Congresos médicos y colegios profesionales: los 'indepes' lanzan lemas desde cada rincón

El pasado 21 de septiembre, unos 750 médicos de todo el mundo asistieron en Barcelona a la cumbre mundial de los trastornos de deglución. Había asistentes japoneses, coreanos, de EEUU… El médico Pere Clavé, del hospital de Mataró, pionero a nivel mundial en trastorno de disfagia y presidente de la sociedad mundial, abrió el Congreso. “Es una eminencia hablando de disfagia, pero empezó con la política”, cuenta un asistente. Con una estelada en la pantalla, Clavé explicó que Cataluña era un país de la UE que el próximo 1 de octubre va a decidir su independencia. “Los españoles alucinábamos, pero muchos extranjeros se fueron con esa idea”.

La estelada, el relato independentista, asoma estos días en todas partes. Las élites de las universidades, los colegios profesionales, las sociedades médicas y científicas, los clubes deportivos, aficionados, el Barça, las asociaciones de padres, las asociaciones de agentes forestales, las de bomberos… apoyan mayoritariamente y con más o menos ímpetu el referéndum ilegal del 1-O. ¿Cómo puede ser que desde tantas asociaciones apoyen el referéndum si en las encuestas “solo” la mitad de la población es independendista? No hay una sola respuesta.

Claim for democratic right to vote @ referendum, by the President of the EU Society of Swallowing Disorders, Dr Pere Clavé @SCGiG pic.twitter.com/uPGOyFCChZ

En primer lugar, la revolución independentista que vive Cataluña tiene un componente de la burguesía. Las élites están en buena medida con el procés y son estas las que dirigen los movimientos sociales. Los antiguos votantes de CiU han abrazado el independentismo junto a los antisistema de la CUP y los tradicionales núcleos rurales independentistas. No es un movimiento obrero y trabajador, como han denunciado antiguos sindicalistas relegados de sus puestos.

Eso puede ayudar a explicar que unos 50 colegios profesionales firmaran su apoyo a un manifiesto por el derecho a decidir (aunque tras mucho debate se quitó el apoyo a este referéndum para evitar reticencias). Jaume Pradós es presidente del Colegio de Médicos de Barcelona y no reniega de la orientación política que le ha dado a su presidencia. “Llevaba en mi programa ayudar a la expresión del derecho a decidir de Cataluña y no me muevo de mi programa”, explica por teléfono.

El presidente del Colegio de Médicos: "Llevaba en mi programa ayudar a la expresión del derecho a decidir de Cataluña y no me muevo"

Pradós dice que preferiría un referéndum pactado con el Gobierno pero que en todo caso “la legitimidad del pueblo de Cataluña está en el Parlament y este es el referéndum que tenemos”, por lo que lamenta que el Constitucional lo suspendiera. “Bomberos, agricultores, la universidad, la ciencia, todo el mundo está a favor. Pensar que esto es solo un problema de políticos es un error”, sostiene antes de añadir que en los últimos días en Cataluña “ha habido amenazas a la libertad de expresión”, en alusión a los registros de la Guardia Civil en una revista en busca de papeletas para el referéndum ilegal (aunque no afectaran a ninguna publicación).

Puigdemont y los independentistas se rodean y dan la palabra a todo tipo de asociaciones a favor del referéndum. Esa apariencia de sociedad uniforme, de un pueblo unido por el independentismo, choca con las encuestas. Según una encuesta del diario El País, el 61% de los catalanes considera que el referéndum del 1-O no es válido, aunque el 82% de la población cree que la mejor forma de resolver el problema entre Cataluña y España sería con un referéndum pactado. El último barómetro de opinión del Gobierno catalán, de julio, señalaba que el 41,1% de los encuestados está favor de una Cataluña independiente, mientras que el 49,4% era contrario. Esos porcentajes es probable que se hayan movido. En la calle se palpa un aumento del apoyo al independentismo con las movilizaciones y las críticas al Gobierno de Rajoy, pero sigue lejos de la uniformidad que vende el apabullante número de organizaciones a favor de la independencia.

