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"¿Qué haríamos sin usted, Pina?": entre bronca y bronca, el humor llegó al Supremo
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EN EL JUICIO DEL 'PROCÉS'

"¿Qué haríamos sin usted, Pina?": entre bronca y bronca, el humor llegó al Supremo

El presidente del tribunal y el abogado de Sànchez protagonizaron una situación cómica en el juicio

Foto: Jordi Pina, el abogado de Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull. (EFE)
Jordi Pina, el abogado de Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull. (EFE)

Todo apuntaba a una sesión soporífera, un trámite que había que superar antes del puente de Semana Santa. El Tribunal Supremo estaba medio vacío y los testigos volvían a ser policías nacionales, por lo que la previsión se confirmó durante las primeras horas: los agentes repasaron "la hostilidad" a la que se enfrentaron el 1-O y las defensas pusieron el foco en la fuerza que emplearon. Nada nuevo. Pero en el juicio del 'procés' siempre hay alguna sorpresa, y esta vez llegó con el abogado Jordi Pina y el juez Manuel Marchena. Aunque ambos han chocado una y otra vez en el juicio del 'procés', este miércoles hubo más que palabras entre ellos: hubo risas, muchas risas.

La sesión puso punto y final a la ronda de testigos de la Fiscalía, pues tras escuchar a más de 200, el juicio se reanudará este martes con los de Vox. El Ministerio Público no guardaba ninguna traca final y la mañana arrancó con policías nacionales que insistieron en aspectos ya comentados: la violencia de los manifestantes, la pasividad de los Mossos y las lesiones que sufrieron el 1-O. Uno tras otro fueron describiendo sus intervenciones, relatos con distintos escenarios y la misma idea de fondo. Pero entonces llegó el turno del testigo número nueve, el agente 087576.

Nada más entrar por la puerta, el magistrado Juan Ramón Berdugo avisó a Marchena de que un murmullo se extendía por la bancada de las defensas. "No sé si voy errado, pero creo que el testigo ya ha comparecido en esta sala con anterioridad", interrumpió Jordi Pina, abogado de Sànchez, Turull y Rull. No se equivocaba: el policía había declarado ante el Supremo la tarde del jueves. El presidente del tribunal no pudo evitar una sonrisa al responder al letrado: "¿Qué haríamos sin usted, señor Pina? Bueno, pues puede marcharse", dijo al policía. Mientras el agente abandonaba la sala, los 'exconsellers' Joaquim Forn y Raül Romeva fueron incapaces de aguantar la risa.

A la espera de que entrase el siguiente testigo, los magistrados comenzaron a bromear entre ellos y Marchena lanzó una nueva chanza al abogado: "Estese usted atento, señor Pina, para evitar el 'bis in idem", dijo el juez, refiriéndose así al principio que prohíbe que un mismo hecho resulte sancionado más de una vez. "No es fácil gestionar la citación de 500 testigos. Mientras solo haya sido uno, todo va bien", añadió con ironía. El ataque de risa ya era general y Pina solo podía asentir y hacer aspavientos ante las palabras del magistrado.

Marchena, sin embargo, todavía guardaba una pulla final: "Como ya el señor Pina se habrá anticipado, el siguiente testigo, el 113391, está también citado para la tarde. No lo llamamos ahora y lo llamamos a la tarde... Y evitamos el 'bis in idem". El letrado respondió que sí y el presidente del tribunal se lo agradeció entre risas: "Es que estábamos esperando su colaboración". Tras meses de roces, ambos se reencontraron este miércoles entre bromas.

La solemnidad volvió al juicio del 'procés' durante un par de horas, pero Pina protagonizó entonces un nuevo momento cómico. A preguntas de la Fiscalía, un policía explicó que tuvieron que lidiar con "personas mayores" y de "edad avanzada", ante lo que el abogado quiso saber a qué franja de edad se refería al usar este término. El agente respondió que a "personas de 50 o 60 años", tras lo que el abogado dedicó una mirada al tribunal: tanto él como los magistrados rondan esa edad. "Perdone si se ha sentido ofendido", dijo nervioso el testigo al darse cuenta. Pero Pina se limitó a dedicarle la mejor de sus sonrisas: "Siempre hay una primera vez", respondió con sorna.

Bromas aparte, la sesión dejó también una nueva bronca entre Marchena y los abogados de Jordi Cuixart. La defensa del líder de Òmnium Cultural ha endurecido el tono esta semana, lo que le ha llevado a chocar varias veces con el tribunal y la Fiscalía. En esta ocasión, el protagonista fue el letrado Benet Salellas, que al poco de comenzar la sesión preguntó por las lesiones que presentaban los manifestantes y se ganó una advertencia de Marchena. De todos modos, el verdadero choque se produjo una hora después, cuando preguntó a un antidisturbios si se había interesado por el estado de los heridos. El presidente del tribunal le paró los pies al segundo. "No vamos a discutir usted y yo. Está usted perdiendo el tiempo y nos lo está haciendo perder a nosotros", zanjó molesto.

Entre bronca y bronca, el humor llegó este miércoles al Supremo. Aunque parecía que iba a ser una sesión rutinaria, el juicio se convirtió en el plató perfecto para que Pina, acompañado por Marchena, diera rienda suelta a la hilaridad. Ni siquiera los acusados pudieron resistirse a las chanzas del juez y el abogado: tras más de dos meses de caras serias, la sala se llenó de sonrisas.

Todo apuntaba a una sesión soporífera, un trámite que había que superar antes del puente de Semana Santa. El Tribunal Supremo estaba medio vacío y los testigos volvían a ser policías nacionales, por lo que la previsión se confirmó durante las primeras horas: los agentes repasaron "la hostilidad" a la que se enfrentaron el 1-O y las defensas pusieron el foco en la fuerza que emplearon. Nada nuevo. Pero en el juicio del 'procés' siempre hay alguna sorpresa, y esta vez llegó con el abogado Jordi Pina y el juez Manuel Marchena. Aunque ambos han chocado una y otra vez en el juicio del 'procés', este miércoles hubo más que palabras entre ellos: hubo risas, muchas risas.

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