Ciudadanos peleará por la libertad de voto en su ley de gestación subrogada

Otoño legislativo caliente para el Congreso de los Diputados. En dos semanas se da por finiquitado el descanso estival y los parlamentarios volverán a la Cámara Baja con muchas tareas que afrontar. La primera y sin mayor retraso llegará a principios de septiembre: los Presupuestos Generales de 2018. Habida cuenta de las dificultades para sacar adelante los del presente ejercicio, el Gobierno es partidario de empezar cuanto antes una nueva ronda de conversaciones para tantear posibles apoyos que pueda obtener para el proyecto de cuentas del próximo año. Ciudadanos jugará una vez más un papel clave en esta cuestión. Pero no solo: la formación de Albert Rivera espera aprobar este otoño una de sus grandes banderas, la ley de autónomos, y llevará a debate la primera ley de gestación subrogada en España.

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El Confidencial

La última ha suscitado ya muchas polémicas y para el partido de centro será un verdadero reto sacarla adelante. De ahí que en la formación naranja estén decididos a pedir la libertad de voto. El primer objetivo pasa por que el Congreso admita a trámite la proposición como tal, que no supondría su aprobación definitiva, pero sí su tramitación con trabajos concretos en comisión. Ciudadanos es el único partido que tiene una posición clara al respecto y en el grupo parlamentario existe consenso total —al margen de las discrepancias hechas públicas por la eurodiputada Carolina Punset—. Como señaló este diario, la maternidad subrogada ha conseguido unir a extraños compañeros de viaje, desde el 'ala dura' del PP a las feministas del PSOE y Podemos. Su argumento es también común: los llamados vientres de alquiler "vulneran los derechos de las mujeres" y "mercantilizan su cuerpo".

Aun así, en todas las formaciones existen discrepancias, como quedó demostrado en los congresos nacionales de hace meses. El partido del Gobierno debatió en la ponencia social dirigida por Javier Maroto la cuestión, aunque optó por no establecer una posición concreta a nivel de partido más allá de la afirmación siguiente: "En el PP debemos dar respuesta a los asuntos y debates que se presentan en la sociedad". Reconocieron que se trata de un debate latente y aprobaron una enmienda transaccional para aplazar el debate y escuchar a expertos. El propio Maroto reconoció tener la esperanza de que su formación respalde la libertad de voto en la ley, siempre que sea un sistema "altruista" y "contrario a la explotación".

El PSOE fue más taxativo en su negativa a abordar la maternidad subrogada, aunque quedó claro que también existe división. De hecho, la enmienda partidaria de abrir el debate fue rechazada por 175 votos en contra y 31 a favor. La diputada socialista, Ángeles Álvarez, que defiende una postura muy beligerante contraria a la regulación de los vientres de alquiler, habló directamente con Pedro Sánchez —recién elegido secretario general— antes de comenzar el 39º Congreso, para reiterarle su negativa a que los socialistas se planteen hablar de una regulación. En el caso de Podemos, la formación morada no ha tenido oportunidad de posicionarse en la cuestión, aunque su portavoz, Irene Montero, ha reconocido en muchas ocasiones que el debate existe en el seno del partido.

En vista de esta realidad, Rivera y su equipo están convencidos de luchar por que exista libertad de voto cuando la ley llegue a la Cámara. Consideran que si todos los grupos la permitieran, el proyecto legislativo tendría luz verde, ya que en estos momentos son "pequeños 'lobbies' los que están frenando el voto en conciencia". En ese sentido, los centristas insistirán en que el votante progresista está a favor de la regulación de la gestación subrogada e insistirán cuando se retome el nuevo curso político en que lo que su partido quiere es simplemente "dar un marco legal a un fenómeno que ya existe".

El partido naranja tiene entre sus prioridades pelear esta ley, y su estrategia pasará por reiterar el importante vacío legal que existe en la actualidad, mientras otros países cercanos ya comienzan a abordarlo —el más reciente, Portugal, el pasado 1 de agosto—. En la presentación del proyecto de ley, Rivera y la diputada y portavoz en materia de igualdad, Patricia Reyes, insistieron en que su propuesta "altruista y garantista" permitirá "acabar con las mafias" que hoy operan y que realmente vulneran los derechos de las mujeres. Hicieron hincapié también en los derechos de las parejas homosexuales, que hoy se ven obligadas a viajar al extranjero para conseguir formar una familia a cambio de un precio estratosférico.

El Comité de Bioética pidió su prohibición

El organismo que asesora al Gobierno en materia de ética y salud emitió un informe el pasado mes de mayo asegurando que hay "sólidas razones" para rechazar la maternidad subrogada, por considerar que todo contrato de gestación "entraña una explotación de la mujer y un daño a los intereses del menor".

El Comité de Bioética, dependiente del Ministerio de Sanidad, insiste en que las "desgraciadas experiencias de otros países" en los que existe esta técnica demuestran las "explotaciones" a las que son sometidas las mujeres gestantes, entendiendo esta situación como "una razón fuerte" para que España decida tomar medidas dirigidas "a la prohibición de que se celebren contratos de gestación por sustitución" a nivel internacional. Y además de insistir en la necesidad de prohibir la práctica, sugería la posibilidad de imponer sanciones a las agencias que participen en ella.

Las claves de la propuesta

- Para poder acudir a la gestación subrogada tiene que haberse probado cualquier otro método o técnica de reproducción asistida y demostrar que no existe otra vía para ser madre, y que esos impedimentos conducen directamente a la gestación subrogada. Es lo que Rivera denominó como "ley prudente".

- Carácter altruista. Sin duda, el aspecto más polémico y delicado de la iniciativa. Ciudadanos asegura que será un sistema absolutamente altruista, similar al existente en Canadá, y que la compensación a la madre gestante se limitará a los gastos derivados del embarazo, pero que no existirá una 'compensación salarial', como sí hay en sistemas como el de Estados Unidos.

- La edad mínima para ser madre gestante se establece en 25 años, la misma que la ley establece para las adopciones. Asimismo, deberá tener menos de 45 años. También deberá poseer nacionalidad española o ser residente legal en España y no tener antecedentes penales.

- También deberá acreditar un entorno socioeconómico estable para garantizar las circunstancias de salud y seguridad adecuadas para afrontar la gestación. Este punto se desarrollará en el reglamento posterior a la ley.

- Por otro lado, deberá haber gestado al menos un hijo sano con anterioridad. Y no podrá ser mujer gestante por subrogación en más de dos ocasiones, a diferencia de otros países, en los que el límite es mucho más amplio.

- La ley creará un registro de gestación por sustitución, igual que ya existe en el caso de donantes de órganos, por ejemplo, para conocer y proteger cada caso individual si no se respeta alguno de los requisitos recogidos en la normativa.

- El progenitor subrogante debe acudir a la gestación por subrogación aportando su propio material genético, para lo que formalizará un contrato específico sometiéndose a todas las exigencias de la ley, y garantizando que el material genético no pertenezca a la madre gestante.