Pablo Iglesias activa la "reconstrucción" de Podemos en busca de poder institucional

La reestructuración de la cúpula de Podemos adelantada el pasado martes y que se hará efectiva durante la reunión del Consejo Ciudadano Estatal, con la sustitución de Pablo Echenique en la secretaría de Organización por el dirigente canario Alberto Rodríguez, ha contribuido a destensar el debate previsto en el máximo órgano de dirección, al menos dejando de lado el cruce de acusaciones públicas, pero no a aplacar las demandas de mayor descentralización con las que acuden algunos líderes territoriales, encabezados por la coordinadora del partido en Andalucía, Teresa Rodríguez. Las posiciones críticas tras la debacle electoral del 26-M siguen sobre la mesa, y cunde la expectación a la espera de que el nuevo secretario de Organización plantee su hoja de ruta.

Antes del cónclave, Pablo Iglesias ha mantenido contactos con todos los líderes territoriales y tras ello ha lanzado guiños favorables a la apertura de una reflexión, tanto por la vía de los hechos con la mencionada reestructuración orgánica, como mostrando su voluntad de "reconstruir el espacio político del cambio". Políticamente, la principal urgencia del partido se centra en las negociaciones para los pactos de gobierno progresistas en todos los niveles institucionales. La formación está decidida a conseguir el mayor poder institucional y la principal meta pasa por formar parte de un Consejo de Ministros presidido por Pedro Sánchez para garantizar un programa de gobierno que, según subrayan, no se garantizarían con un ejecutivo socialista en solitario.

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Iván Gil

A tres días de que se celebre la primera reunión entre los equipos de PSOE y Unidas Podemos para negociar la investidura de Pedro Sánchez, la formación morada nombrará una comisión de seguimiento de los pactos que liderará Echenique. Será uno de los temas principales a tratar en la reunión de la dirección de este sábado, pero se dejará espacio para otros debates más orgánicos como demuestra el hecho de que Iglesias y Echenique vayan a celebrar una reunión previa con los responsables de las negociaciones para pactos autonómicos en la Comunidad Valenciana, Baleares, Canarias y La Rioja.

En la Comunidad Valenciana es donde más avanzadas están las negociaciones para la entrada en el Consell de Ximo Puig, junto a Compromís, debido a que las elecciones se celebraron junto a las generales el pasado 28-A. Este domingo está prevista una nueva reunión para acabar de perfilar el denominado como pacto del 'Botànic II'. En Baleares, las relaciones de Podemos con el Gobierno socialista de Francina Armengol han sido fructíferas tras su pacto de legislatura y ahora se da por descontado que formen un Ejecutivo de coalición, con un peso preponderante del PSIB en función de sus resultados y en el que también se incluiría a Més. Existen más dudas sobre lo que finalmente ocurra en Canarias, mientras que en La Rioja la socialista Concha Andreu ha insistido en su voluntad de gobernar en solitario y Podemos cuenta únicamente con dos diputadas.

La formación de gobierno ha sido también el tema que ha ocupado la primera reunión de la denominada mesa confederal este viernes en el Congreso, que compone la dirección del grupo parlamentario y los portavoces de las confluencias. A la salida del encuentro en el que participaron Iglesias, Echenique, Irene Montero, Jaume Asens, Alberto Garzón, Enrique Santiago y Yolanda Díaz, la portavoz del grupo confederal insistía en todos los actores que conforman este espacio político compartían la necesidad de garantizar hipotéticos acuerdos programáticos con los socialistas a partir de un gobierno de coalición. "España necesita estabilidad y progreso. Para nosotras ese es un gobierno de coalición, que es por lo que hemos estado trabajando. Nos reafirmamos en la necesidad de que el país tenga un gobierno que baje la factura de la luz, regule el precio de los alquileres y garantice el empleo estable y eso solo puede lograrse con un Gobierno de coalición progresista", concluía.

Al margen de la estrategia a seguir respecto a lo más inmediato, los pactos postelectorales, los territorios mantienen sus expectativas de abrir un debate profundo en la organización. El relevo en la Secretaría de Organización supone en este sentido un mensaje de calado a los líderes territoriales críticos, además de una muestra de autocrítica y asunción de responsabilidades que se espera compartida, dado que la media de resultados en las autonómicas está muy por detrás de la obtenida por Pablo Iglesias en las generales. Un mensaje que busca asimismo la contención también por el hecho de que el sustituto sea Alberto Rodríguez, a quien sus compañeros señalan como una persona de consenso y con capacidad para tender puentes con las distintas corrientes y sensibilidades territoriales.

Prácticamente, a la misma hora que el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, arrancará la reunión del máximo órgano de dirección de IU, la Asamblea Político Social, para valorar los resultados de las elecciones y el escenario que se abre tras este ciclo. El coordinador federal, Alberto Garzón, abrirá el encuentro con su análisis de la coyuntura política, que durante los últimos días ya ha ido desgranando apuntando hacia la necesidad de profundizar la unidad con Podemos, más allá de las alianzas electorales, y aumentar la pluralidad de actores dentro del proyecto.