Iglesias reivindica ante el Rey una alianza de progreso que saque a Cs de la ecuación

El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha trasladado este jueves por la mañana ante Felipe VI, en su turno de la ronda de consultas con líderes políticos de cara a la investidura, su desconfianza de que Pedro Sánchez apueste por buscar una abstención de Ciudadanos, y ha fijado los ejes de un programa social que "garantice" un Ejecutivo de progreso. "Lo primero que ha hecho Sánchez ha sido tender la mano a Ciudadanos", ha lamentado el secretario general en rueda de prensa tras acudir a Zarzuela, aunque reconociendo que Albert Rivera no sería favorable a esta operación. "Es evidente que busca el apoyo de Ciudadanos, pero también es evidente que no lo está encontrando, pues Rivera apuesta por un camino diferente", ha concluido. Para Iglesias, las derivas del PSOE hacia Ciudadanos constituyen un fraude electoral, y así se lo hizo saber al Rey según fuentes cercanas al líder de Podemos.

La vía que puso Iglesias sobre la mesa de cara a conseguir un Gobierno "estable" es la de "una alianza con Podemos", entendiendo que es la única que le permitirá a Sánchez "liderar un Gobierno progresista estable". Para ello, lo primero será negociar un programa social, que Iglesias ha resumido en cuatro ejes relacionados con la contratación, la precariedad, la conciliación y la justicia fiscal. Más concretamente, reclamará la derogación de la última reforma laboral de 2012, la reducción de la jornada laboral, una ley de ingresos mínimos, la limitación de los contratos temporales o la bajada del impuesto de sociedades a las pequeñas y medianas empresas y la subida a las rentas por encima de los 6.000 euros mensuales, además de la creación de un impuesto a la banca.

Iglesias es consciente de que "estamos frente a un desafío histórico", por lo que subrayó ante Felipe VI que se trata de "una oportunidad que no podemos perder". El líder de Podemos ha hecho hincapié también en que está convencido de que su formación tiene un mandato de las urnas, con casi 3,7 millones de votos y 42 diputados que serán "fundamentales". Unos apoyos que, añade, serán cruciales "para la gobernabilidad en la próxima legislatura".

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Pedro Sánchez todavía no ha descolgado el teléfono para abrir una mesa de negociación con Podemos, lo que ha incrementado el temor en la formación morada de que finalmente opte por buscar una abstención de Ciudadanos. "Sabemos de las presiones que sufre el Gobierno de Pedro Sánchez", reconocen, aunque a día de hoy valoran que Albert Rivera tampoco estaría dispuesto a facilitar la investidura.

El líder de los 'comuns', Jaume Asens, ha insistido también ante el Rey en la necesidad de formar un Gobierno de coalición, que podría tener diferentes formas, desde compartimentado en bloques o mezclado, por ejemplo, con un ministerio de un partido y las secretarías dependientes del otro partido. Asens sí ha reconocido que hay contactos con Sánchez. "No estamos en una fase de negociaciones sino en una fase de diálogo", y ha asegurado que los canales informales de comunicación están abiertos con el PSOE.

El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ya insistió este miércoles ante los medios, tras acudir a Zarzuela, que su formación, incluida dentro del grupo confederal de Unidas Podemos, "apuesta por un Gobierno que parta de un acuerdo estable, lo que solo pasa por uno de izquierdas y entre PSOE y Unidas Podemos". En esta línea, señaló que "lo deseable es que haya un Gobierno de coalición con un buen acuerdo programático previo", aunque aclaró que "sin conocer la posición del PSOE", que hasta el momento no ha abierto canales concretos de diálogo, especular con el sentido del voto en la investidura es "hacer castillos en el aire".

La portavoz de la confluencia gallega En Común, Yolanda Díaz, también defendió ante el monarca una coalición entre PSOE y Unidas Podemos, insistiendo en la necesidad de dotar de estabilidad al futuro Gobierno. "La ciudadanía no quiere gobiernos monocolores, únicos y en precario, quiere estabilidad y que se aborden los retos de transformación que necesita el país", redundó posteriormente en rueda de prensa, lamentando que no se ha producido "ni una pequeña conversación" con los socialistas.

Este viernes se reunirá la denominada 'mesa confederal', en la que participarán los portavoces de En Comú Podem, Jaume Asens, la confluencia gallega, Yolanda Diaz, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, la portavoz del grupo confederal, Irene Montero, su adjunta, Ione Belarra, y el encargado de liderar la comisión de seguimiento de pactos electorales, Pablo Echenique. Un cónclave en el que se abordarán cuestiones técnicas relativas a la actividad parlamentaria pero que se centrará sobre todo en la hoja de ruta para formar un Gobierno de coalición progresista junto a los socialistas.

Dar respaldo a los líderes territoriales

La pretensión de la dirección del partido de cara a los acuerdos autonómicos, que serán los primeros en dilucidarse, es acompañar y dar respaldo a los líderes territoriales del partido. En la Comunidad Valenciana es donde más avanzadas están las negociaciones para la entrada en el Consell de Ximo Puig, junto a Compromís, debido a que las elecciones se celebraron junto a las generales el pasado 28-A. Los negociadores por parte de Unidas Podemos son Antonio Estañ, secretario general autonómico de Podem, Fabiola Meco, Ángela Ballester, Enric Pla, Ignacio Blanco y Aurora Mora, quienes junto a sus homólogos socialistas y de Compromís están siendo los encargados de definir los ejes programáticos que regirán la gestión del futuro Gobierno valenciano, así como la arquitectura institucional del nuevo Ejecutivo, según avanzó la comisión de negociación. Su objetivo es que el renovado acuerdo del Botànic sirva como ejemplo a nivel estatal, aunque sin condicionar unas negociaciones a otras.

En Baleares, las relaciones de Podemos con el Gobierno socialista de Francina Armengol han sido fructíferas tras su pacto de legislatura y ahora se da por descontado que formen un Ejecutivo de coalición, con un peso preponderante del PSIB en función de sus resultados y en el que también se incluiría a Més. En La Rioja, la intención de la socialista Concha Andreu es gobernar en solitario, pero Unidas Podemos no descarta entrar en el Ejecutivo apelando a la necesidad de dotarlo de "estabilidad". Las dos diputadas de Podemos en la región arrancaban la semana presentando un documento con 18 puntos programáticos para que el nuevo Gobierno "desarrolle políticas de progreso de forma estable en la legislatura".

Las negociaciones para el Gobierno del Estado siguen siendo de la máxima prioridad para Unidas Podemos y se entiende que el balón está en el tejado de Pedro Sánchez. Después de que, tras el 26-M, el presidente del Gobierno en funciones llamase a la formación liderada por Pablo Iglesias a reconsiderar su posición por los resultados obtenidos y que el secretario de Organización de los socialistas, José Luis Ábalos, lo complementase asegurando que no estaba en su hoja de ruta formar un Gobierno de coalición, más allá de incluir en el Consejo de Ministros a personas vinculadas a Podemos como independientes, desde la formación insisten en que el 26-M no modifica los resultados de las generales y quien debe buscar la mayoría necesaria es Sánchez. Todos los escenarios están abiertos, a la espera de que se sienten los equipos negociadores y se despejen los pactos autonómicos de la ecuación.