Pensiones, feminismo, salarios... Podemos vuelve a la calle para recuperar votos

"El 10 de febrero será el principio de una primavera que se espera candente en las calles, dado el hartazgo de la gente ante la normalización de la pérdida de derechos y conquistas sociales". Así lo aseguran desde la plataforma No + precariedad, que este sábado ha salido a las calles en una treintena de ciudades, coincidiendo con el sexto aniversario de "la aprobación de la reforma laboral del Gobierno del PP, una reforma que ha normalizado la pérdida de derechos laborales y ha precarizado las condiciones de vida de la mayoría social de nuestro país".

Se trata del pistoletazo de salida de un nuevo ciclo de movilizaciones que tendrá sus principales protestas en los meses de marzo y abril. A la lucha contra la precariedad y la reforma laboral se suman las de las pensiones, la marea básica, que trata de meter en la agenda la implantación de una renta básica y que realizará una marcha a pie desde León a Madrid para culminar con una gran manifestación en la capital, o la huelga feminista del 8-M, que contará con el apoyo de las grandes centrales sindicales.

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ya avanzaba la pasada semana el diagnóstico de que el reflujo de las movilizaciones sociales estaba tocando a su fin, anticipando que la calle volvería a moverse en las próximas semanas y la formación debería "estar a la altura". De cara a las municipales y autonómicas de 2019, Podemos tiene la prioridad de mejorar su implantación territorial en el mundo rural y feminizar la organización, pero también "engarzar mejor con los movimientos sociales que vuelven a despertar tras una época de reflujo de la movilización". El encuentro 'En Marcha 2019', previsto para el mes de marzo, coincidirá en el tiempo con el punto álgido de dichas movilizaciones, que llevan preparándose desde el pasado otoño.

Podemos busca así una vuelta a sus orígenes, volver a movilizar a los votantes a partir de la defensa de reivindicaciones sociales clásicas como los salarios, las pensiones o la mejora de la educación y la sanidad pública. Con esta estrategia, la formación de Iglesias pretende rehacerse del desgaste provocado por la gestión de la crisis catalana, que según el barómetro del CIS de enero ha hecho que pasen del 21,1% de las generales al 19%.

Podemos buscará "engarzar mejor con los movimientos sociales que vuelven a despertar tras una época de reflujo de la movilización"

La denominada Marea Básica celebró el pasado 4 de febrero su segunda asamblea estatal para limar los detalles de la movilización "contra el paro y la precariedad" que tendrá lugar del 10 al 24 de marzo. Se trata de un recorrido de 14 días a pie desde León a Madrid, pasando por diferentes municipios y localidades de varias provincias, que culminará con una gran manifestación. Sus reivindicaciones básicas pasan por "garantizar la protección de los derechos sociales, erradicar la pobreza y transformar una sociedad que desprecia la ética, rinde culto a la estética y deja al margen a la mayoría, abandonando a su suerte a multitud de personas que viven situaciones desesperadas para llevar una vida mínimamente digna y salir adelante".

El empleo digno, las pensiones decentes, la sanidad y la educación públicas y el derecho a la vivienda son las cuatro banderas de la manifestación que tendrá lugar en la capital el 24 de marzo. En el manifiesto fundacional de esta marea reivindican que se cumpla de inmediato la carta social europea mediante una renta básica "para atender la pobreza inminente de quienes no llegan a las prestaciones y para que no haya pobres por decreto, ya que como se establece en este tratado ninguna prestación ni pensión, contributiva o no, puede estar por debajo del umbral de la pobreza, establecido al día de hoy en 674 euros mensuales".

Dos días antes del inicio de las marchas tendrá lugar la huelga feminista, coincidiendo con el Día de la Mujer, y contará con el apoyo de todo el movimiento feminista, partidos políticos como Podemos o sindicatos. CCOO y UGT han llamado a realizar paros parciales de dos horas. Su objetivo compartido es "denunciar la desigualdad, la precariedad y las violencias que sufren las mujeres". En esta línea, la secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO, Elena Blasco, remarcaba que “se trata de dar la dimensión laboral a la iniciativa sindical que proporciona cobertura legal a toda la reivindicación social y civil que se viene articulando y que se va a desarrollar el próximo 8 de marzo”.

El empleo digno, las pensiones decentes, la sanidad y la educación públicas y el derecho a la vivienda son algunas de las banderas de la Marea Básica

Desde la comisión de organización de la huelga, que este domingo celebrará un acto promocional en Madrid con artistas como Amparanoia, Rozalén, Amparo Llano (Dover) y Marina ('Operación Triunfo 2017') o colectivos sociales como Las Kellys, Territorio Doméstico, Madres contra la Droga o Las espartanas de Coca Cola, pretenden que el 8-M se traduzca en un paro laboral, estudiantil, de consumo y de cuidados. Cuatro ejes "centrales de la organización social" en los que se pretende "visibilizar y cuestionar el papel de las mujeres". El lema elegido es 'Sin nosotras, el mundo no funciona'.

El calendario compartido por la mayoría de estos movimientos, una suerte de nuevas mareas con el foco puesto más en lo material que en lo identitario, ya tiene fechas marcadas este mismo mes de febrero, como la manifestación contra la corrupción el domingo 11, contra la represión y la libertad de expresión dos días después o contra la derogación de las reformas laborales y en defensa de las pensiones el día 22. Un pequeño aperitivo sobre lo que espera en las calles los meses de marzo y abril.