Una sentencia prohibió al colegio de abogados sumarse al pacto de Mas a favor de la autodeterminación por ser un acto político

Un político retirado que pide el anonimato señala que lo que ha ocurrido es que "el independentismo ha copado todo el poder. Se han movido muy bien y son hegemónicos. Si no estás con ellos ya no llegas a esos puestos". Álex Ramos, presidente de Sociedad Civil Catalana, una organización nacida para criticar la posición dominante del independentismo, critica la intromisión del independentismo en todos los ámbitos. “Que se presente un congreso médico con una estelada y que el independentismo domine todas las instituciones es una anormalidad. En los últimos años, pero sobre todo desde 2012, han parasitado todas las asociaciones”. Según Ramos, en las elecciones de los colegios profesionales, “vota un porcentaje pequeño de colegiados, así que una lista con apoyo del poder es fácil que gane”.

Este considera ilegal esa adscripción política: “No tienen la potestad legal de representar políticamente a sus colegiados, pero lo hacen. No pueden hablar ni por la adscripción política ni la religiosa de sus colegiados. Pero lo hacen”.

“Que se presente un congreso médico con una estelada y que el independentismo domine todas las instituciones es una anormalidad"

El manifiesto suscrito por los colegios llega a pesar de que en diciembre de 2016 el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña obligara al Colegio de Abogados de Barcelona a dejar el “pacto por el derecho a decidir impulsado por Artur Mas”. Lo hizo tras la denuncia de unos colegiados que consideraban que se había excedido al apuntarse a una opción partidista y vulnerar así “la libertad ideológica” de sus colegiados.

La sentencia consideró que al suscribir el pacto “se rompe con la neutralidad ideológica o política que se espera del Colegio Profesional”. “Dado que la colegiación es obligatoria para quien ejerce la abogacía, no deja otra opción a los colegiados que alinearse con la opción ideológica o política que el Colegio Profesional ha asumido", concluyó el tribunal. Por eso Sociedad Civil Catalana considera que con el nuevo manifiesto, “las juntas directivas de los colegios realizan una representación tramposa de sus colegiados y que además es ilegal”.

Desde entonces el colegio de Abogados de Barcelona es más cauto y no ha firmado el manifiesto. Su decana, María Eugenia Gay, es hija de Eugenio Gay, uno de los los magistrados del Constitucional cuando el Tribunal dictó la sentencia sobre el Estatut en 2010 y que ahora es esgrimido continuamente como clave en el despegue del independentismo. Ha sido el colegio de abogados Girona el que más se ha acercado a las posiciones independentistas. Aunque su presidente, Carles Mc Cragh, independentista y que además es vicepresidente de la Fundación de la Abogacía Española, sostiene que lo único que ha hecho es reforzar el turno de oficio.

Sobre las reuniones en el colegio buscando cómo dar apoyo a las votaciones, explica que “han sido iniciativas de un grupo de abogados, pero no del colegio”. Mc Cragh ha llegado a declarar estos días que "Cataluña vive una falta de libertades que no se veía desde el franquismo". Girona es probablemente la provincia más 'indepe' de Cataluña, pero es dudoso que todos los colegiados bajo Mc Cragh estén cómodos con esa afirmación.

El deporte tampoco queda fuera de la política. El domingo en el partido FC Barcelona-Las Palmas se verá otra muestra de este apoyo social al independentismo, como se vio en el Girona-Barça del fin de semana anterior. Solo el Espanyol se ha quedado fuera de la refriega política y no hizo ningún acto en su último partido en casa. Algo que fue anotado convenientemente por el portavoz del Govern, Jordi Turull: "Como perico, me habría gustado un comunicado del RCD Espanyol [a favor del 1-O]". Pero lo dijo como perico.