De Arrimadas y Rull al abrazo Junqueras-Iglesias: saludos entre sus señorías

Muchos diputados aseguran que la constitución de las Cortes es lo más parecido a la 'vuelta al cole' que recuerdan. Las similitudes son evidentes: reencuentros de un curso para otro y un hemiciclo en el que conviven veteranos y novatos. De lo segundo, este martes hubo mucho: seis de cada 10 parlamentarios son nuevos en la XIII legislatura. Hay grupos parlamentarios enteros que debutan, como es el caso de Vox. Santiago Abascal y sus 23 compañeros dieron la campanada nada más empezar ocupando la bancada socialista.

Abascal, por cierto, fue de los primeros en saludar al presidente del Gobierno a su entrada en el hemiciclo. Seguramente porque se sentaba justo delante de él. Compartió varias charlas con el diputado socialista José Zaragoza, que optó por no soltar su escaño aunque estuviera rodeado de los de Vox. Hacia la mitad de la sesión solemne, el líder de la formación de ultraderecha —que juró su acta de diputado “por España”— se levantó de su escaño y pasó por delante de Albert Rivera, a quien saludó. Después estuvo con Juan Carlos Girauta (al que conoce desde hace años) y con otros diputados naranjas como Nacho Prendes y Patricia Reyes. Abascal aseguró que ni tuvo ni quería tener “la oportunidad” de haber coincidido con los políticos catalanes encarcelados que hoy estuvieron en el Congreso.

No se paró con Inés Arrimadas, que apenas se movió del escaño, junto a Marcos de Quinto y Sara Giménez. Eso sí, la recién estrenada diputada nacional tuvo algún encuentro con excompañeros del Parlament. Además de sus colegas José María Espejo y Fernando de Páramo, Arrimadas intercambió saludo con los 'exconsellers' (actualmente presos del 'procés') Josep Rull (a quien dio dos besos) y Jordi Turull (la mano).

Los exdirigentes catalanes en prisión preventiva fueron, sin duda, los que más atención acapararon en esta sesión. Oriol Junqueras compartió conversación con muchos diputados y saludó a Pedro Sánchez (“tenemos que hablar”, dijo al jefe del Ejecutivo) y parte de su gabinete (Ábalos, Ribera y Borrell, entre otros). Se acercó a saludar a la ya presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y se abrazó con Pablo Iglesias.

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Ángel Collado

Además de los saludos buscados, hubo más de uno que no se pudo evitar fruto del atasco que se organizó en las primeras votaciones por la rapidez con que la secretaria de la Mesa de Edad, Marta Rosique, leía los nombres de los diputados en orden alfabético. El presidente de esta Mesa, Agustín Zamarrón, tuvo que intervenir en más de una ocasión para disolver la concentración. En esos momentos coincidían, por ejemplo, el diputado de Vox, Manuel Mariscal, y el de EH Bildu, Oskar Matute.

Desde la tribuna, algunos invitados seguían atentos una jornada en la que muchos reconocían que solo faltaban las palomitas. No faltaron el padre Ángel (un fijo en cualquier evento que se precie en Madrid) ni Juan Carlos Monedero (tampoco suele faltar). Muy pronto por la mañana llegó el presidente del Parlament, Roger Torrent; igual que el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. A última hora de la mañana llegaba el jefe de Gabinete del presidente, Iván Redondo. También estuvo Rocío Monasterio siguiendo el debut de los suyos.

Tres diputados del PSOE (Felipe Sicilia, Francisco Polo y Arnau Ramírez) posaron delante de Abascal con camisetas de Gaysper, un icono homófobo creado inicialmente por Vox con forma de fantasma y que finalmente se ha convertido en un símbolo en defensa del colectivo LGTBI.

La indumentaria de sus señorías estuvo cargada en muchas ocasiones de gran simbolismo. Los diputados independentistas lucieron, como es habitual, simbología amarilla. En el caso de la diputada de JxCAT Míriam Nogueras, la americana y el bolso también los llevó de ese color. Arrimadas debutó en la Cámara con chaqueta naranja, y Cayetana Álvarez de Toledo optó por el azul.