El decano de los abogados independentistas se aferra al cargo pese a superar el tope legal

Carles McCragh, decano del colegio de abogados de Girona ha sido reelegido para el cargo. El más independentista de los decanos catalanes ha renovado el puesto pese a que ya lleva dos mandatos en el cargo, el máximo previsto por los estatutos. McCragh, que ha visitado a los presos en Estremera y es conocido por sus posiciones independentistas, se perpetúa así en contra del límite legal alegando que era el único candidato. Un colegiado ya ha presentado una queja en el Consejo General de la Abogacía Española, que previsiblemente analizará el nombramiento.

Los colegios profesionales en Cataluña han estado en la primera línea del independentismo. Decenas de colegios profesionales —de médicos, abogados, ingenieros, arquitectos...— se sumaron antes del 1-O al manifiesto 'Colegios por el referéndum'. Allí lamentaban que el referéndum no se hiciera de forma pactada y reiteraban el apoyo "al derecho a decidir de los ciudadanos de Cataluña". A ese manifiesto no se sumó el Colegio de Abogados de Barcelona porque tenía reciente un fiasco similar en 2013. Entonces suscribió el "pacto nacional a favor del derecho a decidir" impulsado por Artur Mas, pero ese apoyo fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Amb en @JoanR_Puig avui a Estremera. @CarlesMundo animat però juridicament indignat. Ens transmet les gràcies a tots pels recolzaments. pic.twitter.com/LDtrCwvLKM

La sentencia señalaba que los colegios de colegiación obligatoria no podían entrar en política y que eso quebraba la neutralidad ideológica. "Dado que la colegiación es obligatoria para quien ejerce la abogacía, no deja otra opción a los colegiados que alinearse con la opción ideológica o política que el colegio profesional ha asumido", concluyó el tribunal. Es decir, que si fuera un club, como el Barça, pues podrían apoyar lo que quisieran porque nadie está obligado a estar ahí. Pero para ejercer de abogado —y de médico o arquitecto— hay que colegiarse sí o sí y no hay por qué aguantar posicionamientos ideológicos del colegio. El pasado mes de abril, otro juez tumbó el apoyo del Colegio de Arquitectos de Cataluña al 1-O.

Sin embargo, la neutralidad no es tan evidente. Y uno de los más destacados ha sido el decano de Girona. McCragh, que ha acudido a ver a los políticos presos catalanes a Estremera, cedió las instalaciones del colegio antes del 1-O para preparar la defensa jurídica ante eventuales denuncias y, según denuncian algunos colegiados, inunda de propaganda independentista el buzón de los abogados de Girona, la provincia con más apoyo independentista.

Cuando la Audiencia Nacional mandó a la cárcel a los políticos, el Colegio de Girona se posicionó claramente y expresó en un comunicado su "repulsa por la utilización del derecho constitucional y penal para finalidades que no les son propias, como la resolución de un conflicto político". En esos días llegó a declarar públicamente que "Cataluña vive una falta de libertades que no se veía desde el franquismo". Eso no le impide ser vicepresidente de la Fundación de la Abogacía Española, un codiciado cargo entre los decanos que conlleva dietas y viajes a Madrid. Junto a la decana de Barcelona, María Eugenia Gay, acudió a ver a Carlos Puigdemont al Palau de la Generalitat para promover una mediación con el Gobierno.

Los colegios profesionales en Cataluña han estado en la primera línea del independentismo, aunque los jueces sentenciaron que no pueden hacer política

Mc Cragh no quiso el viernes contestar a este diario alegando que estaba de viaje. En noviembre sí dio su versión sobre la politización. "Los colegios están inmersos en una situación especial que muchas veces requiere que se manifiesten. Quizá no en temas políticos, pero sí de derechos. El colegio de Girona nunca se manifestará a favor de la república o a favor de la independencia, pero sí ha tratado temas de defensa de personas encarceladas, aunque todo tiene un lado político". "Hemos intentado ser plurales, pero quizás ha primado un determinado lado más que el otro", añadió.

El pasado 14 de junio, McCragh renovó su mandato, según anunció el colegio de Girona. Pero se ha encontrado con una piedra en el camino. Un colegiado ha presentado un recurso a la elección ante el propio colegio de Girona, pero además ha elevado una queja al Consejo General de la Abogacía Española, que agrupa a todos los colegios. En el escrito, al que ha tenido acceso este diario, alega que los estatutos vigentes del colegio, aprobados en 2003, señalan que el decano "no podrá ser elegido más de dos legislaturas". Teniendo en cuenta que McCragh fue elegido decano en 2010 y relegido en 2014 ya habría superado ese máximo legal. "McCragh bombardea a los colegiados con correos independentistas y unos cuantos estamos hartos", explica este letrado. Un portavoz del Consejo General de la Abogacía Española afirmó el viernes que el organismo no había analizado aún la queja.

Después de años en los que el independentismo copara los principales colegios profesionales, ahora hay colegiados constitucionalistas que han empezado a rebelarse y llevan a los tribunales la politización. Tienen la jurisprudencia de su parte en casos en los que la colegiación sea obligatoria. Y, como en Girona, no van a pasar por alto si un decano se salta sus estatutos.