Muere a los 70 años Carmen Alborch, voz del feminismo y exministra de Cultura
Fue ministra de Cultura entre 1993 y 1996, además de diputada del PSOE en tres legislaturas. En su último discurso, abogó por declarar el feminismo Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
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Carmen Alborch falleció este miércoles a los 70 años de edad víctima del cáncer tras varios meses peleando contra la enfermedad. Lo hizo en su casa, rodeada de su familia, y tras haber recibido el máximo reconocimiento institucional en su propia tierra. Nacida en la localidad de Castelló de Rugat (Valencia) un 31 de octubre de 1947, el pasado día 9, hace menos de un mes, recogió la Alta Distinción de la Generalitat e hizo apología del que ha sido su objetivo político a lo largo de su vida: "Construir y luchar por un mundo mejor". Para ello, dijo, batallaría "hasta el último suspiro". Hasta el último suspiro fue su compromiso con la igualdad entre hombres y mujeres. En su alocución en nombre de todos los premiados, aseveró que el feminismo "debería ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad".
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Ministra de Cultura entre 1993 y 1996, además de diputada del grupo socialista en tres legislaturas, fue uno de los iconos del último Gobierno de Felipe González, donde su pelo rojo y su eterna sonrisa insuflaron aire fresco y transgresión a partes iguales en el tramo final de la primera era socialista. Para ocupar el puesto le avalaba su trayectoria al frente del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), que logró situar entre los más prestigiosos del país con su apoyo a los artistas contemporáneos, y en el área de cultura y de los institutos culturales de la Generalitat, adonde llegó de la mano del entonces 'conseller' Ciprià Císcar, que después sería secretario de Organización del PSOE. Pese al desgaste de su enfermedad, claramente visible en su aspecto físico, siempre derrochó sonrisas y afectividad hacia sus amigos y conocidos, como demostró en su última aparición en los actos del Día de la Comunidad Valenciana.
▶ ‘Tots els premiats compartim una motivació vital: lluitar per un món millor' Carmen Alborch #ElMeu9 pic.twitter.com/OF2P45ScSX
— Generalitat (@generalitat) 9 de octubre de 2018
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En 2007 fue candidata a la alcaldía de Valencia, aunque no pudo rebasar en votos a la también fallecida Rita Barberá. Tras la derrota, asumió su papel opositor y ejerció de portavoz socialista en el ayuntamiento hasta junio de 2011. La noticia de su fallecimiento ha causado consternación en las filas del PSOE, donde Alborch fue siempre reconocida y querida. La muerte de la exministra ha provocado una cascada de reconocimientos en cuadros y cargos socialistas a través de la redes sociales, desde el propio Puig ("Carmen, patrimonio de la Humanidad") hasta la presidenta andaluza, Susana Díaz. También el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, mostró su pésame a amigos, familiares y compañeros de partido.
Siento una gran tristeza por la ausencia de Carmen. Pocas personas son tantas miradas positivas a la vez. Nos deja el testimonio de su alegría en el combate de las ideas que hacen avanzar el mundo. Nos deja la creatividad y el FEMINISMO. Carmen, patrimonio de la humanidad pic.twitter.com/kQi91ZXSTl
— Ximo Puig (@ximopuig) 24 de octubre de 2018
En la tribuna del Congreso, casi entre lágrimas, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, rendía homenaje a la exministra, "una persona importante para los valencianos, pero también para los españoles". La Cámara Baja despidió a la diputada y senadora con un aplauso. El Senado también guardó un minuto de silencio. "Terriblemente apenada por el fallecimiento de mi amiga Carmen Alborch. Al perderla, perdemos mucho los que la tuvimos cerca y pierden también otras muchas personas por las que trabajó siempre", afirmó la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.
Acabo de saber que nos ha dejado Carmen Alborch.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 24 de octubre de 2018
Una feminista pionera, una mujer de principios defensora a ultranza de nuestra cultura. Nos queda su ejemplo de lucha, su compromiso por hacer del mundo un lugar más justo y de España un país mejor. Hasta siempre, compañera. 🌹 pic.twitter.com/lD78zWYkGZ
🌹Muy tristes por el fallecimiento de la compañera socialista Carmen Alborch. Deja una huella imborrable en la política y en la cultura de este país. Abanderada del feminismo, fue un referente en la lucha por la igualdad y por los derechos de las mujeres.
— PSOE (@PSOE) 24 de octubre de 2018
🖤Buen viaje, Carmen. pic.twitter.com/Pprgxt1dTS
Cuánto siento la muerte de Carmen Alborch, mi compañera y amiga. Siempre estuvo en la vanguardia de tantas cosas... del feminismo, de la cultura y de la política. https://t.co/M1HRLG86M2
— Susana Díaz Pacheco (@susanadiaz) 24 de octubre de 2018
De talante libre, a la vez que tolerante y dialogante, en su currículo figuran numerosas distinciones por su lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, como el Premio de Mujeres Progresistas, Premio Meridiana de la Junta de Andalucía, Premio Rosa Manzano 2007 o Premio Gabriela Sánchez Aranda 2009. Era socia de honor de la Asociación Clásicas y Modernas y de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT). Además, recibió también el Premio Generando Arte 2015, concedido por la Asociación Generando Arte de mujeres artistas. A finales del año pasado, recibió la medalla de la Universitat de València, de la que fue decana de la Facultad de Derecho y profesora de Mercantil antes de dedicarse de lleno a la política y la gestión cultural.
Cultivada, inquieta y comprometida con su ideario político, Alborch se movía entre las aguas de la política y la cultura en Madrid y Valencia, su localidad natal y los descansos en la sierra de la Calderona, en el interior de Valencia, donde tenía una casa. Aquí escribió muchos de sus libros, en su mayor parte vinculados al papel de la mujer en la sociedad y cómo la lucha por la igualdad y el feminismo impactaban también en su vida interior y en su psicología. Son obras suyas 'Solas: gozos y sombras de una manera de vivir' (Temas de Hoy, 1999), 'Malas: rivalidad y complicidad entre mujeres' (Aguilar, 2002), 'Libres, ciudadanas del mundo' (Aguilar, 2004) o la más reciente 'Los placeres de la edad' (Espasa, 2014).
Carmen Alborch falleció este miércoles a los 70 años de edad víctima del cáncer tras varios meses peleando contra la enfermedad. Lo hizo en su casa, rodeada de su familia, y tras haber recibido el máximo reconocimiento institucional en su propia tierra. Nacida en la localidad de Castelló de Rugat (Valencia) un 31 de octubre de 1947, el pasado día 9, hace menos de un mes, recogió la Alta Distinción de la Generalitat e hizo apología del que ha sido su objetivo político a lo largo de su vida: "Construir y luchar por un mundo mejor". Para ello, dijo, batallaría "hasta el último suspiro". Hasta el último suspiro fue su compromiso con la igualdad entre hombres y mujeres. En su alocución en nombre de todos los premiados, aseveró que el feminismo "debería ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad".