Lorenzo Sanz: 33 millones de deuda, un Mercedes biplaza... y una pensión de 400€

La situación económica de Lorenzo Sanz es complicada para él, pero también llamativa para quien la observa desde fuera. El hombre que presidió el Real Madrid entre 1995 y 2000 mantiene una deuda con sus acreedores que roza los 33 millones de euros. En concreto, según el informe presentado por el administrador concursal José María Zúñiga ante el Juzgado Mercantil número 1 de Madrid, el exdirectivo blanco acumula créditos por valor de 32,8 millones de euros. Sanz, además, no cuenta con ningún activo a su nombre ni recibe salario más allá de su pensión por jubilación, por lo que —como establece el mismo documento— "no podrá atender el pago de sus pasivos".

El informe especifica apenas una decena de útiles que figuran a nombre del empresario. Se trata de una escultura de personajes chinos, otra de una mujer en blanco y negro dos más también con motivos asiáticos, varias de marfil una de un barco, otra de una jaula con pájaro, un mueble de madera, un reloj de mesa y 54 cuadros de diferente tamaño. "Dada la inexistencia de ingresos de ningún tipo del concursado y la cantidad de deuda acumulada por el mismo, esta administración concursal considera que es necesario proceder a la apertura de la fase de liquidación del concurso", concluye el mencionado informe, que limita a "la cantidad de 440 euros" lo que el empresario recibe cada mes en concepto de "fijación de alimentos" procedente de la mencionada pensión.

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El expresidente del Real Madrid, sin embargo, conduce un Mercedes SLK, según denuncian algunos de sus acreedores, que se quejan de los obstáculos que está poniendo el propio Sanz a la investigación de la administración concursal. "Se remitió comunicación al Consejo General del Notariado para que remitiera listado de todas las escrituras públicas suscritas por Lorenzo Sanz en los últimos cinco años y al secretario de la Junta de Calificación de Bienes de Patrimonio Histórico para que se pusieran a disposición del juzgado posibles cuadros de valor histórico exportados supuestamente de forma ilícita por el consursado, sin que en ninguno de los casos se haya obtenido respuesta positiva", censura el informe.

Sanz, que ahora cuenta con 75 años, está inmerso en un proceso concursal después de que parte de sus acreedores reclamen el dinero que este les debe. Aunque no es el único. Según el mismo informe elaborado por Zúñiga, hay o ha habido una decena de procedimientos judiciales abiertos contra el exdirectivo del conjunto merengue. Los juzgados 20, 30, 48, 52 y 82 de primera instancia iniciaron causa contra él, aunque el administrador asegura que desconoce "el estado" de esos procedimientos como tampoco sabe en qué situación está el expediente que abrió la Seguridad Social o la ejecución de títulos judiciales que dirige el juzgado de primera instancia número 84 que instó la mercantil Beach Resorts, a la que Sanz adeuda 7,3 millones de euros.

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El administrador sí explica que el juzgado penal número 16 de Madrid absolvió a empresario del delito de alzamiento de bienes y que el juzgado de lo social 84 dirige los procedimientos instados por los dos empleados domésticos de Sanz, que le reclaman 50.000 euros cada uno en concepto de salarios y despido improcedente. Por este último concepto el juzgado ya ha condenado al concursado a abonar 17.300 euros a cada uno de los trabajadores. Aun falta por conocer la reclamación que ambos han hecho de 33.000 euros.

A todas estas causas hay que sumar la pena que le impuso la Audiencia Provincial de Madrid el pasado noviembre. El alto tribunal condenó a Sanz a tres años de prisión, a abonar una multa de 1,2 millones de euros por ocultar a Hacienda "de forma intencionada" cerca de seis millones de euros en sus declaraciones de la renta de 2008 y 2009 y a indemnizar a la Agencia Tributaria por 622.000 euros. El tribunal aplicó la atenuante de reparación del daño, ya que consideró que el exdirectivo del Real Madrid había "movido todos sus hilos para hacer frente a su responsabilidad" y había constituido hipotecas sobre los bienes de sus hijos para afrontar la deuda.