Los Franco insisten en enterrar al dictador en La Almudena: "No hay riesgo de disturbio"

La familia Franco quiere enterrar al dictador en La Almudena. En el escrito de alegaciones presentado este martes ante la instructora del procedimiento, los descendientes de Franco piden una vez más no sacar sus restos del Valle de los Caídos y tachan el proyecto de "farsa administrativa", pero al mismo tiempo dedican gran parte del mismo a defender la catedral como lugar idóneo para su reinhumación. "La zona en la que se ubica dicha cripta es altamente segura por la elevada presencia de fuerzas de seguridad del Estado, medidas de control antiterrorista y restricciones", argumenta la familia, descartando además el "riesgo de disturbios de orden público de carácter ideológico".

El escrito de este martes es el último trámite antes de que el ministerio de Justicia deje en manos del Consejo de Ministros la propuesta de exhumación. Aunque el Tribunal Supremo ya ha decretado que el proyecto necesita su visto bueno antes de llevarse a cabo, esta era la última oportunidad que tenía la familia para presentar alegaciones ante la instructora del procedimiento, una oportunidad que no han dejado pasar. "Por qué debe la familia del General Franco soportar el dolor, la humillación y la afrenta de ver desenterrado a su abuelo, con evidente intención de agraviar su imagen y recuerdo", se pregunta su abogado en un comunicado enviado a El Confidencial.

En su escrito de alegaciones, de más de 55 páginas, el abogado sostiene además que, amparándose en un Real Decreto Ley "que aparentemente es una norma de carácter general aplicable a todos los cadáveres inhumados en el Valle de los Caídos", el Gobierno ha puesto en marcha "un procedimiento de carácter singular, única y exclusivamente dirigido [a Francisco Franco]". Al margen del Ejecutivo, la familia arremete también contra el Ayuntamiento de San Lorenzo del Escorial por "los múltiples y graves incumplimientos de la legalidad urbanística", así como contra la Dirección de Salud Pública de la Comunidad de Madrid por "haber obviado la condición de cadáver embalsamado de los restos mortales del Generalísimo Franco".

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El escrito hace especial hincapié "en la doble violación de los derechos fundamentales a la intimidad personal y familiar y a la libertad religiosa" que en su opinión constituyen tanto la exhumación como "la injerencia del Gobierno" a la hora de decidir dónde se puede reinhumar a Franco, ante lo que recuerdan cómo el Tribunal de Derechos Humanos condenó el pasado septiembre septiembre a Polonia por desenterrar a dos hombres sin el consentimiento de sus viudas.

Una vez expuestos estos argumentos, el letrado pasa entonces a rebatir el informe de la Delegación del Gobierno de Madrid sobre los problemas de seguridad que desaconsejan una reinhumación de Franco en la cripta de La Almudena. "Según expertos consultados en materia de seguridad, los riesgos que se apuntan en dicho informe son ciertamente reducidos", señala el abogado. En el escrito se argumenta en este sentido que la catedral no es "objetivo del terrorismo islámico" y se descarta el "riesgo de disturbios de orden público de carácter ideológico", pues "la reciente manifestación convocada por Unidos Podemos, UGT y CC.OO contra el eventual
traslado de los restos a la Almudena apenas congregó a 200 personas".

En lo que se refiere a la posibilidad de que la cripta se convierta en un lugar de culto franquista, el escrito se refiere de forma indirecta a este asunto: "No es relevante la afluencia prevista de visitantes (máximo de 1.000 diarios) respecto de otros eventos que se celebran en la capital, como los partidos de fútbol que concentran a 100.000 personas en el centro de Madrid durante un plazo de tres horas, o el Museo del Prado con casi 3 millones de visitantes anuales", sostiene el abogado.