Sánchez maniobra para colocar a dedo al comisario de Policía 'Lenin' en Interior

El PSOE está buscando colocar a mandos de la Policía Nacional de su máxima confianza en la esfera del nuevo ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, uno de los fichajes más sorprendentes del Gobierno de Pedro Sánchez porque, hasta su incorporación al gabinete, siempre se le había ubicado en posiciones conservadoras. Uno de los comisarios que está en el punto de mira de los socialistas para realizar esa labor de marcaje es José Antonio Rodríguez González, que ya estuvo destinado en Interior durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero realizando funciones de estudios y análisis.

Rodríguez González es precisamente conocido en el cuerpo por su proximidad al PSOE y por su estrecha adscripción a ideas progresistas. De hecho, sus compañeros le han puesto los sobrenombres de Lenin y Rodrigof. Permaneció en la Secretaría de Estado de Seguridad hasta los últimos días del Ejecutivo de Zapatero. Primero con Alfredo Pérez Rubalcaba al frente de la cartera y, después, con el último ministro del Interior de ese gobierno, Antonio Camacho.

Poco antes de la llegada al poder de Mariano Rajoy tras su victoria en las elecciones generales de noviembre de 2011, Camacho decidió premiarlo enviándolo de consejero a la embajada de España en Pekín, un puesto remunerado con 24.000 euros al mes. Hasta 12 policías solicitaron esa plaza. Sin embargo, el elegido fue Rodríguez González, a pesar de que otros aspirantes acumulaban más méritos. Según las fuentes consultadas, se da la circunstancia de que su ascenso a comisario (un proceso en el que pesan criterios puramente subjetivos) se produjo sólo dos años después de que el PSOE llegara al Gobierno.

Ferraz pretende recuperarlo ahora para la nueva etapa de Interior. La elección de Grande-Marlaska generó sorpresa en las filas del partido por su marcado perfil independiente, alejado incluso de las tesis socialistas. Durante su etapa de juez en la Audiencia Nacional encarceló a Arnaldo Otegi en plenas conversaciones del Gobierno de Zapatero con ETA, investigó el chivatazo a la banda del caso Faisán y cerró la investigación sobre el accidente del Yak-42 durante la etapa en el Ministerio de Defensa de Federico Trillo. En los últimos meses, había coincidido en varios actos con Albert Rivera, por lo que se daba por descontada su cercanía a Ciudadanos. Su nombramiento provocó un terremoto.

Según fuentes policiales consultadas por este diario, al comisario González Rodríguez se le “está buscando un destino, aunque no sea fácil su acomodo por su perfil profesional”. “Se le considera muy capaz en tareas de estudios y análisis estratégicos, pero sin experiencia alguna en tareas operativas ya que nunca las ha ejercido. No conoce las unidades de Policía, ni sus métodos de trabajo, ni procedimientos operativos, ni tampoco los medios materiales disponibles en el empleo diario de las unidades. Todavía conoce menos la Guardia Civil, ni Protección Civil, ni Instituciones Penitenciarias, ni las Relaciones Internacionales. Además, sólo es comisario, no comisario principal”, un rango que necesario para desempeñas las más altas responsabilidades del cuerpo.

El PSOE ya ha tomado otras medidas para garantizar su influencias en Interior. Sánchez decidió colocar como número 2 de Grande-Marlaska a la diputada socialista por Valencia Ana Botella Gómez, con un largo historial de servicios al partido. Entre 2007 y 2010 fue concejala en el Ayuntamiento de Valencia y entre 2010 y finales de 2011 ejerció de delegada del Gobierno en esa Comunidad.