Podemos prepara una marcha el 25M contra la "trama" y rumbo a la huelga general
Sin esperar a los sindicatos, Podemos toma la iniciativa en la estrategia de volver a movilizar la calle, considerando que es el espacio más idóneo para torcerle el brazo a Rajoy e, incluso, derribarlo
Una vez fijado en la agenda política, el concepto de “trama”, Podemos pasa a la siguiente fase: intentar “desarticular” esta red de relaciones de poder en la que, según la formación, se interrelacionan empresas del Ibex 35, políticos del bipartidismo y medios de comunicación tradicionales para perpetuar sus posiciones privilegiadas. Bajo el lema “nadie sin derechos” y con la convicción de que “nuestros derechos se encuentran en manos de una minoría privilegiada: la trama”, la formación prepara una gran manifestación, descentralizada en todas las grandes ciudades, para el 25 de marzo.
Con el objetivo de reactivar la calle e impulsar “movimiento popular”, la secretaría de sociedad civil que dirige el diputado Rafa Mayoral comenzó a preparar esta demostración de fuerza inmediatamente después de conocerse los resultados de la asamblea de Vistalegre II. Del congreso salió ganadora una hoja de ruta centrada en estos objetivos. Su principal herramienta para ello es la plataforma 'Vamos', un espacio de “participación directa”, por un lado, y “una red local de facilitadores sociales y comunicadores populares a través de la cual se está estableciendo además la solidaridad con otros conflictos”, ya sean laborales, de vivienda o acceso a servicios públicos.
Su primera acción se centró en la pobreza energética, a raíz de la muerte de la anciana de Reus por el incendio de una vela tras habérsele cortado la luz. Entonces se combinaron acciones directas en la calle, con protestas ante las sedes de Gas Natural-Fenosa bajo el lema “la pobreza energética mata”, y en las instituciones, demandando la comparecencia de Isidre Fainé. Calles e instituciones y señalamiento de “la trama”, concepto que por aquel entonces todavía no había sustituido al de casta, que se limita solamente al poder político. Como afirmaba en un artículo de opinión en 'Público' la vicepresidenta cuarta de la Mesa del Congreso por Podemos, Gloria Elizo, "si no sabes los apellidos no eres un problema. Si los sabes eres un peligro, eres su enemigo".
Sin esperar a los sindicatos, Podemos toma la iniciativa en la estrategia de volver a movilizar la calle, considerando que es el espacio más para torcerle el brazo al Gobierno e, incluso, derribarlo. La desconfianza hacia las grandes centrales sindicales viene de lejos, aunque ha aumentado, por desconocimiento y supuestas incoherencias, respecto a futuro sustituto de Fernández Toxo al frente de CCOO, el vasco Unai Sordo. La huelga general está en el horizonte, se apoyaría gustosamente, pero Podemos rehuye de “mitificar” esta forma de protesta, como clásicamente ha hecho la izquierda, y priorizan la construcción de tejido popular y la “desarticulación” de la trama en el día a día. Una apuesta de largo recorrido para “echar raíces en el territorio”.
En la nueva etapa del partido, siguiendo el guion aprobado en su reciente congreso, la plataforma Vamos que presentó en sociedad Mayoral el pasado mes de septiembre se presenta como correa de transmisión para visibilizar problemáticas sociales y proponer soluciones en las instituciones. En las últimas semanas se han celebrado decenas de asambleas en diferentes pueblos y ciudades. La prueba de fuego, para testar el músculo con el que cuentan para desarrollar esta estrategia será la manifestación del 25 de marzo.
“No hay derecho a que la trama corrupta continúe saqueando a los sectores populares del país"
Tampoco son ajenos al repunte de la indignación contra la corrupción. “No hay derecho a que la trama corrupta continúe saqueando a los sectores populares de nuestro país. Los casos de Urdangarín, Esperanza Aguirre o las grandes eléctricas demuestran que la trama está secuestrando las instituciones para sus intereses privados”, reza uno de los argumentarios de 'Vamos'. Con todo, la unificación de las diferentes luchas sociales bajo un mismo paraguas contestatario es su forma de acumular fuerzas. La manifestación demandará así desde la renta básica, al fin de los desahucios sin alternativa habitacional, pasando por la puesta en marcha de medidas contra la pobreza energética, las ayudas a la dependencia y el aumento de las pensiones.
La primera gran demostración de fuerza que realizó Podemos fue la denominada 'marcha del cambio', en enero de 2015. Entonces lograron sacar a las calles de Madrid 100.000 personas según la Policía (cifra que la organización elevó a 300.000). El grito de guerra se limitó al “sí se puede” y “el cambio es ahora”, en clave electoralista y rehuyendo de fijar demandas concretas, en sintonía con la fallida 'hipótesis populista' que comenzó a enterrarse tras el 20D. Lo que ahora se pretende nada tiene que ver aquella fecha que ya figura marcada en rojo en la breve historia de Podemos. El éxito, todavía está por determinar y se medirá en el medio plazo.
Como antítesis de la trama, Podemos propone un “bloque histórico”, siguiendo la categorización de Gramsci, que pretende junto a otras fuerzas como IU y movimientos sociales, en oposición a la “triple alianza” (PP, PSOE y Ciudadanos), y cuyo horizonte pasa por una profundización democrática y la apertura de un proceso constituyente en clave rupturista. Iglesias considera que esta trama "corrupta" está viviendo su “epílogo” y, aunque a través de mecanismos legales y no legales, ha sido capaz de mantener el poder en los últimos años, "nunca como ahora había habido un desafío político y social" a su hegemonía.
Una vez fijado en la agenda política, el concepto de “trama”, Podemos pasa a la siguiente fase: intentar “desarticular” esta red de relaciones de poder en la que, según la formación, se interrelacionan empresas del Ibex 35, políticos del bipartidismo y medios de comunicación tradicionales para perpetuar sus posiciones privilegiadas. Bajo el lema “nadie sin derechos” y con la convicción de que “nuestros derechos se encuentran en manos de una minoría privilegiada: la trama”, la formación prepara una gran manifestación, descentralizada en todas las grandes ciudades, para el 25 de marzo.