Pablo Iglesias llama a armar un "patriotismo social" desde la "España de los delantales"

Pablo Iglesias ha instado a la la dirección de Podemos, un partido que considera ya feminizado, a armar un patriotismo social de lo común, que defienda la España de los delantales frente a la España "de la pulserita con la bandera", el nuevo símil que sustituye al clásico de la polarización populista de "los de abajo frente a los arriba". La marea feminista ha condicionado la primera parte del informe político que el secretario general defendió ante la dirección del partido, el consejo ciudadano estatal, reunido este sábado con el fin de trazar una hoja de ruta para afrontar el próximo ciclo electoral. La movilización social será una de sus principales protagonistas, así como la construcción de un bloque histórico, junto a sus aliados como IU y Equo, a quienes ha avisado que "el nombre de Podemos debe estar visible" en las marcas electorales. Las únicas excepciones serán las marcas de candidaturas unitarias con las que ya gobiernan (Ahora Madrid, Barcelona en Comú, Zaragoza en Comú o Marea Atlántica).

El líder de Podemos ha trasladado a los suyos que la reivindicación de la igualdad y la justicia social debe ser un eje de aspiracion del cambio, que el movimiento feminista ha señalado el "camino del cambio político" y que se debe pasar de las palabras a los hechos. Tanto en las calles como en las instituciones, la formación tiene previsto redoblar su ofensiva, que considera patriótica por su componente de defensa de los derechos civiles, sumándose a lo que definen como una "primavera caliente" de la mano de las movilizaciones por las pensiones o el feminismo y las que vendrán por la renta básica o contra la precariedad. La próxima semana se convocará al 'gobierno en la sombra' de Podemos, el denominado Rumbo 2020, para "analizar en exclusiva la revolución de las mujeres en España".

Iglesias: "El nombre de Podemos debe estar visible" en todas las marcas electorales para las municipales, autonómicas y europeas

La estrategia electoral tendrá por tanto una dimensión social y callejera, la campaña soñado para cualquier formación que se considere progresista, pero también de reivindicación del papel desempeñado en las instituciones ya conquistadas por la formación. Se trata del segundo elemento del populismo progresista que vuelve a rescatar Iglesias: garantizar seguridad a la ciudadanía, entendida como protección social. "Donde gobernamos ofrecemos seguridad a la ciudadanía" ha afirmado Iglesias, indicando que, además de acompañar a las movilizaciones, uno de los principales objetivos que deben guiar la acción del partido de cara a las próximas citas electorales es mostrar el aval de sus experiencias de gobierno como garantía de que ofrecen seguridad a los españoles.

"El debate sobre la seguridad no es sobre la prisión permanente revisable o sobre los narcopisos, sino que es el de la lucha por las pensiones dignas, el derecho a la educación, a la sanidad o a la vivienda. Este es el debate sobre la seguridad ciudadana y lo tenemos que traducir en políticas de gobierno", ha exhortado, después de reflexionar que su percepción sobre las masivas manifestaciones de las últimas semanas es que expresan una preocupación latente sobre el futuro de la gente. Combatir la precariedad, "que amenaza a la clase trabajadora y a la juventud", será por tanto otro de los ejes programáticos de la formación.

"A día de hoy la alianza es con la ciudadanía y tenemos la obligación de convertir sus demandas en alternativas de Gobierno"

El "viento del cambio" comienza a soplar a favor de Podemos, y el secretario general no quiere dejar de aprovecharse de este impulso, pues les está permitiendo opacar la cuestión territorIal de la agenda priorizando la reivindicación de los derechos sociales. Todo ello con el suficiente tacto como para no dar la sensación de tratar de capitalizar el trabajo de unos movimientos sociales que Iglesias respeta como "autónomos". Y es que, según explicó a colación del 8M, "lo que se expresó no es solo un acontecimiento de coyuntura política precisa, sino que es un movimiento tectónico de las estructuras sociales y culturales. Eso fue lo que no fueron capaces de entender actores políticos y sociales, que se empeñaron en identificarlo con nosotros y se vieron arrastrados por un movimiento hegemónico".

Duras palabras, cargadas de resignación, fueron las que Iglesias dedicó al PSOE. "Llegados a este punto", concluyó el líder de Podemos, "solo expresar decepción y tristeza". Del espírIto de las primarias en las que se impuso Pedro Sánchez, "no queda nada" y comparó el PSOE del actual secretario general del un PSOE que pudiese liderar la que fue su rival, Susana Díaz. Con todo, mostró cierta esperanza en que cambie para llevar al plano estatal una alianza que ya mantienen en municipios y autonomías, pero zanjando que "a día de hoy la alianza es con la ciudadanía y tenemos la obligación de convertir sus demandas en alternativas de Gobierno, y por desgracia el PSOE no está" en ello.

"Ninguna bandera debe tapar al país que se abre paso"

Para Iglesias, "ninguna bandera debe tapar al país que se abre paso", menos aún Cataluña, pues según el secretario general el conflicto abierto "no acabará en ruptura". Mensaje a propios y extraños. La crisis del modelo territorial, dijo, va camino de cronificarse, y tras apelar al autoritarismo y la excepción democrática que supone el encarcelamento de líder políticos del 'procés', indicó que "se terminó el momento de pánico e incertidumbre máxima". De este modo, entiende que el debate de investidura terminará con un nuevo president o con una repetición electoral, pero no en una ruptura con el Estado, que ha acabado identificándose como garante de la estabilidad. En este capítulo un guiño a Joan Tardà, "una de las mentes más lúcidas y almas honestas" del procesismo, por su mano tendida a los comuns a través de un artículo de prensa "útil para percibir esta situación de agotamiento".

La centralidad en la agenda de las cuestiones sociales y el "fin del mito de la superación de la crisis" abre para Iglesias grandes oportunidades para "superar los marcos reaccionarios que se abrieron" con la DUI y el 155. La calle, espoleada hasta el momento por pensionistas y feministias, ha venido a rescatar así al país de la denominada "derechización", pero también a Podemos.

La organización está en proceso de tensionarse para afrontar el próximo ciclo electoral bajo estos planteamientos, que se seguirán desarrollando en el encuentro En Marcha 2019, que se celebrará el próximo 7 de abril. Podemos es, según enfatizó Iglesias, "el principal significante del cambio" y afronta el desafío electoral "para ser útiles a los movimientos y poner en valor nuestro modelo de oposición, de que somos gestores gestores". Su propósito para este 2019 será pues consolidar los ayuntamientos en los que ya gobiernan, conquistas más comunicades autónomas, ganar las europeas y, en 2020, las generales: "Si los inscritos me siguen dando su apoyo mi reto es ser el próximo presidente de España".