Rajoy pide el aval del Senado para salvar a Cataluña de “los estragos” de Puigdemont

Con el Grupo Popular entusiasmado con la firmeza de su discurso, el presidente del Gobierno ha pedido al Senado el aval para intervenir las competencias de la Generalitat y salvar así a Cataluña de "los estragos" de la conducta ilegal y antidemocrática del gabinete de Carles Puigdemont. "Él y sólo él ha sido quien ha elegido el cese", advirtió Mariano Rajoy después de describir la escalada del desafío del dirigente independentista y su rechazo a volver a la legalidad desde el golpe separatista de los días 6 y 7 de septiembre.

El jefe del Ejecutivo elevó el tono de sus discursos de las últimas semanas para mostrar determinación en aplicar el artículo 155 de la Constitución cargado de razones y con el reconocimiento de que también se podía haber aplicado antes. "Nos pareció que todavía estábamos a tiempo", explicó sobre el periodo entre el espectáculo del parlamento autonómico para aprobar los textos para imponer la ruptura y lo ocurrido el 10 de octubre. Según Rajoy, esa fue la gota que colmó el vaso de su paciencia.

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I.G.P

Después de repasar las "violaciones palmarias" de la Constitución, del estatuto de autonomía y de los derechos de las minorías parlamentarias cometidas por Puigdemont, Oriol Junqueras y la CUP, el presidente del Gobierno recalcó que ese proceso ha derivado en una quiebra de la convivencia entre catalanes y en una amenaza seria de recesión en esa autonomía. Y, de rebote, de incertidumbre para la recuperación económica y el crecimiento del empleo en toda España.

Ante ese panorama, Rajoy insistió en que no cabe otra alternativa que "acudir a la ley para hacer cumplir la ley". Destacó además que el desafío secesionista afecta ya a la vida diaria y los derechos de las personas perjudicadas por el empeño de las sectas independentistas en imponer su proyecto político en Cataluña y romper España.

Antes de conocerse los planes del bloque independentista para el pleno del Parlamento catalán, el jefe del Ejecutivo aseguró que en la jornada anterior, "nada sustancial" ocurrió que pueda cambiar su decisión de aplicar el artículo 155 de la Constitución. Se refería al amago de Puigdemont de convocar elecciones autonómicas para evitar la intervención. Rajoy no quiso entrar en más comentarios sobre esas maniobras.

La sola mención de que el Consejo de Ministros procederá a destituir al presidente de la Generalitat y sus consejeros, hizo que los senadores del Grupo Popular rompieran a aplaudir encantados. Sobre las presuntas ofertas de diálogo de Puigdemont, Rajoy recordó que sobre lo único que quiso hablar el presidente de la Generalitat fue para negociar "los términos y los plazos de la independencia de Cataluña".

"Desmontando mentiras"

El presidente del Gobierno anotó que de lo único positivo de lo que va a servir el 'proces' independentista es para desmontar las mentiras de sus impulsores, como la de que no suponía la salida de la UE o que no se irían las empresas y los bancos de Cataluña. "Lo se que debate es la defensa de la democracia, la necesidad de imponer la ley, pero no contra Cataluña, sino para impedir que se abuse de Cataluña", remachó Rajoy en su discurso, interrumpido en ese punto por nuevos aplausos.

El jefe del Ejecutivo cerró su intervención con la advertencia de que el desafío independentista de la Generalitat amenaza con derribar la obra de todos los españoles: los casi 40 años de régimen democrático y constitucional. Por eso reclamó a los senadores que estén a la altura de lo que esperan los españoles "lejos de cálculos electorales, egoísmos de partido, inclinaciones ideológicas o pequeñas mezquindades". Los parlamentarios del PP, puestos en pie, aclamaron a su jefe, quien tuvo que pedirles varias veces que pararan de apluidirle y se sentaran para seguir el pleno.