Podemos crea una escuela de "facilitadores sociales" para que impulsen movilizaciones

“Nadie libera a nadie, nadie se libera solo. Los seres humanos se liberan en comunión”. La cita es del pedagogo Paulo Freire y condensa la filosofía de una escuela de formación popular, según explican sus promotores, que pondrá en marcha Podemos a través de su 'think tank', el Instituto 25M, tras realizar varias pruebas piloto en León, Toledo y Sevilla. La denominada Escuela Popular Paulo Freire tiene como objetivo crear "facilitadores sociales" y "comunicadores populares" para impulsar movilizaciones sociales en un contexto que desde la formación ya definen como "primavera caliente" en las calles. La lucha por las pensiones dignas, la huelga feminista, las movilizaciones contra la precariedad, el movimiento por el acceso a la vivienda o las anunciadas marchas de la marea por la renta básica son algunos de los ejes de conflicto que marcan un apretado calendario de protestas sociales.

En la última reunión de la ejecutiva de Podemos, celebrada el pasado lunes, ya se acordó realizar un llamamiento público para animar a salir a la calle en este nuevo ciclo de protestas. "Queremos hacer un llamamiento a una primavera de movilizaciones. Es fundamental que se dé la batalla en la calle", arengaba el secretario de Organización, Pablo Echenique, al tiempo que calificaba como una "excelente noticia" las movilizaciones de los pensionistas. El próximo miércoles, además, la formación participará con su propio cortejo en la manifestación feminista convocada coincidiendo con la jornada de huelga del 8-M.

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La Escuela Popular Paulo Freire será así la pata pedagógica con la que Podemos tratará de contribuir a relanzar la calle, formando a activistas y proporcionando herramientas encaminadas tanto al empoderamiento como a la creación de discursos y relatos que compitan en la agenda política. En palabras del director del Instituto 25M, Federico Severino, con la formación de facilitadores sociales se trata de crear la "retaguardia" que impulse las movilizaciones con un papel también de acompañamiento. "Se aprende estando y luchando con la gente", aseguraba durante la presentación de la escuela en el vallecano Centro Cultural el Pozo, para incidir sobre la necesidad de formar comunicadores sociales y su papel en un "proceso de transformación y liberación".

El diputado de Unidos Podemos y secretario de Relación con la Sociedad Civil y Movimientos Sociales, Rafa Mayoral, justificaba el lanzamiento de esta escuela por la necesidad de contar con herramientas "para poder profundizar en la construcción del movimiento popular". Esto es, dotar de "habilidades para dinamizar conocimientos compartidos", compartir experiencias de luchas históricas y "construir conocimiento de forma compartida". Todo ello siguiendo la pedagogía de Paulo Freire, que definió como una educación liberadora, "para convertirnos en sujeto colectivo y ser dueños de uno mismo". Siempre con la finalidad de buscar soluciones a las problemáticas sociales actuales.

El primer módulo de enseñanza que se pondrá en marcha conjuntamente en todo el país se centrará en la defensa de derechos humanos, haciendo hincapié en la comunicación, "para que los sectores populares se apropien" de esta, y en el empoderamiento, "para ser útiles" y servir al "fortalecimiento" de los movimientos sociales, en un momento en que el reflujo de las protestas que nacieron al amparo del movimiento 15-M parece estar revertiéndose. No en vano, el secretario de Organización de Podemos afirmaba que las recientes protestas en defensa de las pensiones, una cuestión que también está protagonizando la agenda parlamentaria de la formación, recordaban a "la España del 15-M". La portavoz adjunta del grupo confederal en el Congreso, Ione Belarra, se refería directamente al "15-M de las pensiones".

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La escuela pretende servir de ariete para diseñar estrategias de cara a generar "prácticas transformadoras" basándose tanto en experiencias históricas como en las nuevas formas de activismo. Sus responsables no esconden que se trata de un "momento clave" para responder frente al "modelo de sociedad precaria que las élites nos quieren imponer".

A poco más de un año de que se celebren las elecciones municipales, autonómicas y europeas, Podemos tratará de impulsarse en los temas sociales, dejando en un segundo plano la cuestión territorial, que tanta mella ha hecho en sus intereses electorales. Para ello, ya ha redoblado la ofensiva institucional con una batería de propuestas, entre ellas la referente a la revalorización de las pensiones o la exigencia de un pleno monográfico sobre esta cuestión, y tratarán también de marcar su hegemonía en las calles. De hecho, el encuentro 'En marcha 2019', que celebrarán el próximo 7 de abril para cerrar su hoja de ruta de cara al próximo ciclo electoral, se centrará en gran medida en calibrar cómo y de qué manera contribuir al impulso de las reivindicaciones en las calles contra el Gobierno del PP.

El conflicto catalán comienza a dejar paso a las cuestiones sociales, abonando un terreno en el que Podemos, formación que nació al calor del 15-M, se siente más a gusto. Máxime para comenzar a preparar los comicios del próximo año y engrasar su maquinaria electoral. Precisamente, esta fue la hoja de ruta salida del primer consejo ciudadano estatal de Podemos en este 2018. Cita en la que se hizo autocrítica sobre los resultados del 21-D y se puso como reto reforzar las alianzas con los movimientos sociales y contribuir, en palabras de Pablo Iglesias, a "lograr que la España del 15-M venza a la vieja España de las guerras de banderas".