mientras que los morados no se apean de su exigencia de un Ejecutivo de coalición. Como telón de fondo, la amenaza de elecciones, que se convocarán para el 10 de noviembre de manera automática si el 23 de septiembre no hay ningún presidente que haya recibido la confianza de la Cámara.
La primera cita entre los dos equipos, capitaneados respectivamente por Carmen Calvo y Pablo Echenique, se celebra en el número 36 de la carrera de San Jerónimo. Unidas Podemos no quería imágenes de las dos delegaciones juntas, pero al final los gráficos las obtuvieron por separado. De un lado, las tres enviadas de Pedro Sánchez —además de Calvo, la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, y la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra—, caminando por la calle hasta la entrada del inmueble. Y de otro, los interlocutores del grupo confederal: aparte de Echenique, la portavoz adjunta en la Cámara Baja, Ione Belarra, y los representantes de IU (Enrique Santiago) y Equo (Juantxo López de Uralde) y de las confluencias (Jaume Asens, de En Comú Podem, y Yolanda Díaz, de Galicia en Común). La vicepresidenta en funciones, preguntada por los medios si albergaba esperanzas en el encuentro, respondió que sí, que "todas". A las nueve de la noche, aún continuaba la 'cumbre' en el comedor de gala de la zona de Gobierno de la ampliación III —el lugar elegido en el Congreso—, pero nada se sabía de los avances o retrocesos en las conversaciones. Hermetismo total.
En las últimas horas se habían agudizado los combates entre socialistas y morados. El presidente aseguraba, en la inauguración de los Desayunos Efeminista, que "saber negociar es querer voluntar. No imponer, sino acordar". O sea, que se requiere voluntad política, básicamente. En una buena negociación, siguió, "no puede haber vencedores ni vencidos", y "siempre se abre paso una salida intermedia". La solución está ahí, dijo, en "un camino intermedio", en la "tercera vía".
No hubo acuerdo para tener imágenes de las dos delegaciones juntas. "Sí, todas", dice Calvo sobre si mantiene esperanzas en el encuentro
Los socialistas entienden que su última oferta, la presentada por Sánchez el pasado martes, representa esa tercera vía: un programa acordado entre las dos fuerzas, unas "rigurosas garantías" de cumplimiento de lo suscrito y la posibilidad de que cargos de UP ocupen puestos de responsabilidad en instituciones y organismos públicos, siempre fuera de la estructura del Gobierno. Interpretan que este planteamiento no es ni un Ejecutivo en solitario ni una coalición.
"Necesidades comunes"
Pero esa oferta es de todo punto insuficiente para Iglesias. De hecho, este jueves calificó en Telecinco de "paso atrás" el documento de 370 medidas, rechazó la opción de montar una comisión de seguimiento y se negó a ocupar cargos que deben desempeñar profesionales, y no políticos. El secretario general del PCE, Enrique Santiago, que forma parte del equipo negociador de Unidas Podemos, se mostraba después optimista sobre los resultados de esta reunión momentos antes de que diese comienzo. Un encuentro al que decía acudir con el resto del equipo morado sin líneas rojas y con la voluntad de "definir unas necesidades comunes" en base a un programa de gobierno.
Sánchez recuerda que la solución siempre está en una vía intermedia, mientras Iglesias considera un "paso atrás" el texto de 370 medidas del PSOE
Cada formación acudió con sus propias propuestas y para Santiago "seguro" que se encontrará "un amplio campo de necesidades comunes para desde ahí" llegar a un "acuerdo".
Desde el entorno de Unidas Podemos mostraban cierto optimismo y recelo a una repetición electoral, aún insistiendo en que su objetivo es formar una coalición, modelo que el presidente en funciones ha rechazado de plano. Se considera que todavía hay tiempo para cerrar un acuerdo antes de que las Cortes se disuelvan si no hay investidura el próximo 23 de septiembre.
Reunión bajo los focos y con la máxima expectación, aunque con malas perspectivas. Los equipos negociadores de PSOE y Unidas Podemos se reencontraron este jueves a partir de las 16:30 horas en el Congreso con el tiempo menguante apretándoles en los zapatos y con un ambiente de hostilidad y fuego cruzado previos. Porque pese a que las dos partes proclamen su esperanza en que puedan llegar frutos, las posiciones de las dos formaciones siguen estando muy alejadas. Los socialistas se mantienen apegados a su última oferta, mientras que los morados no se apean de su exigencia de un Ejecutivo de coalición. Como telón de fondo, la amenaza de elecciones, que se convocarán para el 10 de noviembre de manera automática si el 23 de septiembre no hay ningún presidente que haya recibido la confianza de la Cámara.